EXCLUSIVO 24

PRIVILEGIOS SIGLO 21

La Navidad de la Aristocracia Democrática

Horas de intensas a causa de la emergencia, que son muchas más que 9, porque hay que incluir las personales de muchos ciudadanos. Por ello y por ellos, algunas reflexiones antes que llegue la medianoche del 24/12/2019:

Existe una sospecha generalizada: los dichos controvertidos de Carlos Caserio, no son sólo del senador nacional peronista cordobés.

Aunque luego él haya solicitado disculpas, gran parte de la opinión pública sospecha que él no fabuló sino que cometió 'sincericidio'. Su error fue la impunidad o la creencia de que sus privilegios le pertenecen. La diferencia entre él y otros líderes políticos pasaría por el control de las emociones y la verborragia pero no por una discrepancia en su enfoque.

Con mucho fundamento, agregan en la calle, si no fuese cierto que el pensamiento se encuentra extendido, algunos privilegios habrían cesado sin necesidad de reclamo popular. O al menos no continuarían acumulándose. Resultaría muy satisfactorio que los dirigentes tomaran la iniciativa en vez de reaccionar a causa del reclamo extendido que los termina avergonzando durante algunas horas.

Hay quienes insisten en que, desde 1983, la democracia representativa acumula deudas muy abultadas con la sociedad, y que ese pasivo que lleva al 'default' institucional, incluye la instalación de una aristocracia encubierta que no es constitucional.

El asunto no estalla en revolución porque hay quienes, entre los quejosos, no cuestionan la falsa monarquía sino que su queja es para acceder ellos también a cargos públicos que les permitan incorporarse a la nómina de beneficiarios de honores y privilegios.

En el debate que comenzó algunas horas antes que Caserio liberase su lengua aparecen, con nitidez, algunos de los muchos mitos y falsas conclusiones que sostienen a la sociedad argentina.

Un federalismo que no es federal.

Una república de 3 poderes en la que no hay equilibrio ni independencia de los 3 poderes.

Una promesa constitucional de igualdad que es esquiva a la equidad cotidiana y ha abandonado la movilidad social.

Una libertad de cultos que, en verdad, es sólo tolerancia a quienes no participan de la religión oficial.

Una soberanía que destruye el valor más importante que es el de la moneda, mientras la aristocracia política se desentiende de una voluminosa inflación que acumula 14 años de catástrofe, con consecuencias negativas impactantes. Por ejemplo, la pobreza.

Un abultado costo de mantenimiento de los privilegios que provoca la presión tributaria que destruye a los emprendedores.

Es cierto que el debate presente comenzó cargado de politiquería porque provino de los simpatizantes de Mauricio Macri que viven cargados de odio contra el peronismo en general y el kirchnerismo en particular. Un conjunto de militontos que ignoran que Macri convivió muy bien con el peronismo hasta que su gurú Jaime Durán Barba le aconsejó, por marketing político, avanzar por la senda contraria.

Sin embargo, el debate no hubiese prosperado si no acumulara una cantidad de frustraciones, reclamos y anhelos.

En verdad, las reivindicaciones comenzaron en 2001, con aquel "Que se vayan todos" y el bloqueo de la calle a los líderes políticos, violencia que los atemorizó y entonces ellos consensuaron mecanismos para apaciguar la queja comprando el favor algunos y condicionando a otros.

El esquema funcionó. La aristocracia logró una extraordinaria sobrevida de 18 años. Y tampoco se encuentra en riesgo verdadero en 2019/2020. Velozmente encontrará mecanismos para superar sus obstáculos presentes. Al fin de cuentas, esto sucede en diciembre, un mes a menudo difícil para los dirigentes. Ya llega enero, comienzan las vacaciones, el malhumor declina a manos de la resignación.

Sin embargo, hay 2 hechos que resultaría importante extraer de todo el debate:

** La falta de 'picardía' de los aristócratas para incluirse, aunque fuese nominalmente, en la lista de aportantes a la solidaridad social reclamada en el proyecto de las 9 emergencias.

** La carencia de audacia para tomar la delantera de algunos cambios imprescindibles para que el 'sistema' siga funcionando sin sobresaltos.

Esto excede a Alberto Fernández y también a Mauricio Macri. Por supuesto que acumula tantos años como esta etapa de la democracia 'recuperada', en la que los políticos decidieron quedarse con los privilegios que condenaban en los militares derrotados en Malvinas.

Sin embargo, si alguna nueva fuerza político-social lo convirtiera en su bandera electoral, la aristocracia tendrá un problema por exceso de angurria. La voracidad a menudo hace daño al voraz.

Resulta difícil en este contexto desear una feliz Nochebuena y una gran Navidad. Ni siquiera Jesús nació en diciembre. Otro mito que inventó un Emperador romano para reunir intereses diversos y así construir una nueva aristocracia, supuestamente religiosa.

Sin embargo, el optimismo debe ingresar por algún lado porque, de lo contrario, es imposible vivir. Para comenzar, no se puede pedir aquello que no se practica.

La solidaridad comienza por casa. Y el cambio también. Es tan difícil como inútil reclamar que comience de arriba hacia abajo. Para que la historia sea diferente, hay que cambiar algo. De abajo hacia arriba, no estaría mal. Permitiría la fortaleza del testimonio. La energía del ejemplo.

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