En Filadelfia, USA, una larga discusión entre vecinos terminó en un crimen fatal. Christopher Casey, de 56 años, fue recientemente sentenciado por el Tribunal del Condado de Montgomery a pasar entre 11 y 23 meses, seguidos de tres años de libertad condicional, en la cárcel del condado tras apuñalar hasta la muerte a su vecino Robert Wallace.
Un discusión cotidiana que acabó en un asesinato.
Casey este martes (13/08) se declaró culpable del cargo de homicidio involuntario y posesión de un instrumento del delito.
Discusión mortal
Una disputa cotidiana que se sale de control. Según Philadelphia Inquirer, ambos vivían uno al lado del otro en una casa dúplex en Upper Morland, Pensilvania. Solo una pared común los dividía. Según la familia, el difunto Wallace últimamente vivía fatigado. No dormía y su insomnio, que afectaba su vida y su capacidad para trabajar, respondía a un ruido odioso: los insoportables ronquidos de Casey que atravesaban el muro.
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Según la investigación, varias discusiones entre ambos precedieron al asesinato que quedaron registradas en las múltiples llamadas por disputas entre Wallace y Casey a la policía.
En una de ellas, molesto y agobiado por el ronquido tronador e insufrible de su vecino, Robert empujó la ventana del primer piso de Christopher y amenazó con matarlo.
Sin embargo, luego eligió la calma y se ofreció a pagar una cirugía que corregiría los ronquidos de la discordia. Pero Casey no aceptó; descreyó del cambio repentino del violento Robert, de esa señal de reconciliación. Entonces decidió sorprenderlo, tomó un cuchillo y, tal vez asustado, lo apuñaló varias veces hasta matarlo antes de llamar a la policía.
"En el lugar, la policía de Upper Moreland encontró un cuchillo militar grande y un teléfono celular en el porche delantero de la casa de Casey. En una zona de césped cercana, encontraron una mosquitera que habían quitado de una ventana junto a la puerta principal. La ventana estaba abierta cuando llegó la policía", dijo la fiscalía.
Las fuerzas de seguridad al llegar a la escena del crimen también encontraron sangre fuera de casa. Wallace yacía a 15 de metros del dúplex. Los servicios de emergencia lo llevaron a un hospital local, donde lo declararon muerto. Casey también fue trasladado a un nosocomio por una puñalada que se había infligido a sí mismo en el muslo derecho.
Ante el tribunal, Casey se disculpó con la familia de Wallace y calificó de “desafortunado” el enfrentamiento fatal. Su abogado, James Lyons, manifestó que el autismo de Christopher le dificulta abordar cualquier confrontación. “El -defendió- es un hombre realmente bueno que no estaba preparado para lidiar con este tipo de abuso y amenazas constantes".
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