La ola de estafas digitales sigue cobrando víctimas mientras millones de personas se conectan diariamente a redes de WiFi públicas sin imaginar los peligros que acechan detrás de una simple conexión gratuita. Los delincuentes informáticos han perfeccionado sus técnicas para apoderarse de información confidencial y, especialmente, de los fondos que descansan en las cuentas bancarias de usuarios desprevenidos.
MUY GRAVE
Los riesgos de dejar activado el WiFi en dispositivos móviles
Las redes WiFi públicas pueden ser un blanco fácil para ciberdelincuentes que buscan acceder a información personal y financiera sin que los usuarios lo noten.
Las modalidades de ataque se han vuelto cada vez más elaboradas, según advierte el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE). Los expertos señalan que cuando una persona se conecta a una red pública, los ciberdelincuentes pueden interceptar toda la comunicación que fluye entre el dispositivo y el servidor, exponiendo información sensible como datos bancarios, contraseñas y documentos personales.
La situación se torna más preocupante al analizar el funcionamiento de los ataques conocidos como MITM (Man in the Middle). En este tipo de maniobra, el delincuente se posiciona como un intermediario invisible entre el usuario y, por ejemplo, el servidor del banco. En casos como estos, ninguna de las partes se da cuenta de esta intrusión mientras el atacante captura nombres de usuario, claves y toda clase de información financiera que luego utilizará para concretar el robo.
Los lugares más vulnerables para sufrir estos ataques son los espacios públicos como aeropuertos, shoppings y cafeterías, donde las redes abiertas carecen de protecciones adecuadas. Los delincuentes aprovechan esta situación para crear conexiones falsas que imitan a las legítimas, engañando a las personas que buscan acceso a Internet sin costo.
Cómo los ciberdelincuentes aprovechan el WiFi gratis
Ahora, un detalle que pocas personas conocen es que conservar la conexión inalámbrica activada en los dispositivos móviles representa un riesgo considerable, incluso cuando no se está empleando. Esta práctica permite que los dispositivos se conecten automáticamente a redes aparentemente confiables, facilitando el trabajo de los ciberdelincuentes que esperan pacientemente para infiltrarse en los equipos desprotegidos.
La prevención resulta fundamental para evitar caer en estas trampas digitales. Los especialistas del INCIBE recomiendan desactivar la conexión inalámbrica cuando no sea imprescindible su uso. Esta simple acción impide que los dispositivos se vinculen automáticamente a redes inseguras, reduciendo significativamente las probabilidades de sufrir un ataque.
Asimismo, otra medida esencial consiste en verificar que las páginas web visitadas utilicen el protocolo https, especialmente al realizar operaciones bancarias o ingresar información confidencial. Este sistema de cifrado añade una capa extra de seguridad a la transmisión de datos, dificultando el trabajo de los delincuentes que intentan interceptar la comunicación.
La realidad muestra que los ciberdelincuentes continúan desarrollando nuevas estrategias para vulnerar la seguridad de los usuarios. Por ello, mantenerse informado sobre estas amenazas y adoptar medidas preventivas se ha convertido en una necesidad impostergable para proteger no solo los recursos económicos, sino también la privacidad en el mundo digital.
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