CÓRDOBA. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, dejó en claro a través de sus representantes en el Congreso que no será parte de los movimientos del kirchnerismo que buscan desacatar a la Corte Suprema respecto a la coparticipación de CABA. El líder del PJ cordobés ordenó a sus legisladores condenar, de manera contundente, la actitud adoptada por Alberto Fernández, al que acusaron de atentar contra la institucionalidad.
PJ
Juan Schiaretti vapulea a Alberto y lo deja aún más solo
Juan Schiaretti cargó fuertemente contra el presidente en el Congreso. Además, le "serruchó" un dirigente en Córdoba.
En ese sentido, la que llevó la bandera crítica a lo más alto fue la senadora Alejandra Vigo, una de las cabezas del peronismo cordobés. “Desde Córdoba no discriminamos, pero tampoco aceptamos que se nos discrimine. No vamos a dejar que nos empujen a la confrontación entre provincias y regiones”, señaló sobre el intento que el presidente tuvo para poner a las provincias contra la Ciudad de Buenos Aires en un acto en el Norte.
Además, todo el bloque de diputados de Córdoba Federal se expresó a través de un comunicado, en el que señalaron directamente contra el presidente. “Alberto Fernández dice que hay que hacer las obras. ¡Y claro que hay que hacerlas!… ¿Hace cuántos años que no pueden terminar el gasoducto Néstor Kirchner? Y, en Córdoba, invirtiendo 900 millones de dólares propios, se construyeron 2.800 kilómetros de gasoductos”, aseguraron quienes responden a Juan Schiaretti.
El texto, que circuló desde el Twitter oficial del bloque, sentó las bases de un discurso mucho más duro contra el oficialismo. si bien el schiarettismo hace rato que rechazó el modelo kirchnerista, nunca antes se había señalado con nombre y apellido al presidente. “Sorprende que Alberto Fernández se manifieste permanentemente en contra de los sectores productivos, que son el motor de la economía nacional, los que generan empleo genuino y desarrollo para el país. Ese federalismo no es el que reparte desde la Casa Rosada y que, a diferencia de lo que hacemos acá, subsidia el desempleo y no el empleo. No genera riqueza, ni crea oportunidades, ni empuja el crecimiento con justicia social en Argentina como propiciamos en nuestra provincia”, reprocharon los legisladores.
De hecho, el comunicado tal vez sea el precedente de una postura mucho más dura con el Gobierno nacional por parte de Córdoba. En ese orden, el Frente de Todos local le promete a Schiaretti devolver gentilezas en la campaña.
Con vistas a eso último, el schiarettismo ya estableció sus cañones contra el golpeado oficialismo. El último movimiento competente a eso fue una foto que significó la siembra de una gran duda para el kirchnerismo local.
¿Gill deja a los K?
Además de las críticas al presidente, Juan Schiaretti se encargó de hacer saber que está a punto de llevarse uno de los dirigentes kirchneristas más importantes a su espacio. O, más bien, repatriarlo.
Se trata de Martín Gill, el intendente de Villa María y ex secretario de Obras Públicas de la Nación, que fue candidato a diputado en 2021 por el Frente de Todos. El funcionario, que supo ser muy cercano a Alberto Fernández, estaría considerando retirarse del oficialismo y volver a sus bases peronistas, habiendo salido del propio schiarettismo.
Eso fue graficado en el día de ayer cuando, luego de ausentarse a una reunión provincial del Frente de Todos, Gill se tomó fotos con el gobernador de Córdoba en su ciudad. Si bien alrededor del villamariense niegan un “abandono del barco”, la realidad es que la ausencia y posterior aparición junto a Juan Schiaretti generó mucho enojo en las entrañas oficialistas.
Al respecto, algunos especulan que la figura de Martín Gill se trata de un “doble agente”. Lo que no se sabe muy bien es a quién respondería finalmente.
Las especulaciones más fuertes alrededor del intendente proponen que su plan es buscar acercarse a Martín Llaryora, el candidato del schiarettismo para el 2023. Una vez logrado ese acercamiento, Gill podría funcionar como puerta de entrada del kirchnerismo al peronismo cordobés que, hasta hoy, permanece blindado por diferencias personales entre los líderes de uno y otro espacio.
Lo mismo se plantea a la inversa, con Gill llevando obra pública a Córdoba sin riesgo de que las críticas a Nación hagan caer los financiamientos. En ese caso, el dirigente se estaría “despegando”.
En cualquiera de las opciones, Martín Gill se encuentra en un limbo que tan solo el tiempo podrá dilucidar. Lo cierto es que forma parte de un tira y afloje entre oficialismo y oposición dentro del mismo peronismo.
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