CÓRDOBA. Martín Llaryora continuó el domingo pasado con fuertes acciones de campaña, mientras a nivel nacional su mentor, Juan Schiaretti, negociaba el potencial ingreso a Juntos por el Cambio. El candidato a gobernador e intendente de Córdoba capital dejó bien en claro con sus movimientos que no hay lugar a especulaciones, y que divisa en la sucursal local de la oposición nacional a un adversario.
SIN FRENO
Martín Llaryora no baja guardia a pesar de coqueteo con JxC
Martín Llaryora no pisa el freno a pesar de las gestiones de Juan Schiaretti en Juntos por el Cambio. Para el candidato, sigue siendo la oposición.
Durante el súper domingo que se desarrolló en la provincia (88 elecciones municipales), Llaryora salió a capitalizar algunos resultados buscando fortalecer su recorrido, sobre todo en el sur provincial. Para ello se presentó en un lugar fríamente calculado: Sampacho.
En esa localidad del sur cordobés, el candidato a gobernador se presentó a vitorear a Franco Suárez, intendente del lugar y ganador del domingo. Todo ello en medio de versiones de fusión con la oposición a nivel nacional, y de algunos resultados inesperados a nivel provincial.
La elección de la localidad sureña respondió a la necesidad de Martín Llaryora de reforzar su figura allí de cara al 25 de junio. Esa región del interior cordobés es la que más dudas ha generado a su equipo de campaña debido a los resultados electorales de la zona y a las encuestas, que marcan cierta fortaleza de Luis Juez (JxC).
“Cuando sea gobernador acompañaré a cada gestión local. El progreso en Córdoba se consolida de manera federal, junto al interior del interior”, expresó el candidato a gobernador de Hacemos Unidos por Córdoba. Así, buscó mostrarse hermético a los bombazos nacionales que involucran a su mentor.
Para el candidato del peronismo, las aventuras de Schiaretti a nivel nacional son funcionales a un “blindaje” de la provincia. Al borrar las fronteras partidarias, el actual gobernador le es de gran ayuda a un Llaryora que viene adelantado en la opinión, pero que está lejos de haber asegurado la victoria.
De hecho, el propio candidato a gobernador ha sido de gran ayuda para que Juan Schiaretti este en boca de todos a nivel nacional. Con la apertura local del oficialismo, y el traspaso de decenas de dirigentes de Juntos por el Cambio en medio de la campaña, Llaryora generó conexiones impensadas y posibilitó un apoyo pro schiarettista dentro del arco opositor.
Con todo eso en cuenta, al intendente de Córdoba no parece quedarle más que seguir su rumbo, sin entrar a salpicarse con las batallas nacionales. Aunque, claro, un ingreso de Schiaretti a Juntos por el Cambio podría implicar el sello de su victoria por adelantado.
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