La entrega de Julian Assange a las autoridades estadounidenses avanza a paso acelerado después de que el ministro de Interior, Sajid Javid, firmó la petición de extradición por 18 delitos, entre ellos el de espionaje, que cursó formalmente la justicia de USA por las filtraciones de WikiLeaks en 2010.
PRESIÓN AL REINO UNIDO
Trump quiere hacer campaña con Assange preso en USA
Es conocido que el Reino Unido funciona según el ritmo de USA. Por lo tanto, no le resultará muy difícil a Donald Trump conseguir la extradición del australiano Julian Assange para exhibirlo en el preludio del año electoral estadounidense, y también como advertencia a los divulgadores de correos electrónicos no autorizados tales como los que están haciendo tambalear a otro amigo de USA, Jair Messias Bolsonaro, al conocerse que, probablemente, el Lava Jato fue una operación judicial bastante diferente a todo lo que se conoce hasta ahora, comprometiendo a un personaje muy popular en Brasil, el ministro de Justicia y Seguridad, Sergio Moro.
En declaraciones a Today Programme, de BBC Radio 4, Javid ha revelado que él firmó la petición pero que será la justicia quien lo decida este viernes 14/06.
“La decisión corresponde a los tribunales, pero hay una parte muy importante que depende del ministerio de Interior y yo siempre quiero que se haga justicia. Tenemos una petición de extradición legítima, así que la he firmado, pero la decisión final está en los tribunales”, informó el titular de Interior, que ha señalado que es adecuado que Assange se encuentre preso.
La renovada presión de USA sucede justo cuando un aliado de Donald Trump, Jair Bolsonaro, está en problemas porque su candidatura presidencial fue construída en base a la investigación de corrupción Lava Jato, y en particular a la detención de Luiz Inácio Lula da Silva, quien no pudo ser candidato.
Así ganó Bolsonaro y como premio al juez de la causa, Sergio Moro, con el Ministerio de Justicia y Seguridad. Pero resulta que, filtraciones de chats muestran que es posible que Moro haya actuado con prejuzgamiento, y en forma conspirativa.
El 'Sistema' tiene que actuar, protegerse, impedir que se sigan difundiendo todo tipo de informaciones, tal como la que aportaron Assange y Edward Snowden. Por lo tanto, el cofundador de WikiLeaks en una cárcel estadounidense le sirve a los gobiernos, en especial a Donald Trump, sin éxitos contra China ni contra Rusia ni contra México, y en año electoral.
El ciberactivista australiano se encuentra en una prisión de máxima seguridad de Belmarsh, cerca de Londres cumpliendo una condena de 50 semanas de cárcel por violar la libertad condicional.
En abril Ecuador le retiró la protección y fue detenido en la embajada en la que residió durante casi 7 años. En un primer momento, USA le acusó de un delito de conspiración para el hackeo, pero luego endureció la petición y le acusó de espionaje.
Assange quiere que se le considere como periodista o editor para sortear las acusaciones de espionaje y poder acogerse a la primera enmienda de la Constitución.
El Departamento de Justicia de la Administración Trump acusó a Assange de violar la Ley de Espionaje al publicar en 2010 los cables diplomáticos e información clasificada.
Bini
El gobierno de Ecuador culpó a Assange por la difusión de información que compromete al presidente en ejercicio, Lenin Moreno, y su grupo cercano, en negocios irregulares. Por ese motivo está preso en Ecuador, Ola Bini, el programador sueco, alojado preventivamente en una cárcel de Quito desde hace 2 meses.
Altas fuentes del gobierno de Ecuador confirmaron a CNN que la Fiscalía de ese país, con la asistencia de expertos informáticos del Departamento de Justicia estadounidense y del FBI, logró desencriptar los principales equipos informáticos de Ola Bini.
Según se le dijo a CNN, los especialistas ratificarían la presunción del gobierno de Ecuador de que Bini, una persona cercana al fundador de Wikileaks, Julian Assange, habría hackeado información de varios gobiernos, incluido el de Ecuador.
En verdad, no lo han probado -y es raro que CNN no lo haya percibido- porque lo habrían exhibido rápidamente. Ecuador precisa justificar ante su propia opinión pública la violación del asilo concedido a Assange, que será un motivo electoral más adelante en el país.
Carlos Soria, abogado de Bini, afirmó que desconoce si los equipos informáticos de su cliente fueron desencriptados. “La Fiscalía no nos ha notificado nada puntual, pero según consta en el expediente, la Fiscalía ha solicitado y ya ha enviado copias de los discos duros de Ola Bini a las autoridades judiciales de Estados Unidos“, aseguró.
En una entrevista con CNN, el detenido Bini dijo que, aunque no está de acuerdo con las políticas del presidente de Ecuador, Lenin Moreno, él no es un ciberpirata y que su trabajo consiste en proteger información.
Las autoridades ecuatorianas quieren conocer el contenido de un servidor de Bini, en manos de la empresa Telconet de Ecuador, que ya lo entregó a la Fiscalía para cumplir con una orden judicial.
Bini le dijo a CNN que sabe que las autoridades tienen el servidor. Sin embargo, él no dará las contraseñas porque desconoce de qué se le acusa.
Llamativo lo de los periodistas Eliza Mackintosh y Vasco Cotovio al preguntarse induciendo a sospechar de su entrevistado: "¿Qué podía almacenar a cambio de casi US$ 5.000 mensuales? ¿Es común que un particular solicite tanto espacio?".
¿Por qué los supuestos periodistas actuan como policías?
Con todo fundamento, el ejecutivo de la telco respondió que los clientes privados pueden tener variadas necesidades, no es raro que posean servidores de altas prestaciones en la nube, la empresa no accede a su información. ¿Por qué una telco estará investigando a sus clientes privados?
Una fuente de la Fiscalía con conocimiento directo del caso aseguró a CNN que seguirán insistiendo hasta desencriptar los equipos y comprobar si en ellos hay información clasificada, obtenida -según sospechan- por medios ilegales.
Ecuador está en infracción y necesita probar algo para salir de su incómoda posición.
Los investigadores trabajan para extraer los datos protegidos con complejos códigos cifrados de seguridad, los cuales, de acuerdo con fuentes de Ministerio Público ecuatoriano, tendrían hasta siete escudos, con claves de hasta 120 caracteres.
Bini está detenido en el centro carcelario El Inca, en Quito, y en una situación poco higiénica y muy insegura.
A pesar de la dura situación que afirma enfrentar en la cárcel, Bini dice que prefiere soportarlas antes que compartir sus claves encriptadas.
Según él, si las revela, traicionaría lo que piensa del derecho a la privacidad y la protección de información. Felicitaciones de Urgente24.