El ministro de la deuda, Martín Guzmán, volvió a quedar en el ojo de la tormenta luego de una feroz ofensiva no solo desde el Instituto Patria sino también desde un sector de la Casa Rosada.
CRUJE EL FDT
Déficit 2,9%: La Rosada le mide el aceite a Martín Guzmán
Tras la derrota electoral y de cara al 2023 empezaron las maniobras de supervivencia de cada espacio que compone el FDT. Martín Guzmán, cada vez más solo.
Según pudo saber Urgente24, las declaraciones de Joseph Stiglitz sobre el supuesto "milagro argentino" por la herencia recibida del inútil expresidente Mauricio Macri no fueron más que elogios hacia la gestión de Guzmán por comentarios que le habrían llegado del propio ministro respecto a la posibilidad de que en marzo deje de ser funcionario nacional luego de cerrarse un eventual acuerdo con el FMI, que ya proyectan en el mercado podría ser de transición por tan solo 2 años.
Mientras tanto, la CGT se prepara por estas horas para iniciar su propia ofensiva para recuperar los $4.000 millones que Hacienda les quedó debiendo por las obras sociales en 2021 y lograr en 2022 otros $35.000 millones en concepto de subsidios del Tesoro Nacional.
A esto se suma lo que pueda pasar con la obra pública, las tarifas, los servicios y el transporte con el consecuente impacto político con gobernadores e intendentes, quienes permanentemente amenazan con soltarle la mano al presidente Alberto Fernández.
El periodista Maximiliano Montenegro volvió a hacer hincapié en el enojo que hay en el oficialismo por Guzmán:
"La información que tengo es que más allá del respaldo de Alberto Fernández hacia Martín Guzmán, que sigue siendo total, hay un enojo muy, muy, grande en los otros actores de peso del Frente de Todos con el ministro de Economía. Hablo de los principales integrantes que no son el presidente y sus ministros más fieles del Gabinete, llamados Albertistas, que tienen poco peso político.
Ya le es cada vez más difícil congeniar el relato que le vendió a cada uno de los integrantes del Frente de Todos con la idea de que iba a un acuerdo con el FMI digerible políticamente y que eso iba a despejar el rumbo desde el punto de vista económico".
En una transmisión en vivo vía YouTube, el economista insistió: "No quiero detenerme en las fuertes frases que se dicen sobre el ministro pero está la idea de que le dijo a cada uno lo que quería escuchar, infló las expectativas, vendió humo pero al final del camino dejó al Gobierno en una encrucijada.
A La Cámpora les vendió que se iba a poder negociar a 20 años, luego que se iba a poder hacer un recorte de las sobretasas del FMI y finalmente le vendió a toda la política que el Fondo aceptaba un sendero gradual de reducción del déficit fiscal, empezando por un 3,3% de déficit primario en 2022. Por ahora no consiguió nada. Nada".
Entonces, reveló:
En esta línea, continuó:
"La meta de 2022 exige un fuerte recorte de subsidios en energía y en mucha menor medida en transporte para no tener que usar la licuadora de la inflación.
Obviamente, al Gobierno le preocupa el 2022 y el 2023 pero el tema fundamental ahí es cómo le vende Guzmán a Cristina Kirchner una meta del 1,5% para el año 2023, que es el decisivo. Ante todo esto, Guzmán patea la pelota y plantea que todo este problema se generó porque no se aprobó el presupuesto 2022 donde se establecía un déficit de 3,3% y que el FMI iba a darlo por hecho".
El problema actualmente es que "tanto el mercado como el Frente de Todos concluyen que cualquier acuerdo con el FMI va a ser malo, fundamentalmente porque es difícil que la Argentina mejore su riesgo país o se le abra el financiamiento externo".
"Los mercados le empiezan a asignar a la Argentina una alta probabilidad de que vaya a una nueva reestructuración de la deuda por la acumulación de vencimiento a partir de 2026", cerró.