Diego Dillenberger, desde la revista Imagen, ha refrescado las noticias sobre Juan Pablo Biondi, el colaborador de Alberto Fernández que, en teoría, se ha desvinculado laboralmente del Presidente de la Nación pero en los corrillos kirchneristas dicen que él ha vuelto a recibir a periodistas No-K para introducirlos en los misterios del 'Albertismo'. ¿A quién creerle?
AMENAZA DE LIBRO
Juan Pablo Biondi, Diego Dillenberger y Juan Carlos Torre
Director-editor de la revista Imagen, Diego Dillenberger cuenta que Juan Pablo Biondi prepara un libro. Inicio de la nota.
A Dillenberger, sin duda: según él, Biondi tiene en borrador un libro con sus experiencias en Casa Rosada (más bien Quinta de Olivos, donde llegó a instalarse durante la pandemia), a la vez que se ha insertado laboralmente en una consultora política llamada Ad Hoc.
Los kirchneristas reclaman que él en sus memorias agregue las reuniones con periodistas en una zona del barrio Puerto Madero. Una chicana sin necesidad. Tal como si Hernán Reibel Maier, el Biondi de Cristina Fernández de Kirchner y Máximo Kirchner, no hablara con muchos periodistas. Es su trabajo. Urgente24 ignora de qué trata todo eso.
Hay que disentir con Dillenberger en un dato: las memorias de Juan Carlos Torre nunca podrían compararse con las de Biondi. Intelectual importante, formación multidisciplinaria, veterano de las guerras ideológicas cuando en la Argentina existía la ideología, Torre tiene volumen. ¿Puede ofrecer algo semejante Biondi?
Pero no es una fragilidad sólo de Biondi. Todo indica que en el 'Albertismo' no hay personajes con semejante perfil. Tampoco Juan Vital Sourrouille, más allá de su fracaso atribuible a Raúl Alfonsín, quien en el marco del Plan Austral se negó a equilibrar las cuentas fiscales, es comparable con Martín Guzmán, economista 'light', a quien Paul Volcker no hubiera prestado atención (tampoco a Joseph Stliglitz, pero no viene al caso).
Según Dillenberger, el texto en borrador podría llamarse 'Diario de una temporada en la planta baja de la Casa Rosada', porque ahí estaba su despacho en la Casa de gobierno argentina, con rango ministerial, aunque su poder era el vínculo personal con Alberto Fernández y con Dylan, a quien acostumbraba llevar de paseo.
Creer que CFK leería con tanto interés el libro de Torre como el eventual de Biondi es suponer que ambos autores son equivalentes. Gigantesco error a menos que Biondi abra la caja fuerte y revele todo.
Una pregunta imprescindible: ¿contaría todo Biondi o solo una porción de su ascenso, caída y regreso? (porque él ha regresado ¿no? Al menos, sugestivamente, el 'Albertismo' ha resucitado en la letra y la voz de numerosos colegas que, curiosamente, todos conocen a Biondi).
Esto último lo destaca el director-editor de la revista Imagen, al contrastar a Biondi con su sucesora, Gabriela Cerruti, a quien le fascinan las conferencias de prensa, algo que nunca concedió Biondi, quien prefería sus diálogos con periodistas, provocando la aKusación de “autor de operaciones mediáticas” contra La Cámpora.
Esto no quiere decir que Cerruti no hable en privado con periodistas pero es indiscutible que los perfiles son diferentes y también la agenda de contactos.
He ahí la gran trivia de esta nota: si Biondi publica su libro
- ¿Es para reforzar la idea de Fernández 2023?
- ¿Es para reivindicar su gestión en Prensa?
- ¿Es para desmentir que fuese el paseador oficial de Dylan?
Todos queremos la 2da. nota de Dillenberger.
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