Los números de Meta mostraron un crecimiento sólido en ingresos, pero un desplome en las ganancias. La empresa informó US$ 2.700 millones de utilidad neta, una caída del 83% interanual, afectada por un cargo impositivo extraordinario. Aunque el beneficio ajustado por acción fue de US$ 7,25, superando las estimaciones del mercado, el castigo fue inmediato.
CAE MÁS DE UN 11%
Meta se desploma en Wall Street y la City se pregunta: ¿Comprar o vender?
Los números de Meta mostraron un crecimiento sólido en ingresos, pero un desplome en las ganancias y sus acciones llegan a caer más de un 11%.
Los inversores no castigaron los resultados por débiles, sino por el giro de Zuckerberg hacia un gasto sin límites. Allaria explicó que el aumento de costos y del capital invertido en IA podría presionar los márgenes y erosionar el flujo de caja libre durante los próximos trimestres.
Sus acciones recibieron un duro castigo en Wall Street:
El capex previsto para este año se eleva a entre US$ 70.000 y US$ 72.000 millones, mientras los gastos totales avanzarán entre 22% y 24% frente a 2024. Además, la compañía espera que ambos crezcan aún más en 2026, un escenario que genera tensión en la valuación actual.
El miedo al exceso
Durante los últimos meses, Meta fue símbolo del entusiasmo inversor por las tecnológicas. Subió más de 27% en el último año y alcanzó un máximo de US$ 796,25. Pero el informe del tercer trimestre cambió el clima.
La consultora considera que el gasto en infraestructura y nómina podría crecer a un ritmo “materialmente superior” al de los ingresos, lo que pondría en duda la sustentabilidad del actual modelo de inversión.
Zuckerberg insiste en que la apuesta por Meta AI es estratégica. La aplicación ya superó los 1.000 millones de usuarios activos, lo que la posiciona como una de las mayores plataformas de inteligencia artificial de consumo en el mundo. Sin embargo, el mercado empieza a preguntarse si los beneficios futuros justificarán la magnitud de las inversiones presentes.
Las luces y sombras del negocio
El negocio central de publicidad volvió a mostrar fortaleza, con un incremento interanual del 25,6% y un avance del 10% en el precio promedio por anuncio. Los usuarios activos diarios crecieron 7,6% hasta los 3.540 millones, mientras el ingreso promedio por persona subió 17,7% a US$ 14,46.
Estos datos confirman que la plataforma mantiene un nivel de actividad récord. Sin embargo, el problema no está en la demanda, sino en la estructura de costos.
Allaria señala que Meta cerró el trimestre con US$ 44.450 millones en caja, tras recomprar US$ 3.160 millones en acciones y distribuir US$ 1.330 millones en dividendos. Pero el aumento constante del gasto en IA amenaza con diluir ese colchón financiero si no logra generar retornos acordes.
Una valuación que divide al mercado
Pese al desplome, Meta continúa cotizando con múltiplos exigentes. El fwd P/E se mantiene en 25,6 veces, por encima del promedio histórico de 22,2x, y el valor sobre ventas se ubica en 9,1x.
De acuerdo con Allaria, una valuación razonable estaría cerca de los US$ 770, equivalente a 25 veces el beneficio estimado para 2026 y 12 veces el EBITDA del mismo año. Con el papel cotizando alrededor de US$ 659, el potencial de suba ronda el 28%, aunque con un nivel de incertidumbre elevado.
El mercado, en consecuencia, se encuentra dividido. Algunos fondos ven en la caída una oportunidad para recomprar posiciones a precios más atractivos. Otros temen que el impulso de la inteligencia artificial haya llegado a un punto de saturación y prefieren esperar señales de control del gasto antes de volver a entrar.
¿Una oportunidad?
En la City porteña predominan las lecturas cruzadas. Para los traders más agresivos, la baja del 11% podría ser una entrada táctica antes de un rebote técnico. Para los más conservadores, la tendencia del gasto y la pérdida de márgenes justifican mantener cautela.
El informe de Allaria coincide parcialmente con esa visión. Aclara que las inversiones actuales impulsarán el crecimiento de ingresos, pero advierte que “el fuerte aumento del capex y los gastos operativos presionará las expectativas de ganancias y el flujo de caja libre”.
Entonces
La corrección de Meta no parece ser un simple ajuste técnico. Representa el punto de inflexión entre el optimismo ciego por la IA y la exigencia de resultados concretos.
El mercado ya no premia promesas, exige evidencia. Meta enfrenta el desafío de demostrar que su apuesta por la inteligencia artificial puede traducirse en beneficios sostenibles sin comprometer su rentabilidad.
Allaria resume el dilema con precisión. A estos precios, la acción no luce cara en términos de potencial, pero tampoco barata frente al riesgo.
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