CÓRDOBA. El gobernador Juan Schiaretti será uno de los pocos gobernadores peronistas que no acompañarán el impulso de juicio político que Alberto Fernández propuso en contra de Horacio Rosatti, uno de los miembros de la Corte Suprema de Justicia. Siguiendo con la línea opositora que tomó en los últimos años, el ‘Gringo’ le habría ordenado a sus legisladores mantenerse al márgen en los comentarios, pero no darle apoyo parlamentario a la petición.
EMBESTIDA
El gobernador PJ que no apoyará el juicio político a Rosatti
Un gobernador peronista no acompañaría la embestida de Alberto Fernández contra Horacio Rosatti. Pocas chances de juicio político.
Para Juan Schiaretti, el tema judicial es uno de los tópicos más complicados debido a que, según considera el cordobés, es un tema contraproducente desde lo electoral. Con vistas a una lejana proyección nacional, el gobernador de Córdoba prefiere mantenerse neutral ante esa puja que actualmente presenta el Frente de Todos y en especial el kirchnerismo.
Y si bien el caso de Córdoba puede ser aislado, eso podría replicarse en otros distritos con gobernadores peronistas. Sobre ello, Alberto Fernández considera que es clave el apoyo de las autoridades de todas las provincias para poder avanzar contra la Justicia.
En ese sentido, Juan Schiaretti es un actor con mucha llegada al resto de los gobernadores, a pesar de ser abiertamente opositor dentro del mismo peronismo. Con él viaja una gestión de 23 años que cualquier gobernador soñaría tener.
Por ello, la postura de Córdoba podría irse replicando en algunos casos en los cuales el contacto con el gobernador cordobés es permanente. Un ejemplo de ello es Santa Fe, Entre Ríos o San Juan, a quienes Schiaretti considera provincias “gemelas” con las que comparte algunos acuerdos políticos.
Al respecto, Juan Schiaretti busca convertirse en el centro de un consenso nacional que evite el tipo de iniciativas que Alberto Fernández quiere llevar adelante. Desde Córdoba entienden que el presidente está dispuesto a generar una profunda fragmentación nacional con tal de salvar la situación judicial de su patrocinadora política, la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Así las cosas, el caso de Juan Schiaretti podría disparar una red de “deserciones” políticas alrededor de los gobernadores que rodean al presidente, quien se encuentra en busca de sanar las diferencias con la vicepresidente. Algo que parece estar más que lejos de suceder en la práctica.
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