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EFEMÉRIDE

No hay San Freud pero el 13 de octubre es Día del Psicólogo

Día del Psicólogo. ¿Por qué el 13 de octubre si Sigmund Freud nació un 6 de mayo, Jacques Lacan el 13 de abril, y Carl Jung un 26 de julio?

El 1er. Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología, comenzó en la Ciudad de Córdoba el 11 de octubre de 1974, convocado por la Confederación de Psicólogos de República Argentina (COPRA). Concluyó el 13 de octubre y se decidió que esa fecha sería el Día del Psicólogo, efeméride impulsad por la Copra y la Cátedra de Psicología del Trabajo de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).

En la Revista Electrónica de Psicología Política (año 2, número 6), de la provincia de San Luis, fue publicado el discurso que pronunció el licenciado Delfín Gialluca el 13 de Octubre de 1974 en el Pabellón Francia, de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la UNC.

Gialluca, en presencia de miles de psicólogos y estudiantes de Psicología de todo el país, "propuso que se declare el 13 de octubre Día del Psicólogo". Una estridente ovación fue la respuesta. Luego, esa fecha pasó a efeméride Mundial del Psicólogo.

https://twitter.com/FacundoMilman/status/1448281878197424137
https://twitter.com/penuria__/status/1448298992140492806

La historia

Según recuerda la Federación de Psicólogos de la República Argentina (FePRA), en 1974 el grupo de psicólogos argentinos eligió un día específico para fortalecer la disciplina y establecer una identidad profesional: el Día del Psicólogo, un espacio para pensar y trabajar por

  • los derechos de los psicólogos,
  • la construcción de una identidad profesional y
  • la unión de fuerzas en defensa de la psicología.

https://twitter.com/TatagoOspina/status/1448110930332618753
https://twitter.com/valenrotee/status/1447624595440214023

En la página web de la Federación de Psicólogos de Argentina pueden leerse algunas conquistas de la carrera a posteriori,

  • el establecimiento de la colegiatura,
  • la jerarquización de la profesión,
  • un campo de investigación propia,
  • la interdependencia con otras Ciencias Sociales y de investigación médica.

También:

Han pasado muchos años desde aquel 13 de Octubre de 1974, tiempos de logros y dificultades, tiempos en que los psicólogos logramos jerarquizarnos como profesionales independientes y autónomos y en que la Psicología continuó fortaleciéndose, respondiendo a las demandas actuales de nuestra sociedad y que constituyen un desafío permanente para nuestra ciencia.

También Alberto Barbieri, rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), decidió saludar a los profesionales de la salud.

Dato En Argentina sólo el 15% de la población accede a tratamientos integrales y/o preventivos de salud mental.

https://twitter.com/RaulSolisEU/status/1447673590996996101
https://twitter.com/RubenLibros/status/1448268608723898374

Psicólogos y pandemia

Desde el primer momento en que la pandemia de COVID-19 llegó a la Argentina las distintas entidades y organizaciones que nuclean a los psicólogos lucharon porque se considerara a la atención psicológica como actividad "esencial".

El Observatorio de Psicología Social Aplicada (OPSA) profundizó en torno de la medición del avance de distintos problemas de salud mental que se complicaron con las medidas de aislamiento social, como los síntomas de ansiedad y estrés. Las cifras a las que arribaron activaron la alarma en virtud de la creciente incidencia de afectaciones en salud mental producto del aislamiento.

Entre los datos más significativos, encontraron que más del 75% de los consultados en la Argentina declaraban tener algún tipo de malestar psicológico, y afirmaban que urgía tomar medidas para asistir a la salud mental y no solo a la física durante la etapa de pandemia.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió a mediados de mayo de 2020 que la crisis del coronavirus y sus consecuencias afectarían la salud mental de muchas personas.

La organización explicó que se podría registrar un aumento de los suicidios y de los trastornos, y pidió a los gobiernos que no dejasen de lado la atención psicológica. Corolario de ello, la OMS detectó un incremento de la angustia de un 35% en China, un 60% en Irán o un 40% en Estados Unidos, tres de los países más afectados psicológicamente por la pandemia.

Entre los colectivos más afectados se encuentran los profesionales que han estado más expuestos al virus, tanto aquellos vinculados al ámbito sanitario como aquellos que han llevado a cabo otras tareas esenciales. Algunos de ellos tienen mucho miedo de llevar el virus a casa.

https://twitter.com/belenguarrera/status/1448299828115480584

Sintomatología postraumática producto del SARS COV 2

A medida que la pandemia del coronavirus se extiende rápidamente por todo el mundo, provoca un grado considerable de miedo y preocupación en la población en general y en ciertos grupos en particular: adultos mayores, proveedores de atención y personas con afecciones de salud subyacentes. La pandemia de la COVID-19 ha cambiado la vida de muchas personas y en particular, sus costumbres diarias. Ha traído: incertidumbre, rutinas diarias alteradas, presiones económicas, aislamiento social y temor a enfermarse. Esta situación se agrava ante el desconocimiento de cuánto tiempo durará la pandemia, y qué puede traer el futuro.

