Elon Musk en el ojo de la tormenta.
“No utilizaremos nuestras habilidades como tecnólogos para comprometer los sistemas centrales del gobierno, poner en peligro los datos confidenciales de los estadounidenses o desmantelar servicios públicos críticos”, escribieron los ex empleado en una carta dirigida a la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Susie Wiles.
“No prestaremos nuestra experiencia para llevar a cabo o legitimar las acciones de DOGE”.
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AP, el primer medio que accedió a la carta, informó que el grupo de los 21 no es el equipo sombra de imberbes genio y ex pasantes de las empresas de Musk, sino empleados que habían desempeñado funciones como ingenieros, científicos de datos, gerentes de proyectos y diseñadores en el departamento antes llamado Servicio Digital de los Estados Unidos.
Su trabajo abarcó la primera administración de Trump, la administración de Biden y la actual Casa Blanca. DOGE está en la mira por su acciones opacas, equipo secreto, acceso a sistemas clasificados y desorden organizativo. Las polémicas, sus disputas con la justicia y la falta de coordinación y combinación con la Casa Blanca podrían poner en peligro cualquier profunda reforma federal que anhela DOGE.
En la carta los empleados afirmaron que nos seguirán ofrecido su experiencia para reformar el gobierno si eso significaba socavar servicios esenciales.
“Las acciones de DOGE (despedir expertos técnicos, manejar incorrectamente datos confidenciales y dañar sistemas críticos) contradicen su misión declarada de ‘modernizar la tecnología y el software federales para maximizar la eficiencia y la productividad del gobierno’”, argumentaron.
Carta explosiva contra Musk
Los que se marcharon dijeron que habían dejado previamente sus carreras en Google y Amazon “por un sentido del deber hacia el servicio público”, un trabajo deshecho por Musk.
“Estos funcionarios públicos altamente calificados estaban trabajando para modernizar la Seguridad Social, los servicios para veteranos, la declaración de impuestos, la atención médica, la ayuda en caso de desastres, la ayuda estudiantil y otros servicios críticos”.
“Su destitución pone en peligro a millones de estadounidenses que dependen de estos servicios todos los días. La pérdida repentina de su experiencia tecnológica hace que los sistemas críticos y los datos de los estadounidenses sean menos seguros”.
Asimismo, en otra parte de la carta apuntaron directamente contra el equipo controvertido en la sombra juvenil de DOGE: “Ideólogos políticos que no contaban con las habilidades o la experiencia necesarias para la tarea que tenían por delante”.
La renuncia masiva de los 21 sucedió a la exigencia de Musk de que los trabajadores federales presentaran informes semanales de progreso en cinco puntos con la amenaza de ser despedidos en caso de incumplimiento.
El correo de productividad enviado a cientos de miles de empleados federales generó confusión y caos en agencias clave. Antes del nuevo ultimátum de Musk de este martes, muchas habían declinado mandar los solicitado por DOGE dada la naturaleza inherentemente sensible y clasificada de sus trabajos.
Miembros del gabinete de Donald Trump les indicaron el fin de semana a sus agencias que ignoraran el correo, pero el propio presidente respaldó la orden de Musk. Esta discrepancia ha sido la divergencia pública más significativa entre Musk y los líderes del gabinete aprobados por el Senado.
La Casa Blanca informó este martes que un millón de trabajadores respondieron al correo electrónico, o más del 40% de la fuerza laboral federal de aproximadamente 2,3 millones, según The Wall Street Journal.
DOGE ha provocado el despido de más de 20.000 trabajadores. En algunos casos, ha tenido que dar marcha atrás en los después de deshacerse de empleados que son fundamentales para funciones gubernamentales clave, como en la principal agencia nuclear del país , que ya tenía poco personal.
La administración ha ofrecido por separado indemnizaciones a 75.000 empleados. Como director del departamento, Musk ha intentado reducir drásticamente la fuerza laboral federal, amenazando con recortar agencias enteras.
DOGE sostiene que hasta el momento ha recortado 65 mil millones de dólares en gastos federales, a pesar de que sus propios “ingresos” no se acercan a esa cifra.
Abogados que representan a sindicatos, empresas, veteranos y organizaciones ambientalistas presentaron una demanda actualizada ante un tribunal federal de California, argumentando que Musk había violado la ley al amenazar con despidos masivos. Señala que se trata de “uno de los fraudes laborales más masivos en la historia de este país”.
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