Córdoba: El PRO lanzó su propio Hot Sale de dirigentes

Cabe destacar que la posición del PRO en Córdoba no es la dominante, a diferencia de lo que sucede a nivel nacional. En la provincia mediterránea, Juntos por el Cambio está fuertemente influenciada por el radicalismo y, actualmente, por la gente del Frente Cívico encabezado por el candidato a gobernador Luis Juez.

Con esos dos espacios traccionando al resto de la sociedad opositora, el PRO quedó en un papel secundario que muchos dirigentes no están dispuestos a tolerar. Eso puede verificarse incluso dentro de las listas presentadas que, en casi todos los casos, dejaron a los del partido amarillo sin espacios de poder.

Un ejemplo claro de ello fue el de Javier Pretto, ex presidente del PRO en Córdoba que se pasó a las filas del oficialismo y obtuvo la candidatura a viceintendente de Daniel Passerini, el candidato del PJ para continuar con la gestión en Córdoba Capital. Precisamente ese cambio imprevisto de camiseta fue el puntapié inicial para una crisis masiva en el PRO cordobés.

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En Córdoba, De Loredo y Juez se quedaron con todo.

El temblor, por supuesto, fue empujado por el oficialismo cordobés, que dispuso una apertura de puertas a una coalición de gobierno ampliada. Ante esa oferta, dirigida a todos los disconformes opositores que pretenden morder un cargo en 2023, provocó la inauguración de un auténtico Hot Sale político de dirigentes.

En muchos casos, los disconformes incluso ya formaron parte de la campaña de Juntos por el Cambio con expectativas que no fueron cumplidas. Y que podrían movilizar a más dirigentes a perpetrar “traiciones”.

Uno de ellos es Pedro Dellarossa, el ex intendente de Marcos Juárez y hombre cercano a Mauricio Macri. El dirigente, que fue protagonista en 2022 por la elección en la que pudo retener el municipio de Marcos Juárez para su candidata Sara Majorel, deslizó la posibilidad de encarar funciones para el oficialismo en caso de que eso sea ofrecido.

“Antes de las elecciones no, nunca. Después de las elecciones, si hay un ofrecimiento para ocupar un cargo, lo charlaría con mi partido y si estamos de acuerdo lo aceptaría. No hay ningún problema, tenemos que ponernos de acuerdo qué queremos hacer en ese ministerio o lugar de gobierno. Y que se cumplan las pautas”, explicó a Radio Suquía. El hombre de Marcos Juárez quedó “herido” al ser relegado a la lista sábana de legisladores en el cierre de listas, puesto al cual terminó renunciando minutos antes de la presentación ante la Justicia Electoral.

Así, el dirigente del PRO buscaría asegurarse un futuro influyente, ya sea con una victoria de Juntos por el Cambio o con la continuidad del oficialismo. Algo que no cayó bien en la coalición opositora y acentuó las suspicacias contra los amarillos.

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El PRO amenaza con romperse.

El radicalismo también tiene ofertas

Al igual que en el PRO, el radicalismo sufre un problema de identidad entre algunos de sus dirigentes. El paradigma es el caso de Myrian Prunotto, la candidata a vicegobernadora de Martín Llaryora.

Al igual que Prunotto, numerosos intendentes del radicalismo ya fueron tentados para el pase al oficialismo. No obstante, la UCR es un hueso más duro de roer, ya que se trata del partido tradicionalmente dominante en la provincia.

El salto de los dirigentes radicales al PJ solo se puede concretar en caso de que la elección se muestre, en la previa, muy favorable al oficialismo. Con partidas para negociar, aquellos dudosos podrían tener otro cantar a la hora de sentarse a charlar con el posible próximo gobierno.

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