La veintena de expatriados de Cuba que se movilizó hasta la Torre Ejecutiva, en Montevideo, en agradecimiento al presidente Luis Lacalle Pou por las declaraciones en el marco de CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), quizás no entienden el significado de su acción.
RELACIONES CON USA
Luis Lacalle Pou aprovecha y se sienta en la silla vacía
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, intenta ocupar un liderazgo regional vacante, a ojos de USA.
La Argentina no estuvo presente porque Felipe Solá se enteró en el camino a México que ya no era ministro de Relaciones Exteriores y Culto, y se fue de turismo. De todos modos, es posible imaginar que si él hubiese estado presente, habría acudido al rescate del postcastrismo cubano.
Entonces, en un escenario vacante por diversos motivos en el Cono Sur, Lacalle Pou levanta consignas que mucho interesan a Washington DC, y así consolida una propuesta de liderazgo regional, más allá que le provoque enojo al procubano y provenezolano Frente Amplio.
Los "Cubanos libres en Uruguay" que fueron a la Torre Ejecutiva, frente a la Plaza de la Independencia, llevaron estas consignas de agradecimiento:
- "Por ser la voz de millones de cubanos oprimidos",
- "Por mantener el compromiso con la democracia y los derechos humanos",
- "Por la postura digna en la Celac ante el silencio cómplice de muchos".
Luis Estrada, líder del colectivo, agregó un dato:
Choque
En la Celac, Lacalle Pou no dudó en decir lo que muchos creen pero pocos afirman: que Cuba es una dictadura, igual que Nicaragua. Es cierto que en ese camino va El Salvador. Pero lo cortés no quita lo valiente.
El Presidente uruguayo sabe que USA busca interlocutores en la región. Todos lo saben. Pero cada país tiene sus dificultades o sus pruritos. En el caso de Uruguay, la acción fue notable porque mientras avanza en un Tratado de Libre Comercio con China, embiste contra la dictadura en Cuba. El equilibrio tiene premio en este juego geopolítico.
Lacalle Pou: "En determinados países no hay una democracia plena, no se respeta la separación de poderes, desde el poder se usa el aparato represor para callar protestas y encarcelar opositores, no se respetan los derechos humanos (...), debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela".
Miguel Díaz-Canel estaba presente y le respondió: "El coraje y la libertad del pueblo cubano se han demostrado durante seis décadas ante la agresión y el bloqueo de Estados Unidos, obstáculo fundamental para avanzar en nuestro desarrollo y que el presidente Lacalle no mencionó. Escuche usted a su pueblo que recogió más de 700.000 firmas contra la ley Urgente que usted impuso y que cambió las condiciones para ajustar precios de combustibles, desalojos, disminuir el rol de las empresas públicas y modificar el proceso penal; en realidad un paquetazo neoliberal".
Lacalle Pou pidió la palabra y le devolvió: “El Presidente de Cuba utiliza argumentos de mi Nación, que no comparto y no son ciertos. Sí hay algo que es cierto: en mi país por suerte la oposición puede juntar firmas y tiene resortes democráticos para quejarse. Esa es la gran diferencia con el régimen cubano".
Entonces Lacalle Pou leyó parte de la letra de la canción 'Patria y Vida', himno de las protestas que se desataron en Cuba en julio (“Que no siga corriendo la sangre, por querer pensar diferente, ¿quién le dijo que Cuba es de ustedes? Si Cuba es de toda mi gente”).
Díaz-Canel no estuvo feliz en su devolución: "Parece que el presidente Lacalle Pou tiene muy mal gusto musical (...) es una mentira y una construcción entre algunos artistas en contra de la revolución cubana".
Yoani Sánchez
Los uruguayos no comprenden, probablemente, la dimensión de lo que sucedió en la Celac.
Entonces, ¿por qué no acudir a Yoani Sánchez, la directora de la web independiente en La Habana, 14ymedio, una periodista reconocida más allá de Cuba? Ella tituló su nota: "Díaz-Canel fue por lana a México y volvió trasquilado". Según Yoani, "habrá que estar atentos a si el mandatario asiste a la sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas".
