En medio de una gran polémica, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) informó este lunes (17/01) que la vacuna contra el coronavirus producida por AstraZeneca no contiene "grafeno", una sustancia compuesta por carbono.
"ERROR DE TIPEO"
ANMAT: La vacuna AstraZeneca no tiene "grafeno"
La ANMAT aclaró que la vacuna contra el coronavirus producida por AstraZeneca no contiene "grafeno" y que la confusión se produjo por un "error de tipeo".
Según explicó el organismo oficial, la confusión se produjo debido a un "error de tipeo" en un informe oficial, que por estas horas estaba ocasionando gran escándalo en las redes sociales.
"Esta Administración Nacional aclara a la población que la vacuna COVID 19 AstraZeneca no contiene grafeno entre sus componentes", aseguró la ANMAT en un comunicado.
Y explica que "la información sobre el contenido de grafeno surge de un error en el tipeo del Informe IF-2021-120912800-APN-DECBR#ANMAT adjunto al expediente judicial y que fuera aclarado en la declaración realizada día martes 11 de enero del corriente año, en la causa judicial correspondiente, por la responsable del área".
"De este modo, en el punto 4 del informe donde dice 'el Grafeno se encuentra dentro de los componentes de la misma' debe decir 'el Grafeno NO se encuentra dentro de los componentes de la misma' ”, aclaró la ANMAT.
Qué es el grafeno
El grafeno es una sustancia compuesta por carbono puro, con átomos organizados en un patrón regular hexagonal, parecido al grafito.
Se trata de un material casi transparente, una lámina de un átomo de espesor es unas 200 veces más resistente que el acero actual más fuerte, siendo su densidad más o menos la misma que la de la fibra de carbono, y unas cinco veces más ligero que el aluminio.
Con respecto a su presencia en las vacunas contra el coronavirus, el año pasado se había difundido en todo el mundo una 'fake news' que rápidamente fue desmentida a nivel mundial.
Se trata de una fabulación que tuvo su origen en 2020, cuando las vacunas solo estaban en estudio, y se relaciona con otras conjeturas fantasiosas sobre la inoculación de nanobots, antenas o microchips de 5G con el fin de controlar la voluntad humana.