El 20 de noviembre de 1845, las tropas argentinas enfrentaron con valentía el poderoso bloqueo anglo-francés en la histórica Batalla de la Vuelta de Obligado, un combate desigual en recursos pero superior en coraje. Este enfrentamiento, central para la defensa de la libertad, quedó inmortalizada en la historia del país y es recordado en el Día de la Soberanía Nacional.
DÍA DE LA SOBERANÍA NACIONAL
Qué fue la Batalla de la Vuelta de Obligado y por qué se celebra el 20 de noviembre
La Batalla de la Vuelta de Obligado en 1845 defendió la soberanía argentina ante potencias extranjeras. Hoy, el Día de la Soberanía Nacional honra ese heroísmo.
El bloqueo que desató el Combate de Vuelta de Obligado
En 1845, las potencias de Inglaterra y Francia habían impuesto un bloqueo naval sobre el Río de la Plata, buscando abrir mercados para sus productos a costa de la independencia comercial argentina. Fue un acto de intromisión que dio comienzo a un conflicto que afectó gravemente la economía y el orgullo nacional.
La flota enemiga, compuesta por 15 naves de guerra y escoltando 100 barcos mercantes, avanzó por el río Paraná con una potencia militar muy superior. En este contexto, el general Lucio Norberto Mansilla, designado por el brigadier y gobernador bonaerense Juan Manuel de Rosas al mando de las defensas argentinas, decidió convertir la Vuelta de Obligado, un estrecho del río de 700 metros, en el escenario de una defensa épica. Con cadenas que atravesaban el río y baterías artilladas en las orillas, la estrategia buscaba frenar el avance de los invasores a cualquier costo.
Así fue como, el 20 de noviembre, las fuerzas argentinas enfrentaron un ataque masivo con cañoneo y descargas de cohetes Congreve. Pero a pesar de la inferioridad tecnológica, lograron poner fuera de combate a varios barcos enemigos, rechazando a dos de las potencias más avanzadas del mundo con determinación y sacrificio.
Impacto y Día de la Soberanía Nacional
Aunque la batalla terminó con 250 pérdidas humanas y materiales significativas para las tropas argentinas, el impacto del combate resonó mucho más allá del campo de batalla. El heroísmo que demostraron los defensores generó un sentimiento de unidad y orgullo nacional que obligó a las potencias invasoras a repensar su posición.
Tras años de hostigamiento constante por parte de Mansilla y sus hombres, Inglaterra y Francia firmaron tratados que reconocieron la soberanía argentina sobre sus ríos interiores y devolvieron la isla Martín García.
El Día de la Soberanía Nacional, celebrado cada 20 de noviembre, recuerda no solamente una batalla, sino también la perseverancia de un país por mantenerse independiente frente a los intereses externos. Es un recordatorio de que la soberanía no es un regalo, sino un derecho que se defiende con valentía y unidad.
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