Aquí el texto que ayuda a comprender el respaldo que recibe Lacalle Pou tanto en el Gobierno como la oposición estadounidense:
"Todo parecía estar saliendo según el guion trazado en La Habana. Miguel Díaz-Canel había sido recibido con todos los honores por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el espaldarazo iba a completarse con el relanzamiento de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Pero poco antes de concluir la visita oficial, algo se torció.
Nada acostumbrado a que otra persona, con un micrófono en la mano, lo cuestione, el ingeniero, por el que nadie votó en las urnas, desplegó su oxidada retórica
Nada acostumbrado a que otra persona, con un micrófono en la mano, lo cuestione, el ingeniero, por el que nadie votó en las urnas, desplegó su oxidada retórica.
En lugar de aceptar las críticas, anunciar que lo ocurrido el 11 de julio abría un camino de cambio democrático ineludible y urgente, o aprovechar el momento para anunciar una amnistía de los presos políticos, prefirió apelar al lastimero discurso de culpar a otros de la falta de libertades en la Isla.
Perdió otra oportunidad.
Vale recordar que, quien lo emplazó no es alguien alejado del drama cubano. En los últimos años, miles de compatriotas han llegado a Uruguay huyendo de la miseria y de la represión en la Isla. Muchos han seguido rumbo hacia otras naciones, pero otros se han quedado y establecido en ese país austral. Lacalle Pou sabe muy bien del drama que cargan sobre sus hombros esos "balseros de a pie". Tiene todo el derecho a cuestionar las razones que los han hecho huir.
Iracundo, descompuesto y tartamudeando, Díaz-Canel tomó la palabra y respondió. Hubiera sido mejor mantener silencio pero los tiranos tienen algunas debilidades bien marcadas, una de ellas es que no saben quedarse callados y sienten como una derrota que la última palabra la tenga el contrincante. Pecan por querer aplastar al otro con su verbo, cuando no pueden encerrarlo en una cárcel.
Y así terminó el que podría ser el último viaje de Díaz-Canel a un evento internacional. Lastimado en su orgullo, desnudado en público como el torpe aprendiz de tiranuelo de los Castro, esos últimos metros de camino al avión deben haber sido un infierno. Por mucho que López Obrador y su canciller intentaron limpiarle la imagen, quedó claro que en América Latina cada vez la Plaza de la Revolución convence menos con su discurso y levanta más rechazo por las violaciones de derechos humanos.
La misma semana que perdían a la vieja Europa, tras la contundente votación de condena a la represión de las protestas de julio pasado que tuvo lugar en la Eurocámara
La misma semana que perdían a la vieja Europa, tras la contundente votación de condena a la represión de las protestas de julio pasado que tuvo lugar en la Eurocámara, el gobernante cubano muerde el polvo del ridículo en México. En la Isla, a pesar de los intentos de censurar parte de la escaramuza con Lacalle Pou, el video de este último "cantándole las verdades" se ha hecho rápidamente viral.
Los hábiles y viejos zorros de verde olivo de La Habana han tomado nota. Su muñeco de paja se deshace, es impresentable, resulta un peligro dejarlo a merced de los micrófonos internacionales y al alcance de cualquier figura política que pueda cuestionarlo. Ya no les sirve para eso.
Habrá que estar atentos a si Díaz-Canel va a Nueva York para asistir a la próxima sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas. La probable ausencia del gobernante cubano comprobará que su viaje a México fue un "globo sonda" que confirmó el rechazo al gobernante cubano en foros mundiales.
López Obrador también habrá sacado algunas conclusiones y, aunque parece bien dispuesto a abrir la cartera y retrasar con su apoyo el largo final del castrismo, debe haberse dado cuenta de que quien se junta con dictadores termina ensuciándose. Este sábado, parte de las inmundicias de Díaz-Canel cayó también sobre el gobernante mexicano."