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FETA: Molino Cañuelas, y los secretos de un fideicomiso con vida propia

El Fondo Estabilizador del Trigo (FETA), el fideicomiso triguero con vida propia, sigue mostrando nula efectividad y sumando sospechas contra Molino Cañuelas.

La denuncia que circula ya generalizada es que el gobierno y todos los secretarios de Comercio que han pasado por el cargo este año aceptaron las nuevas reglas de juego en el mercado de la harina de trigo, para favorecer a Molino Cañuelas, la líder en el mercado de la harina, que posee una deuda en convocatoria de acreedores semejante a la que acuciaba al grupo Vicentin, de unos US$1.300 millones.

Desde la implementación del fideicomiso triguero o Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), fueron muy pocos los molinos que se adhirieron y buena parte del sector siempre expresó el rechazo a la medida Desde la implementación del fideicomiso triguero o Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA), fueron muy pocos los molinos que se adhirieron y buena parte del sector siempre expresó el rechazo a la medida

Incluso, Roberto Feletti y Guillermo Hang, los dos ex secretarios de Comercio Interior que estuvieron a cargo de esa herramienta, fueron denunciados penalmente por los diputados por la Coalición Cívica por supuesta defraudación contra la administración pública, cohecho, fraude al comercio y lavado de activos. Los legisladores lo acusaban de haber continuado con la irregular entrega de subsidios a las firmas del grupo Molino Cañuelas, bajo el cuestionado Fondo.

En abril pasado, el kirchnerista Roberto Feletti impuso ese mecanismo a pesar de que solo 2 molinos habían adherido frente a la resistencia de las otras 150 empresas del sector. Antes de dejar el cargo Feletti, se fue pagando un desembolso de casi 1.400 millones de pesos (95% para Cañuelas), pese a que no estaba definido ni siquiera quién iba a controlar ese fideicomiso. Por este asunto, quedó imputado en la causa.

Luego Guillermo Hang, cercano al exministro Martín Guzmán y por tanto al albertismo, ratificó el FETA y fue en su gestión que los molinos adheridos llegaron a 6.

Martín Pollera, de la mano de la ex ministra Silvina Batakis, encarnó la continuidad del fideicomiso desde el peronismo más tradicional y ligado a los gobernadores, que duró apenas días. Pero como era imposible competir contra la presencia de harina subsidiada, las empresas que adhirieron al FETA llegaron a una decena, incluyendo además de a Cañuelas al segundo jugador del negocio, Lagomarsino.

Luego vino Sergio Massa con todo el aval interno, y con Matías Tombolini en Comercio Interior, quien en agosto reconoció que el FETA estaba produciendo distorsiones en la cadena de la harina de trigo, y anunció una modificación de fondo, para orientar los subsidios de los molinos a las panaderías.

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Con la llegada de Sergio Massa, Matías Tombolini reconoció que el FETA estaba produciendo distorsiones en la cadena de la harina de trigo, y anunció una modificación de fondo, para orientar los subsidios de los molinos a las panaderías.

Con la llegada de Sergio Massa, Matías Tombolini reconoció que el FETA estaba produciendo distorsiones en la cadena de la harina de trigo, y anunció una modificación de fondo, para orientar los subsidios de los molinos a las panaderías.

Poco le duró a Tombolini las ganas de corregir las distorsiones de este fideicomiso, que se alimenta de unos 400 millones de dólares anuales provenientes de la suba de retenciones a los derivados de la soja. Y tras anunciar que el nuevo esquema que había pensado iba a comenzar a regir a partir del 1° de octubre, nada sucedió.

De ahí la primera conclusión: el fideicomiso los excede y ya parece tener vida propia... De ahí la primera conclusión: el fideicomiso los excede y ya parece tener vida propia...

Los panaderos se negaron a ser ellos los que reciban la compensación del FETA para vender el pan más barato. Mientras tanto, la mayoría de los 154 molinos que existen en el país también continuaron rechazando ingresar al sistema, al cual acusan de distorsionar todos los precios y provocar una competencia desleal en el mercado. No quieren ser víctimas de un Estado que los obliga a financiar ese subsidio y luego se los pagaría a los premios. Si se los paga. Ya en 2011 quedó un muerto de la ex ONCCA por miles de millones, recuerda el sitio 'Bichos de Campo' que hace eco del rechazo.