El exceso de información y los rumores infundados pueden hacer que las personas se sientan sin control y que no tengan claro qué hacer. Por esta causa, los individuos sienten sensación de: estrés, ansiedad, miedo, tristeza, y soledad, por lo que aumenta la posibilidad de que empeoren los trastornos de salud mental preexistentes. Las razones antes expuestas agudizan el interés de profundizar en el conocimiento de cómo se comporta la salud mental, no sólo de la población general, sino también de ciertos grupos poblacionales que son más susceptibles a desarrollar sintomatología psicológica relacionada con el estrés producido por la COVID-19.

Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la OMS reconoce que el número de personas expuestas a los factores estresantes extremos es grande, y que la exposición a estos constituye un factor de riesgo para el desarrollo de problemas sociales y de salud mental. De igual manera, existen circunstancias en la vida de los individuos, que pueden propiciar un mayor riesgo psicosocial ante la pandemia de la COVID-19. Entre estas circunstancias se describen, el ser:

  • Dependiente de bebidas alcohólicas u otras sustancias adictivas.
  • Personas que deambulan por la calle, sin techo o con movilidad reducida.
  • Personas con soledad no deseada o con la ausencia de redes de apoyo, o presentar ausencia de vínculos con los que mantener una comunicación activa.
  • Sujetos con escasos recursos personales para el entretenimiento o con baja capacidad o pobre acceso a la tecnología.
  • Individuos con una convivencia en entornos de riesgo (violencia o aislamiento), y con dificultad para comprender el estado de alarma y por tanto, en riesgo de incumplir.
  • Menores de edad o sujetos dependientes de otras personas.
  • Personas con la obligación de acudir a su puesto laboral, con la posibilidad de la pérdida de su trabajo.
  • Individuos con precariedad o ausencia de recursos económicos.
https://twitter.com/KarolaLCDTC/status/1448308709550006274
https://twitter.com/patriciolivera/status/1447951326005002242
https://twitter.com/FRTheboy/status/1448080868866764810

Mucho se ha estudiado sobre la propagación del virus SARS-COV-2 en el plano biológico; sin embargo, aún es insuficiente lo que se sabe sobre sus efectos en el plano psicosocial y su repercusión en la salud mental de los adultos mayores. En esta pandemia, lo que atenta contra la salud mental de las personas mayores, no es tanto la medida sanitaria de distanciamiento físico actual, sino el estigma y lugar social que se le asigna a este colectivo en función de su edad.

El rechazo hacia la vejez y cómo eso se incorpora por los propios ancianos -como profecía autocumplida-, genera que esta población se pueda volver más vulnerable y excluida de las familias, las instituciones y de lo social, en general, lo que repercute de forma negativa en su salud mental.

El aburrimiento y la frustración de no estar conectado a la rutina habitual de su vida, pueden llevar a que el individuo desarrolle

  • un mayor deseo de tomar bebidas alcohólicas o
  • consumir sustancias de abuso.

Ante esta situación pueden aparecer síntomas depresivos como:

  1. desesperanza,
  2. irritabilidad,
  3. cambios en el apetito y
  4. alteraciones del sueño.

Las principales teorías del suicidio enfatizan el papel clave que juegan las conexiones sociales en su prevención. Las personas que experimentan ideas suicidas pueden carecer de conexiones con otras personas y a menudo, desconectarse de otras a medida que aumenta el riesgo de suicidio. Los pensamientos y comportamientos suicidas están asociados con el aislamiento social y la soledad.

Lo antes señalado no se debe tomar como justificación para no cumplir con las medidas orientadas por las instituciones de salud cuando sea necesario, pues aplicar ciertas medidas (como la cuarentena o el distanciamiento social) resulta fundamental en la prevención de la enfermedad.

Son los profesionales en psicología quienes pueden

  • prescribir y realizar acciones de evaluación,
  • diagnóstico, orientación y tratamiento psicoterapéutico y rehabilitación psicológica,
  • desarrollar y validar métodos,
  • técnicas e instrumentos de exploración y evaluación psicológica,
  • realizar y certificar evaluaciones psicológicas con propósitos de diagnóstico, pronóstico, selección, orientación, habilitación o intervención en distintos ámbitos, planificar y prescribir acciones tendientes a la promoción y prevención de la salud mental en individuos y poblaciones; y
  • realizar intervenciones de orientación, asesoramiento y aplicación de técnicas psicológicas tendientes a la promoción de la salud.
FUENTE: Urgente24

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