Tras el reciente anuncio norteamericano de una nueva y cuantiosa ayuda militar a Taiwán- unos 345 millones de dólares-, el régimen de China publicó, a través de la emisora estatal CCTV, “Persiguiendo sueños”, una docuserie en la que Xi Jinping volvió a reivindicar la soberanía y mostró a su ejército listo para invadir la isla y reintegrarla bajo el principio de “una sola China”.
"MORIR POR LA CAUSA"
China alerta: El documental que anuncia invasión a Taiwán
Bajo el principio de "una sola China", Xi Jinping muestra en una docuserie la capacidad y firmeza de su ejército para atacar Taiwán.
Taiwán está ubicada a unos 120 kilómetros de la costa suroriental de China continental, que se percibe como un país independiente y democrático, pese a que nunca ha declarado oficialmente su autonomía. Por ello, ve a esta isla “rebelde” como un territorio propio.
A pesar de que Washington oficialmente, mediante la ONU junto con más de 180 países, reconoce diplomáticamente a Pekín como país soberano desde 1979, hace tiempo se comprometió a ayudar a la isla a defenderse en caso de una invasión.
En ese sentido se ubica como el principal proveedor armamentístico de Taipéi y eventual aliado militar en caso de una guerra con China. Además, a principios de junio, Estados Unidos y Taiwán anunciaron un acuerdo comercial "histórico" -peligroso y hostil a los ojos de China- que sienta las bases de la llamada Iniciativa Comercial EE.UU-Taiwán sobre Comercio en el siglo XXI.
China en varias ocasiones comunicó su deseo de "reunificar" la República Popular con la isla y ha prometido ponerla bajo su control algún día. El documental sugiere que aquel día se avecina.
En la pieza audiovisual, se resalta la capacidad y firmeza de su ejército para atacar Taiwán. A principios de semana cuando se emitió el primer episodio del documental para conmemorar el 96to aniversario del Ejército Popular de Liberación (EPL), se pudo advertir los ejercicios militares alrededor de la isla y testimonios de decenas de soldados comprometidos con la causa.
El nacionalismo chino es tan grande que muchos de los militares exhibieron su disposición a renunciar a su propia vida en un potencial ataque contra Taiwán.
“Si estallara la guerra y las condiciones fueran demasiado difíciles para eliminar de manera segura las minas navales en un combate real, usaríamos nuestros propios cuerpos para despejar un camino seguro para nuestras fuerzas (de desembarco)”, dijo en un testimonio Zuo Feng, un hombre rana de la unidad de dragaminas de la Armada, según supo AFP.
Li Peng, un piloto del escuadrón Wang Hai de la Fuerza Aérea del EPL, compartió la postura al afirmar que su “avión de combate será el último misil que se lanzará hacia el enemigo si en una batalla real se agotaran todas mis municiones”.
Ensayos militares
Según medios locales, varias imágenes del documental reflejan los numerosos y diversos ejercicios militares del Ejército Popular de Liberación de China (EPL) en los que resalta repetidamente el Shandong (uno de los tres portaaviones de China) alrededor de la isla de Taiwán, que aumentaron desde la visita de Nancy Pelosi, ex presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos a Taipéi en 2022 que provocó la furia de China: "Los que juegan con fuego se quemarán".
Además estos simulacros del gigante asiático colisionan con los conjuntos de Estados Unidos y Filipinas. China condena la “intrusión ilegal” de USA, pero ésta, respaldada en la ley internacional, no cede su accionar allí. Justifica sus intromisiones con la postura de La Corte Permanente de Arbitraje (CPA) o Tribunal Permanente de Arbitraje que dictaminó en julio de 2016 que el gigante asiático no tenía motivos para reclamos territoriales en el Mar de China Meridional.
Sin embargo, tal como contó Urgente24, cada vez USA se mete en la cuestión escala y la escena internacional tambalea: Estados Unidos y Filipinas desplegaron los mayores ensayos militares conjuntos con Filipinas en décadas, desplegando unos 18.000 soldados a apenas 300 kilómetros de Taiwán y con fuego real hasta el 28 de abril.
