CÓRDOBA. El metaverso, ese concepto que explotó a partir de la presentación del proyecto de Mark Zuckerberg y Meta (ex Facebook), ya es una realidad en marcha. Si bien no existe una definición puntual, el término hace referencia a la realidad virtual en la que los humanos pueden interactuar entre sí, representados por un avatar que bajo su comando, puede realizar todo tipo de acciones que emulan la vida real.
El propio CEO de Meta lo graficó en su presentación. Lentes de realidad virtual para explorar un mundo abierto y completamente nuevo con otros usuarios.
La idea de metaverso tiene orígenes difusos. En la comunidad digital, se considera que el primero en introducir formalmente el concepto fue Neal Stephenson en la novela Snow Crash (1992), donde puntualizó que el metaverso es un espacio virtual colectivo compatible y convergente con la “realidad real”.
De ese modo, el metaverso no es un lugar exclusivo de una marca o empresa, sino un espacio de diversidad que llegó para replantear la hegemonía de la realidad física y que expande las posibilidades humanas de manera infinita. Y si bien todavía se está explorando su aplicación real y desarrollo, además de las contradicciones éticas y morales que seguramente surjan de su creación, todo está más avanzado de lo que parece.
Por el momento, Zuckerberg parece llevar la posta de la carrera por este nuevo hito de la humanidad, aunque no es de su exclusividad. Muchas empresas de desarrollo virtual lo llevan adelante.
En ese sentido, la expansión de los espacios será múltiple, a tal punto que el comercio tendrá que adaptarse. Y en Córdoba, un proyecto parece adelantarse a esa nueva realidad comercial.
Emilio Bruno, un desarrollista comercial cordobés, adelantó por redes sociales un proyecto puntual que bien puede ser una realidad común en los próximos años. Desde la provincia mediterránea, su equipo de trabajo está creando un paseo comercial virtual, que tiene como fin ser instalado en algún metaverso como el que propone Mark Zuckerberg o, porque no, constituir un metaverso propio.
El proyecto de Muy Güemes consiste en llevar el paseo comercial, que existe realmente en la actualidad, a la realidad del metaverso. Así, los clientes podrán pasear por el espacio virtual, que emulará exactamente el existente en la realidad.
Lo interesante del proyecto de Córdoba es que el desarrollo apuntará a la misma lógica que en el mundo real: un espacio comercial, donde las marcas pueden alquilar locales virtuales por aproximadamente US$100 dólares mensuales, para vender sus productos. Allí, los clientes podrán vivir la experiencia de realidad virtual donde incluso podrán “tocar” los productos.
“Estamos desarrollando las galerías virtuales de Muy Güemes para que todas las marcas puedan alquilar locales comerciales dentro del metaverso. Gracias a la realidad aumentada van a poder caminar por la galería y hacer compras. Queremos incrementar las ventas como si fuera un e-commerce”, señaló Bruno al portal Punto a Punto. La lógica que persigue este nuevo formato, según explica el empresario, pretende expandir los espacios físicos de los comercios, ampliando las posibilidades de ventas, y en un futuro dejando de invertir en locales físicos.
“La base es que puedan ingresar desde el celular pero mientras más aumenta el nivel de la pantalla y del procesador van a tener una mejor experiencia. Es decir, desde el celular van a verlo como un videojuego con buena imágenes; pero si te pones un casco de realidad virtual vas a poder entrar a los locales y casi tocar los productos”, adelantó el desarrollista, quién además comentó la inversión de US$250 mil dólares para llevar a cabo la propuesta.
Así las cosas, en realidad el metaverso ya está en marcha en Argentina. Sin dudas, la evolución del concepto está en pañales, aunque todo va más rápido de lo que parece.
Basta ver lo que pasó con las redes sociales, para entender que será cuestión de décadas para que una nueva realidad esté al alcance de la mano. Algo que nunca antes se había logrado.
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