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LAS TELCOS Y LA GEOPOLÍTICA

Telefónica vende Latinoamérica (La hora de Beijing)

Giro estratégico de Telefónica: se concentrará en 4 mercados (España, Alemania, Brasil y Reino Unido). Pero todas sus filiales en Latinoamérica, excepto Brasil, están a la venta. Estos países sólo resultan el 20% de su facturación, demasiada inestabilidad, falta de transparencia en las legislaciones locales, etc. Telefónica prefiere vender, utilizar el dinero para bajar deuda y mejorar su perfil en Bolsa. Por supuesto que es un cambio estratégico que va más allá del pasivo. Al desprenderse de los lastres, la operadora centrará sus esfuerzos y su inversión en los mercados donde tiene mayores posibilidades de crecimiento, lo que impulsará sus ingresos y su rentabilidad.

En 1989 Telefónica realizó un enorme esfuerzo e invirtió en la Argentina, pese a la hiperinflación.

Por supuesto que obtuvo rentabilidad en su apuesta, gracias a Carlos Menem que resolvió la hiperfinflación, pero también aportó muchísimo para la modernización de la red de telecomunicaciones argentina.

Durante años la Argentina disfrutó de telecomunicaciones modernas pese a ser un país que atrasa en sus días, su organización, su corrupción y su falta de proyecto de país.

Y Telefónica invirtió en otros países latinoamericanos. Pero la región es compleja, no ha crecido según su potencial, mantiene mucha inestabilidad y es un problema -excepto Brasil, por el tamaño del mercado- para empresas como Telefónica que tiene mejores plazas para elegir.

En 2019 Telefónica cambia su opción geopolítica, justo cuando China está desplegándose en la región en mercados importantes, tales como la energía y las telecomunicaciones.

China está ofreciendo tecnología de punta y pone en problemas a USA: el litigio por el 5G es un problema y Donald Trump no encontró otra forma para frenar a quien lo supera en producto y calidad que prohibir a Huawei.

Algo parecido hizo con otro proveedor de tecnología: ZTE (Zhong Xing Telecommunication Equipment Company Limited).

China viene consolidando hace tiempo sus empresas de telecomunicaciones. Desde aquel día cuando China Mobile Communications, matriz de la mayor compañía de móviles del mundo, compró el operador de telefonía fija China Railcom (o China Tietong).

Telefónica conoce muy bien todo ese tema porque en ese momento participaba en 7,2% de China Netcom, a través de una inversión en Unicom, luego de aquella fragmentación en 4 de China Telecom.

Precisamente, el mercado chino tiene 3 grandes compañías con deseos de expansión: China Telecom, China Mobile y China Unicom.

En estos días, China inicia un programa de portabilidad de números de celulares en todo el país para permitir a los suscriptores de móviles cambiar entre diferentes operadores de servicios sin tener que cambiar sus números de teléfono móvil.

La tecnología, los sistemas y las reglas de los servicios relacionados con el programa han sido implementados después de una operación nacional de prueba, según la cartera china.

Del lado de Telefónica, su Consejo de Administración ha aprobado, a propuesta de su presidente ejecutivo, José María Álvarez-Pallete, el giro estratégico para priorizar los mercados donde la compañía pueda ser relevante y crecer en un modelo sostenible a largo plazo, impulsar las oportunidades de mayor potencial de crecimiento apalancando a la vez el valor de sus infraestructuras, e incrementar la agilidad y mejorar la eficiencia, según ha anunciado la empresa.

El plan presentado por Pallete se ejecutará en torno a 5 decisiones estratégicas:

> focalizar la inversión y crecimiento en los cuatro mercados más importantes de la compañía: España, Brasil, Alemania y Reino Unido;

> creación de Telefónica Tech, una compañía para los negocios de mayor potencial de crecimiento;

> creación de Telefónica Infra, una filial encargada de la gestión de las infraestructuras;

> un spin-off operativo bajo una única sociedad de los negocios en Latinoamérica (salvo Brasil), con vistas a una forma de gestión diferente y a una posible venta o salida a Bolsa posterior; y

> la redefinición del Centro Corporativo, con su simplificación.

Ahora bien, no es la primera vez que Telefónica realiza grandes redefiniciones estratégicas.

En días de José María Aznar, cuando Juan Villalonga tomó el timón, hubo una visionaria apuesta por Internet, las sinergias de contenidos y la convergencia digital. En aquellos días, Telefónica fue accionista de Multicanal, Cablevisión, Torneos y Competencias, Telefe, etc.

Luego llegó César Alierta, un conservador que hizo un giro inverso, y se retiró de todo lo nuevo para concentrarse en lo específico. Por lo menos dejó Movistar...

Ahora, su delfín dijo: "Estoy hablando de una nueva Telefónica. Una Telefónica preparada para los próximos 100 años", más de 2.000 millones de euros en ingresos adicionales, y 2 puntos porcentuales de mejora del margen de flujo de caja operativo (OpCF) en 2022.

Telefónica ha comprado el 50% del negocio de alarmas en España de Prosegur, en una operación valorada en 300 millones de euros, y tiene la opción de pagar en efectivo o con las acciones de su autocartera. 

Y ha empezado a analizar la venta de 50.000 torres de móvil, a su filial de infraestructuras, Telxius.

También anunció una alianza con Atresmedia para la producción de contenidos de ficción en español en todo el mundo, inicio de una compañía, participada al 50%, que producirá y distribuirá series y películas para Movistar+, Atresmedia en incluso para Netflix, Amazon y HBO.

Los mercados latinoamericanos no entran en ese enfoque. Si bien no está confirmada la apetencia china, es lo que descuentan los bancos de inversión convocados para avanzar en la venta masiva.

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