En lo que va de 2023, Toyota es la compañía automotriz que más autos importó a una Argentina completamente vaciada de dólares y con serias dificultades para ingresar productos desde el exterior. Y no se trata de cifras mediocres en un contexto igualmente mediocre, sino de números que pueden ser calificados como “buenos”.
Según informó el sitio especializado Motor1, la consultora Siomaa relevó que 4 de cada 10 autos importados en Argentina en 2023 pertenecen a Toyota o sus subsidiarias, Hino y Lexus. La marca japonesa, con presencia hace 26 años en Argentina, logró desafía la tormenta económica y demostró tener un plan de negocios casi tan sólido como sus productos en términos de desgaste.
Así, en el 2023 ya logró ingresar al país 36.361 vehículos, devorando más del 40% de los ingresos desde el exterior y creciendo más del 8% en esa materia respecto al 2022. Esos números de Toyota son un fuerte contraste ya que, en algunos casos, las importaciones cayeron hasta un 33%, como es el caso de Volkswagen.
Además de dominar el volumen de ventas en el mercado local, Toyota también se destaca como la importadora por excelencia. Ahora bien, ¿Cómo lo hace?
Según sus ejecutivos todo se debe a un modelo de negocios balanceado y no enmarcado en una visión nacional, sino regional. La subsidiaria de Toyota en Argentina es una pata más de la mesa sudamericana que la marca japonesa tiene.
En esa mesa se encuentra también Brasil, el contrapeso de la industria argentina. Cuando uno anda “mal”, el otro sale en apoyo de la actividad.
La mayor parte de los importados de Toyota provienen del país vecino. Además, allí viajan productos como Hilux y SW4, producidos a nivel local.
Ese intercambio comercial constante le permitió a Toyota un cupo casi ilimitado de importaciones, ya que la fábrica sostiene una balanza equilibrada con poca afección de las reservas del Banco Central. Ahora, eso le permite ser casi la única compañía del mercado en ofrecer vehículos importados en términos “normales”.
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