CÓRDOBA. El cierre de Martín Llaryora como intendente de Córdoba ya ha comenzado. El jefe comunal, que será candidato a gobernador por el PJ cordobés, ya tiene el traje puesto y comenzó a acomodar su funcionamiento para poder empezar a traspasar responsabilidades en la práctica.
INTENDENCIA
Martín Llaryora tiene casi listo a su heredero: Quién es
Martín Llaryora cierra su etapa como intendente y le abre paso a un candidato "lógico". De qué se trata la interna peronista en Córdoba.
En ese sentido, la tarea no fue fácil. Hasta hace algunos meses, Llaryora no tenía un candidato sumamente claro para poder transmitirle la defensa de la gestión, esa que lo llevó a poder pelear por la gobernación en este 2023.
Sin embargo, las últimas semanas de campaña aceleraron los procesos y un nombre surgió con fuerza en los pasillos municipales en Córdoba: Daniel Passerini. El viceintendente actual sería el apuntado para defender la Municipalidad del embate que probablemente Juntos por el Cambio quiera practicar.
Si bien todavía restan confirmaciones, todo parece indicar que el médico y ex ministro delasotista reuniría los avales necesarios del intendente para quedarse con la boleta. Algo natural ya que Llaryora se puede ver bien reflejado en Passerini.
Oriundo de Cruz Alta, el profesional de la salud fue intendente de ese lugar en el Interior cordobés y recorrió un extenso camino en la administración provincial. Lo propio supo hacer Martín Llaryora, quien primero administró San Francisco para luego llegar a Córdoba.
De ese modo, el intendente estaría siguiendo los mismos pasos que supo aplicar su mentor, Juan Schiaretti, con él mismo. Es decir, aplicar una especie de “escuela” dirigencial que va renovando los nombres período a período.
Ese proceso no es casualidad. Con la salida de toda una generación peronista del ámbito provincial, la renovación fue fríamente calculada.
No obstante, no todo fluye de manera pacífica. La selección de Passerini encuentra resistencia en otra figura muy cercana a Llaryora: el secretario de Gobierno, Miguel Siciliano.
El funcionario es un pretendiente fuerte de la candidatura, aunque no tendría los pergaminos que sí ostenta Passerini. A pesar de ello, Siciliano no querría claudicar en sus intenciones.
Por eso mismo, el intendente Llaryora evitó hasta aquí hacer referencias públicas a sus referencias. Eso implicaría una sentencia contra un Siciliano que es clave en el Gobierno municipal, al que todavía le queda un trecho por delante.
Ahora bien, Martín Llaryora buscó hace tiempo interlocutores que fueran marcando la tendencia de su predilección. Basta tan solo con ver las apariciones de Passerini en actos en los que las tres esferas peronistas se encuentran (Schiaretti nacional, Llaryora provincial y Passerini municipal).
Esas imágenes, cargadas de simbolismo, se suman a las opiniones de diversos funcionarios que ya dan por sentado que Passerini será el heredero de la gestión. Algo que iría dejando suavemente fuera de juego a Miguel Siciliano, que sin dudas será fundamental para una eventual renovación del poder.
De ese modo, Martín Llaryora replicaría el proceso que él tuvo que atravesar para llegar a la candidatura que hoy ostenta. El verticalismo del peronismo de Córdoba es una de las premisas que condujeron a una continuidad de más de 20 años, y por eso el intendente no piensa cambiarlo ahora.
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