Una encuesta de Zuban/Córdoba & Asoc captó parcialmente la percepción de la sociedad argentina respecto al fallido intento de asesinato a CFK. Un hecho que, sin dudas, quedará grabado en la memoria colectiva del país por un largo tiempo.
ZUBAN CÓRDOBA
Atentado a CFK: 71% harto de la Grieta y la justicia en duda
Un 71% de la sociedad, harta de la grieta, profundizada por el atentado a CFK, reclama a los políticos acuerdo democrático. Mucha desconfianza en la justicia.
Los resultados más interesantes del estudio descansan en que un 71% de los argentinos reclaman a la dirigencia política un acuerdo democrático entre las mayores fuerzas políticas del país FdT y JxC y expresan su hartazgo con la grieta, profundizada a partir del atentado fallido a CFK. Además, el mismo porcentaje desconfía del trabajo que se encuentra realizando la justicia en el caso por sus “desprolijidades”.
El informe primero destaca lo obvio: un 93% de los encuestados dice estar informado sobre lo sucedido. Esto se percibió claramente en los últimos diez días tanto en la agenda pública como mediática no se debatió casi sobre otro asunto.
En este sentido, la encuesta reveló la profundización de la grieta en Argentina a partir de este trágico hecho. La polarización parece no tener fin. Las mayores fuerzas políticas del país tenían la oportunidad de generar nuevos acuerdos para una mejor convivencia democrática pero en lugar de eso extremaron sus posiciones y se refugiaron en sus núcleos duros. Desde Zuban/Córdoba & Asoc sostienen: “La Argentina sigue esperando de sus políticos que sean capaces de normalizar el debate público”.
En esa línea el estudio aporta un dato interesante. Los argentinos, hartos de la grieta, profundizada por el atentado fallido a CFK, reclaman a los políticos un acuerdo democrático.
A pesar de que la sociedad no puede observar el atentado sin un matiz político, demanda pacificación y acuerdos democráticos. El 71 % piensa que el oficialismo y la oposición deberían firmar un acuerdo de convivencia democrática. El 76% piensa que el oficialismo debe acordar con la oposición para bajar la violencia política y un 67 % que la oposición es quien debe tomar la iniciativa. También, ante esta profunda grieta, un 71% dice que tanto el oficialismo como la oposición deberían moderarse luego del atentado.
De esta manera, el informe destaca el hartazgo creciente hacia la dirigencia política, sobre todo en lo que a la grieta se refiere. Porque la grieta es tan honda que ya no se discuten apreciaciones políticas sino que se pone en cuestionamiento la violencia y la peligrosidad del partido opositor. Los partidos políticos ya no son contrincantes sino enemigos. En los discursos no hay propuestas solo reproches.
Desde hace unos días, el kirchnerismo viene desplegando un operativo mediante medios oficialistas, funcionarios, referentes del FdT, actos y marchas que pretende vincular el intento de asesinato de Cristina Kirchner con los presuntos “discurso de odios” de medios no oficialistas y referentes opositores. Sin pruebas judiciales, solo respaldados en su relato nacional y popular. Por otro lado, la oposición continúa con sus luchas de poder peleas internas irreconciliables y eclipsadas, a la luz de la opinión pública, por el fallido ataque a CFK.
En esta línea, la encuesta ejemplifica la grieta en las respuestas sesgadas de los encuestados. Cuando se le pregunta, por ejemplo, por la responsabilidad y la madurez de los distintos sectores políticos ante el atentado, la mayoría responde según sus identificaciones partidarias.
Por eso, cuando se le pregunta en el estudio a la opinión pública qué sector influye positivamente para neutralizar y disminuirlos discursos de odio, la primera opción en aparecer es “ninguno” con un 32%.
Desconfianza en la justicia
En sintonía con la principal hipótesis actual de la justicia en la investigación del atentado, el 55% cree que el atacante fue parte de una organización o conspiración. Solo un 15% adhiere a la tesis del “loco suelto” o descerebrado.
Sin embargo, un 71% no tiene confianza en que la justicia vaya a esclarecer lo sucedido. Parte de esa desconfianza se explica por las investigaciones lentas, extrañas y desprolijas que caracterizan al poder judicial argentino. Además de la incertidumbre y las sospechas de la opinión pública respecto a casos relevantes y mediáticos que nunca tuvieron respuesta alguna o veredicto final como la extraña muerte del fiscal Nisman quién falleció un día antes de declarar los presuntos negociados entre el gobierno de CFK con Irán.
En el caso del intento de asesinatos a CFK, el formateo del celular del atacante, su pobre disposición para preparar el arma y la captura del momento justo del hecho, entre otras cosas, puede haber alimentado esta desconfianza.
Así las cosas, la percepción pública del gobierno continúa en su tendencia negativa. El 71% cree que el gobierno va en la dirección incorrecta y solo el 20% en la correcta y las imágenes de los líderes oficialistas continúan cayendo. CFK tiene 63% de negativa y el presidente Alberto Fernández 71%.
Más allá de la grieta, los encuestados revelaron una gran preocupación por el significado del fallido intento de asesinato a CFK en una sociedad democrática que quedará grabado por un largo tiempo en la memoria del país.
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