El 18 de enero de 1985, el fútbol argentino vivió uno de sus capítulos más intensos cuando Oscar Ruggeri y Ricardo Gareca dejaron Boca para unirse a River, desencadenando una huelga de doce días. La Bombonera casi en remate, salarios impagos y tensiones marcaron el preludio de este trascendental movimiento en el mercado de pases.
¡no los dejaban irse!
Ruggeri y Gareca vs Boca: la huelga que duró doce días
La crisis financiera de Boca llevó a Ruggeri y Gareca a una huelga de dos semanas en 1985. Al final, Boca cedió y pudieron unirse a River.
La tormenta en Boca
En 1984, Boca Juniors atravesaba una crisis financiera sin precedentes, poniendo incluso en riesgo la icónica Bombonera. El descontento del plantel, liderado por el defensor Ruggeri y el delantero Gareca, llegó a su punto culminante con el retraso en los pagos de salarios, llevando a los jugadores a declarar una huelga que paralizó el club durante dos semanas. La intervención de Futbolistas Agremiados fue la tabla de salvación.
Al finalizar el año, Ruggeri y Gareca veían cerca el final de sus contratos, pero Boca se resistía a otorgarles la libertad de pase. La tensión escaló hasta el 18 de enero de 1985, cuando el conflicto llegó a su punto álgido y el plantel boquense se unió contra la institución en solidaridad por el ‘Cabezón‘ y el ‘Tigre‘.
Por fin, tras 12 días de intensas negociaciones, ambos jugadores consiguieron su tan ansiada transferencia a River Plate. Carlos Tapia y Julio Olarticoechea hicieron el camino inverso del ‘Millonario‘ al ‘Xeneize‘.
Los protagonistas recuerdan la “traición”
38 años después, Ruggeri y Gareca rememoraron este controvertido episodio que marcó sus carreras y que les valió el repudio de los hinchas por su “traición”. Gareca, en una entrevista con ESPN, recordó el deseo de quedarse en Boca: “Nos quedábamos por la mitad de lo que nos daba River, pero vinieron todos los cheques para atrás”.
Gareca destacó las presiones del momento, con Bilardo apretando y las Eliminatorias de México ’86 en juego. “No se destrababa el conflicto. Bilardo necesitaba que se pare el problema. Grondona, el fútbol. Del otro lado, Futbolistas Agremiados… era un caos“, relató.
Ruggeri, por su lado, recordó la dificultad para contactarlos durante las negociaciones: “No nos encontraban, no había teléfonos. Salió la tapa de El Gráfico al final cuando arreglamos. Salimos los dos en una pileta“.