Asimismo USA ubicó 4 nuevas bases militares propias, una cerca del puerto de China Meridional y otra cerca de Taiwán.
Ante la ayuda militar anunciada por Washington, el portavoz del Ministerio de Defensa chino Tan Kefei afirmó: "Instamos a EEUU a detener todas las formas de interacción militar con Taiwán y dejar de seguir un camino peligroso y erróneo".
La docuserie refuerza el discurso oficial en medio de la demostración de fuerza con un enorme despliegue militar que continúa realizando a modo de advertencia a Estados Unidos, en una clara señal de un eventual invasión a la isla.
Guerra por chips
El país asiático -enemigo de USA en tantos frentes actuales- lo acusa de secuestrar las industrias de alta tecnología de Taiwán y exprimir el futuro económico de la isla y desestima su genuina defensa democrática.
En otras palabras, sostienen que Estados Unidos trata a Taiwán como un peón geoestratégico, y después de que Washington extraiga, o vacíe, todo el valor que pueda, abandonará rápidamente la isla.
En una nota, Global Times opinó:
“Desde apoderarse de la industria manufacturera de alta gama de Taiwán y coaccionar a la Compañía de Fabricación de Semiconductores de Taiwán (TSMC) hasta abogar por la "desacoplamiento" de Taiwán con China continental y elaborar una "iniciativa comercial" que beneficie solo a los EE. UU., Washington se ha apoderado firmemente de la mente de las autoridades del Partido del Progreso Democrático (DPP, por sus siglas en inglés) en Taiwán”.
La acusación no es disparatada. Taiwán ostenta el cuasi monopolio de la producción de chips avanzados, indispensables en teléfonos inteligentes, ordenadores y una amplia gama de dispositivos médicos, que prácticamente hacen mover al mundo.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Company Limited (TSMC) es la empresa multinacional de semiconductores más grande y valiosa del mundo.Posee alrededor del 54 % del mercado mundial, y suministra chips a empresas como Apple, Qualcomm y Nvidia. La cuota de mercado de los Estados Unidos se sitúa en torno al 12 %, mientras que la de los países europeos combinados, apenas alcanza el 9 %.
Bajo la presión de USA, TSMC, al igual que otros fabricantes de chips de Taiwán, se vieron obligados a aceptar establecer fábricas en los USA debido a la escasez de mano de obra calificada y el alto costo de fabricación estadounidense.
La nueva planta de TSMC en Arizona anunció que la producción en masa se pospondrá hasta 2025. Más de 500 ingenieros de Taiwán y sus familias han sido reubicados en los USA según a Wang Wu-lang, secretario general del Partido Laborista de Taiwán.
Algunos medios occidentales y occidentales, denominan al dominio de Taiwán en esta relevante área "Escudo de silicio” (elemento químico primordial de los chips) que, según ellos, disuade la acción militar de China continental
Piensan que si China bloqueara Taiwán o la invadiera, provocaría un corte inmediato del suministro de la mayoría de los semiconductores utilizados en productos de todo el mundo y afectaría a todas las naciones de la Tierra.
Pero el gigante asiático, empoderado por sus simulacros militares, rechaza a esta teoría ya que tantos USA como china necesitan las fichas de Taiwán. Según Global Times, el presidente de TSMC dijo que el tema de los semiconductores no es el factor clave para decidir si China continental reunificaría la isla por la fuerza. "Depende realmente de Estados Unidos y China: ¿cómo mantienen el statu quo y qué quieren ambas partes?".
Por eso al mismo diario, un investigador asociado del Instituto de Estudios de Taiwán de la Academia China de Ciencias Sociales, Wang Ziqi, afirmó que “el objetivo final de USA es desarrollar su propia capacidad de producción y cadena de suministro nacionales, y finalmente reducir su dependencia de la fabricación de chips de Taiwán”.
“El objetivo secundario es convertir la industria de semiconductores de Taiwán en una herramienta geopolítica y debilitar el vínculo entre las industrias de alta tecnología en los dos lados del Estrecho de Taiwán”.
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