Hay una suerte de ley no escrita que sostiene que el kirchnerismo manifiesta sus diferencias con Alberto Fernández con una serie de declaraciones de figuras que van en in crescendo. Se resume así: primero habla el 'Cuervo' Larroque; después, Máximo Kirchner, y al final, para certificar todo lo anterior, Cristina Kirchner.
NERVIOS EN CASA ROSADA
Habló Larroque, habló Máximo...¿hablará Cristina?
Una ley no escrita sostiene que el kirchnerismo manifiesta sus diferencias con Alberto Fernández con un in crescendo que va desde el camporismo hasta la Vice. ¿Completará CFK esta vez la trilogía?
Bueno, Larroque y Máximo ya hablaron. ¿Será un preludio? Ambos camporistas coincidieron, entre otras definiciones, en que el Presidente debe convocar a una mesa política del Frente de Todos para zanjar diferencias y trazar una hoja de ruta de cara al año electoral. Pero, más importante, buscaron presionar para que de alguna forma el Gobierno pueda salir del corset al gasto que significan los vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
¿Completará la Vicepresidente la trilogía con algún tipo de expresión en ese sentido? En el último tiempo, CFK se ha replegado en sus redes sociales, donde publica sus pareceres. u otras acciones (como reuniones en su despacho del Senado). La pelea con el Poder Judicial es el principal objeto de sus tuits. Han sido más acotadas, en cambio, sus valoraciones en términos económicos, una constante durante la gestión de Martín Guzmán en el ministerio de Economía.
Si se cumple aquella regla de hecho, Cristina Kirchner podría estar preparando algún tipo de declaración respecto a los temas que antes abordaron su hijo y el ministro bonaerense. U otros que considere más relevantes. La sola idea genera nerviosismo en la Casa Rosada, donde la interna se vio recrudecida a partir de un enfrentamiento entre Alberto Fernández y su ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro, otro camporista.
Máximo Kirchner volvió a criticar la presunta falta de dureza del Gobierno para negociar con el Fondo y obtener mejores condiciones para el repago de la deuda de US$44 mil millones contraídos por la gestión de Mauricio Macri.
“Yo entiendo que estaba apretado por el mercado local, por los especuladores, pero también entendía que se jugaba el futuro de varias generaciones. Deberíamos haber seguido negociando, ser más duros”, dijo el diputado Kirchner en una entrevista publicada el domingo en el portal El Cohete a la Luna, que dirige Horacio Verbitsky.
El líder de La Cámpora, dijo que no se trataba de "un buen acuerdo" como manifestó el Presidente y pidió una "resolución política".
Entonces, dijo: "Imaginate si Larreta, Massa, De Pedro, Fernández, Cristina, Manes y hasta la izquierda se presentasen ante el FMI y le dijesen: Así no podemos. Imaginate si al FMI no le quedase otra que entender que no hay una quinta columna en el país que busca sacar tajada política del daño que provoca el endeudamiento, que no cuenta con una estructura política que aproveche el castigo que ocasiona a un gobierno democrático la sumisión a sus políticas. Porque esta curva de vencimientos puede cargarse a los políticos de cualquier signo que queden al mando del país, todo el sistema político está jugando con fuego. Esta situación requiere que la dirigencia se plante no con una actitud patriotera sino de responsabilidad e inteligencia, porque hay 50 millones de personas que demandan soluciones reales, concretas y rápidas. Y si los acreedores se llevan puesta a toda la dirigencia, ¿a quién van a poner? ¿A un tipo que apenas consigue hilar monosílabos?".
Larroque también había señalado el acuerdo con el FMI como un problema a resolver. "Está claro que estamos presos de la trampa que es el acuerdo con el FMI. Eso hay que resolver. No podemos contentarnos, no sería honesto maquillar una situación que es muy compleja", dijo.
El N°2 de La Cámpora denunció días atrás el "ajuste" -palabra maldita en el léxico K- que "es la política que está rigiendo en la economía" al referirse al acuerdo.
El Gobierno, sin embargo, se apega a la letra del acuerdo, y el ministro de Economía, Sergio Massa, cumplió las metas establecidas para este año, incluso por encima de las mismas, como las del décifit fiscal primario y la de las reservas del Banco Central.
Massa cuenta con el aval de Cristina Kirchner. Si la Vice apunta contra el acuerdo, debilitaría la hoja de ruta del ministro. Hasta ahora no lo ha hecho. Puede ser que Larroque y Máximo anticipen la opinión de CFK, pero no son sus voceros. Ella lo ha dicho: "No dejo que nadie hable por mi".
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