CÓRDOBA. El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, concretó el “sueño” de varios de los mandatarios provinciales en medio de la contundente crisis económica: cerrar una paritaria. Tras una extensa tensión con el Sindicato de Empleados Públicos (SEP), el oficialismo concretó un acuerdo por tres meses que se adapta a la dura realidad fiscal venidera.
ACUERDO
Martín Llaryora desactivó fuerte bronca a horas del paro en Córdoba
Martín Llaryora pudo alcanzar un acuerdo en medio de un clima de alta tensión por el paro de la CGT. Al mismo tiempo, negocia por la Ley ómnibus.
La negociación se encauzó en la tarde del martes 23/1, tras un encuentro entre el gobernador Llaryora y referentes gremiales que sostenían la necesidad de mantener el acuerdo logrado durante la gestión de Juan Schiaretti. Esas condiciones implicaban una paritaria gatillo que se adecuaba directamente a la inflación.
Con la aceleración del fenómeno en los últimos dos meses, la nueva administración provincial no iba a poder cumplir con lo pautado anteriormente. Eso, sumado a una redistribución de los ingresos de los activos provinciales hacia la Caja de Jubilaciones y el Apross generó un clima muy tenso que se notó poco por el receso administrativo.
Ahora, las nuevas condiciones acordadas con los estatales provinciales implican una serie de aumentos que están por debajo de la inflación proyectada, sumado a conceptos no remunerativos. “El acuerdo es inteligente para el Gobierno y para los gremios”, señalaron desde el Gobierno a La Voz.
Por otra parte, el acuerdo no abarca a los jubilados provinciales, que tendrán un régimen propio. Precisamente, Llaryora anticipó que ese sector no podía “pagar el ajuste”.
Condiciones de Martín Llaryora
Para el SEP, el mayor logro del acuerdo fue la reincorporación de al menos 700 contratados que habían perdido su trabajo a partir del 1 de enero pasado. Se trata, en su mayoría, de empleados de salud.
En enero, los empleados públicos percibirán un 10% de incremento más un bono de 40 mil pesos no remunerativo. En febrero, la actualización será del 50% del IPC, más un nuevo bono de 40 mil pesos, al igual que en marzo, donde el bono aumentará en 50 mil pesos.
Por el momento, a Llaryora le faltan rubricar acuerdos con otros estatales como la UEPC. Precisamente en marzo es cuando vuelven las clases, y los docentes tienen un mayor poder de fuego para negociar.