El 23 de septiembre, Tombolini informó que eran ya 19 las empresas que habían adherido al FETA, y que representaban el "43% del mercado", esto es, cerca de la mitad del mercado, pero era porque estaban los dos principales grupos: Cañuelas y Lagomarsino, pues seguían siendo una visible minoría: apenas 15% de la cantidad de molinos El 23 de septiembre, Tombolini informó que eran ya 19 las empresas que habían adherido al FETA, y que representaban el "43% del mercado", esto es, cerca de la mitad del mercado, pero era porque estaban los dos principales grupos: Cañuelas y Lagomarsino, pues seguían siendo una visible minoría: apenas 15% de la cantidad de molinos

De esta manera, el FETA, que no ha logrado ni ser eficiente, ni justo, y mucho menos cumplir con su cometido, que era mantener estables los precios del pan común en estos tiempos turbulentos de guerra entre Rusia y Ucrania, donde los valores externos del trigo han crecido primero aunque después se estabilizaron, sigue su camino pese al fracaso rotundo: el kilo de pan valía $250 en marzo pasado y ahora llega a venderse a $400...

Pero hay otras cosas que se mantienen en el tiempo:

- por un lado, la presencia en el manejo del fondo de una mujer tucumana llamada Inés Yammus, que es la que lleva la voz cantante desde el inicio del FETA a pesar de que no tiene cargo formal en el sector público.

Según publicó el sitio mencionado, es una experta en fideicomisos financieros que trabaja como vicerrectora de la Universidad privada de San Pablo, en Tucumán. Sería ella la que sigue presionando a las empresas molineras para que adhieran al sistema.

- Y por otro lado, que nunca se brindó información pública sobre los pagos efectuados desde este fideicomiso que administra el banco oficial BICE. No se sabe cuánto dinero desembolsó, ni cuánto correspondió a cada empresa, y mucho menos cuánto de los subsidios fueron destinados a las "harinas especiales", diferentes a la triple 000, que no se utilizan para la elaboración de pan común sino para otros consumos.

Son además el fuerte del negocio de Molinos Cañuelas, la empresa más claramente favorecida con todo este esquema. En abril, Feletti decidió subsidiar desde el comienzo tanto la harina cuatro ceros, como la harina tapera, el semolín, las harinas acondicionadas y especiales, y las premezclas y harinas integrales.

Tombolini, que primero había criticado públicamente los desvíos de estos subsidios hacia este tipo de harinas y había prometido canalizar solamente los recursos a la harina común o triple cero, publicó en el 'Boletín Oficial' la Resolución 29/2022, que actualizó los valores de la bolsa de harina subsidiada por el fideicomiso, incluyendo exactamente la misma lista de variedades que había establecido Feletti al principio de toda esta historia.

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Imagen de la  Resolución 29/2022 publicada hoy por Matías Tombolini en el Boletín Oficial.

Imagen de la Resolución 29/2022 publicada hoy por Matías Tombolini en el Boletín Oficial.

La bolsa de 25 kilos de harina 000 -que es la única que quería subsidiar Tombolini- pasó de valer $1.150 en abril a $1.472 ahora, es decir que el FETA convalidó un aumento de casi 30% en solo 5 meses. El resto de las harinas, las que no deberían subsidiarse, aumentaron otro tanto.

De allí, más conclusiones:

- las promesas de modificar el FETA a partir de octubre no se cumplieron, y el fideicomiso seguirá operando sobre segmentos de mercado (las harinas especiales) que lejos están de querer beneficiar a la gente de más bajos ingresos. - las promesas de modificar el FETA a partir de octubre no se cumplieron, y el fideicomiso seguirá operando sobre segmentos de mercado (las harinas especiales) que lejos están de querer beneficiar a la gente de más bajos ingresos.

- y, el sistema continuará funcionando a la medida de la empresa líder en el mercado, que mantiene en vilo a sus acreedores con un pasivo semejante al de Vicentin, incluyendo a muchos organismos del Estado como la AFIP o varios bancos oficiales. - y, el sistema continuará funcionando a la medida de la empresa líder en el mercado, que mantiene en vilo a sus acreedores con un pasivo semejante al de Vicentin, incluyendo a muchos organismos del Estado como la AFIP o varios bancos oficiales.

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