El director David Leone apostó todo en esta nueva película de la franquicia Terrifier, que se estrenó con grandes expectativas, pero terminó siendo más de lo mismo: sangre, vísceras y poco contenido. Mantiene los elementos que hicieron famosa a la saga, aunque falla en dar el salto cualitativo que los fans esperaban. Terror en el cine, pero raro.
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Terrifier 3: un Papa Noel sangriento y repetitivo
El film encuentra su mejor momento al situar la acción durante la Navidad, permitiendo que Art the Clown (interpretado por David Howard Thornton) se vista de Santa Claus para perpetrar sus característicos asesinatos. Esta elección estética genera algunos de los momentos más memorables: un Papá Noel con motosierra, anteojos oscuros y el inconfundible maquillaje de payaso asesino que ya es marca registrada de la franquicia.
Sin embargo, pierde el rumbo cuando intenta expandir su mitología. La incorporación de elementos sobrenaturales y una novia parlante para Art —que funciona más como recurso expositivo que como personaje— evidencian las limitaciones del guion. Leone parece más preocupado por sembrar pistas sobre el origen del payaso (que aparentemente se revelaría en una cuarta entrega) que por construir una narrativa sólida en el presente.
A pesar de los notables efectos de maquillaje y la destacada actuación física de Thornton, Terrifier 3 no logra superar a su predecesora. Con una duración que supera las dos horas, la película se pierde en diálogos forzados y relleno innecesario que diluyen el impacto de sus mejores momentos.
Para los fanáticos del gore extremo, entrega lo prometido en términos de violencia gráfica. Sin embargo, quienes busquen una evolución en la narrativa o un desarrollo más profundo de los personajes quedarán decepcionados.
Problemas serios con el slasher
A diferencia de los clásicos del género como Pesadilla en la Calle Elm, Viernes 13 o La Masacre de Texas —donde el horror servía como vehículo para explorar temas sociales profundos—, Terrifier 3 se queda en la superficie.
Leone parece no comprender que el slasher puede ser más que un desfile de violencia gratuita. Mientras Freddy Krueger representaba los miedos suburbanos de los 80 y Leatherface exponía la decadencia rural americana, Art the Clown existe en un vacío temático donde el gore es un fin en sí mismo, no una herramienta narrativa.
Para el lugar al que aspira Terrifier, ser un clásico de culto del slasher, necesita mucho más. Debe proponer más.
Terrifier 3 acaba de romper este récord mundial antes de estrenarse en Argentina
Terrifier 3 está sorprendiendo al mundo del cine al alcanzar una marca histórica en taquilla que muy pocos imaginaban posible para una película independiente de terror. Con un presupuesto chico y una trama llena de gore extremo, el director Damien Leone se la juega de nuevo con Art el Payaso, llevando el horror a nuevos límites.
El terror se está transformando en el género favorito de todo el mundo, y Terrifier 3 es el último ejemplo de cómo el cine independiente puede triunfar rompiendo las reglas. Habiendo recaudado $55 millones en taquilla, este filme logró un hito al convertirse en la película sin clasificación más taquillera del mundo, pero a la vez demuestra la capacidad del terror slasher para competir con grandes producciones, a pesar de su presupuesto modesto de $2 millones.
Dirigida por Damien Leone, la película va por el camino del extremismo gore y la libertad creativa, elementos que, según el propio director, serían imposibles de mantener bajo el control de un estudio de Hollywood. El cineasta compartió su entusiasmo en redes por este logro, que superó a Renaissance: A Film by Beyoncé, el anterior dueño del récord con una recaudación de $43 millones.
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