Los medicamentos antidepresivos pueden ser de gran ayuda cuando el trastorno ha robado la alegría, la energía o la concentración a una persona. Pero a medida que el bienestar persiste, muchos buscan abandonar el tratamiento, dice un artículo de divulgación de Harvard.
ABSTINENCIA
Es peligroso dejar antidepresivos de golpe, advierte Harvard
Muchos síntomas del síndrome de discontinuación de medicamentos antidepresivos pueden minimizarse o prevenirse, asegura Harvard.
“Si le está yendo bien con los antidepresivos y no se queja de demasiados efectos secundarios, muchos médicos renovarán la receta indefinidamente, pensando que ofrece una protección contra una recaída de la depresión”, aclara.
Sin embargo, los efectos secundarios tolerados inicialmente pueden volverse menos aceptables con el tiempo.
Con todo, “la decisión de suspenderlos debe considerarse cuidadosamente y tomarse con el apoyo de su médico o terapeuta para asegurarse de que no está dejando de tomarlos prematuramente”.
¿Cómo funcionan los antidepresivos?
Estos fármacos funcionan alterando los niveles de los neurotransmisores, mensajeros químicos que se adhieren a los receptores de las neuronas (células nerviosas) en todo el cuerpo e influyen en su actividad.
Las neuronas finalmente se adaptan al nivel actual de neurotransmisores y pueden surgir síntomas, de leves a angustiantes, si el nivel cambia demasiado rápido. Por ejemplo, porque de repente se dejaron de tomar los antidepresivos.
Entre los antidepresivos más nuevos, los que influyen en el sistema de serotonina, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), están asociados con una serie de síntomas de abstinencia, a menudo llamados síndrome de discontinuación o retirada.
Síntomas de abstinencia
Los neurotransmisores actúan en todo el cuerpo y, por lo tanto, se pueden experimentar efectos tanto físicos como mentales cuando se dejan de tomar antidepresivos o se reduce la dosis demasiado rápido. Las molestias más comunes son:
- Digestivas: náuseas, vómitos, calambres, diarrea o pérdida del apetito.
- De vasos sanguíneos: sudar en exceso, sofocos o baja tolerancia al clima cálido.
- Sueño: problemas para dormir, pesadillas.
- Equilibrio: mareos.
- Control de movimientos: temblores, piernas inquietas y dificultad para coordinar los movimientos del habla y la masticación.
- Sentimientos no deseados: cambios de humor, sentirse agitado, ansioso, maníaco, deprimido, irritable o confundido.
- Sensaciones extrañas: dolor o entumecimiento, hipersensibilidad al sonido, zumbidos, entre otros.
A pesar de que algunos de estos síntomas pueden sonar difíciles de transitar, Harvard recomienda no desanimarse. “Muchos de los síntomas del síndrome de discontinuación pueden minimizarse o prevenirse reduciendo gradualmente la dosis durante semanas o meses, a veces sustituyendo medicamentos de acción más prolongada como la fluoxetina por medicamentos de acción más breve.
Otros consejos de Harvard son:
- No apurarse a querer dejar los medicamentos, escuchar la opinión médica al respecto.
- Delinear un plan junto al médico.
- Realizar psicoterapia, ya que, según Harvard reduce las probabilidades de sufrir una recaída.
- Reforzar el proceso con una buena nutrición, técnicas para reducir el estrés, sueño regular y actividad física.
- Buscar apoyo en el médico, un familiar o amigo cercano en la planificación.
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