La distancia que Brasil comenzó a tomar en términos de desarrollo aeronáutico respecto a otros países de la región y el mundo ya es innegable. De la mano de Embraer, empresa de capitales mixtos con participación del Estado, la industria aeronáutica brasileña ha dado saltos importantes en el último tiempo.
Respecto a ello, uno de los más recientes fue la fuerte inversión de financiamiento que el Gobierno brasileño hizo en favor de una de las subsidiarias de Embraer. Se trata de Eve Air Mobility, una compañía encargada de desarrollar soluciones de movilidad aérea innovadoras.
Mediante un préstamo de 500 millones de reales otorgado por el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (BNDES), la subsidiaria de Embraer podrá comenzar con la fabricación de un vehículo volador eléctrico de despegue y aterrizaje vertical. El proyecto está orientado a brindar una solución de movilidad aérea urbana, pensando en unidades de transporte privado.
Precisamente, la planta constructora de dichas aeronaves estará situada en Sao Paulo, una de las ciudades con mayor población de helicópteros del mundo. En ese lugar se producen decenas de vuelos a diario para el transporte de personas de alto poder adquisitivo que buscan sortear los problemas de transporte paulista terrestre.
Brasil apuesta por el desarrollo
El BNDES es uno de los accionistas principales de Embraer y, por lo tanto, de EAM. El préstamo cercano a los 90 millones de dólares busca traer parte de las operaciones de dicha empresa, que actualmente tiene sede en Florida, Estados Unidos.
Respecto al nuevo vehículo, Eve tiene previstas las primeras entregas para principios de 2026, según adelantó el medio especializado Aviación Online. Mientras tanto, la compañía buscará sacar provecho del financiamiento brasileño para poder aumentar su capacidad productiva a 480 aeronaves anuales.
De momento, la empresa que cotiza en la Bolsa de Nueva York sostiene miles de cartas de intención de compra de decenas de potenciales compradores. Así, el retorno de la inversión brasileña estaría al menos garantizado, sin contar la ventana de dólares que creará a partir de la exportación de las mencionadas aeronaves.
Desde 2006 y tras su privatización en los 90’, Embraer sufrió una reestructuración total de sus acciones, pasando a la cotización simple o abierta. Actualmente, está controlada por el grupo de inversiones Brandes (mayoritario), el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Gobierno de Brasil) y BlackRock, además de los tenedores minoristas.