Los promotores del 'plan Platita' -emisión de dinero extraordinaria... para perder las elecciones 2021-, reclaman el descenso inmediato de la tasa de inflación pero sin pagar el costo político que conlleva. Los ex jóvenes que reivindican al personaje que Juan Perón destituyó por inepto y montonero -Héctor J. Cámpora- le aconsejan / exigen al ministro Sergio Massa que aplique 'mano dura' con los formadores de precios, desconociendo que el mayor formador de precios es... ¡el Estado! Luego, CFK y sus ex jóvenes han decidido ignorar que ellos perdieron la batalla contra la inflación, estímulo poderoso para que Mauricio Macri derrotara a Daniel Scioli en 2015 aún cuando, lábil de memoria, CFK afirma que el suyo fue el mejor gobierno que ella conoció. Uno de los ex jóvenes, Andrés Larroque, ha repetido el reclamo de su ventrílocua. Ambos son tan elementales como carentes de creatividad.
DEBATE INTERNO
Andrés Larroque, la inflación y la máquina de hacer chorizos
Andrés Larroque imitó a CFK y pidió bajar la inflación aplicando "medidas drásticas". ¿Qué más podía esperarse del 'Cuervo'? ¿Qué más podía esperarse de CFK?
Pero vayamos al fondo del tarro: CFK, Andrés Larroque y otros primitivos no se preocupan por la inflación. De hecho han convivido con ella, tal como el resto de los políticos argentinos desde 2002, cuando dinamitaron los éxitos de la década de 1990 cuando podía corregir sus problemas sin tragedias. El problema de CFK, Larroque, etc. es que se asoman al hartazgo creciente de los ciudadanos / consumidores respecto de la inflación. Es la gente la que desespera por la inflación, y lo que preocupa a los populistas monetarios es que descubren que sus posibilidades electorales futuras se encuentran amenazadas.
Hay algo aún más grave en todo lo que sucede puertas adentro del 'mundo K': le están diciendo a Sergio Massa que, así como va todo, CFK no puede ganar las elecciones 2023. Por lo tanto, el mensaje consiste en que Massa debería hacer algo porque para eso es ministro de Economía.
El planteo es una estupidez absoluta. Massa es ministro de Economía pero sigue siendo un político, no un técnico. La consecuencia inmediata para los K fue garantizarles que no terminarán en una Asamblea Legislativa junto a su Presidente de la Nación, Alberto Fernández. Con esa acción, él ya les ha pagado su designación. Ahora debe resolver cómo el Frente Renovador recupera su identidad original y si él puede o no mejorar su horizonte político.
Pero, en cualquier caso, es imposible que CFK tenga alguna posibilidad electoral en 2023.
Todas las investigaciones de opinión pública demuestran que el propio 'núcleo duro' de CFK permanece en reducción progresiva.
Por último, el 'plan Platita' no le permitió al FdT ganar en 2021, y aplicado a 2022 / 2023 resultaría aún peor.
En cuanto a aplicar 'carácter' a los empresarios, ¿qué beneficio obtuvo Guillermo Moreno cuando puso 'el pecho' por la viuda de Néstor Kirchner?
El caso Massa
La cuestión de la inflación merece profundizarse un poco más.
Los K afirman que no quieren un acuerdo con el FMI (lo expresó Máximo Kirchner) o sea que el 'default' siempre es el mejor mundo. Pero su ministro del Interior, Eduardo De Pedro, lleva de gira por USA a los gobernadores para pedir inversiones directas: ¿...? USA es el mayor accionista del FMI. Es imposible de disociar USA del FMI. La demostró Donald Trump ordenando adjudicarle a Mauricio Macri un préstamo sin precedentes y de volumen irracional.
Volvamos a los K: su fascinación por la ruptura permanente de las normas y la Ley explica el modelo sociocultural K, tan cercano a la transgresión mal entendida que puede apañar conceptos que llevan a la inseguridad y aún a la violencia social (pero es mejor que ese capítulo lo aborde un sociólogo).
De todos modos, la Argentina se encuentra
- en un programa de devolución de recursos financieros al FMI,
- que tiene metas condicionales, y
- a Massa no le interesa ningún incumplimiento voluntario de pagos.
Si lo que querían era un 'default', CFK y los ex jóvenes tendrían que haber buscado otro ministro de Economía. Pero no lo encontraron.
Massa es un político de centroderecha, que busca y mantiene vínculos sólidos con el Departamento de Estado, que reconoce las normas escritas -y también las no escritas- del sistema financiero internacional.
¿Qué parte no entendieron sus aliados del FdT que fueron a buscarlo en 2019 para que les sumara sufragios moderados que no aprobaban a CFK?
La inflación
Al FMI también le preocupa, y mucho, la inflación, según ha manifestado en reiteradas ocasiones. Es una coyuntura en la que al mundo le importa la inflación, que se encuentra en niveles inadmisibles para las sociedades organizadas, una bicoca para la Argentina desordenada.
Sergio Massa ejecutó algunas medidas entre las que destaca no financiar más al Tesoro Nacional con recursos del Banco Central (emisión) pero la inflación es multicausal y requiere de medidas fiscales, monetarios y cambiarios. No basta con el Orden Fiscal aún cuando es muy importante.
Y aún trabajando en los 3 frentes a la vez también hay que lidiar con la 'inflación residual', capítulo en el que bien podría incluirse a las expectativas, en un Gobierno con poder político decreciente, que envía señales contradictorias.
Lo del poder político decreciente tiene que ver con la dificultad de ejecutar recortes más drásticos del gasto público. Ni siquiera pudo concretar aún su incremento de tarifas de servicios públicos. No se baja la inflación sin enfrentar costos políticos pero el FdT no los quiere pagar ni en años electorales ni en años no electorales. La culpa siempre es 'del otro'. Siempre aparece lo del 'costo social', y si bien la gente no es un Power Point tampoco es lógico prometerle una baja de la inflación que nunca ocurrirá. En ese caso, mejor dejarle el lugar a quienes sí podrán satisfacer el reclamo de los agentes económicos.
El gasto público impone un piso a la tasa de inflación, y se hizo notar Domingo Cavallo a Sergio Massa.
A causa de Roberto Lavagna, José Ignacio de Mendiguren y otras malas compañías que tiene Massa, Cavallo no parece integrar su universo de economistas vinculados. Pero el ex ministro se lo dijo con la claridad:
Hasta ahora, Massa no ha podido ejecutar la reducción del gasto público prometida y menos encarar una reducción adicional. La conducción del FdT creen en que pueden tener la vaca, el ternero, el forraje, el camión, la máquina de hacer chorizos la heladera en el supermercado y la parrilla en la casa del consumidor.
La descripción del futuro que hizo Cavallo debería provocar más atención en todos:
- "Lo que ocurra en los tres próximos meses con los gastos de los rubros mencionados y la discusión en el congreso de los ajustes contemplados para 2023 permitirán evaluar con más precisión el realismo de este programa fiscal. Pero, a la luz de lo que ha sido la trayectoria fiscal hasta aquí y los discursos de la vicepresidente y la gente que la acompaña, mi impresión es que se trata de una propuesta tan poco realizable como lo era el presupuesto para 2022 que había preparado Martín Guzmán en 2021."
- "Esto no significa que yo piense que el gobierno no podrá cumplir con el compromiso fiscal asumido en el programa con el FMI. Mi conclusión es que el gobierno va a necesitar una tasa de inflación de al menos 6% mensual para que se logre reducir el déficit fiscal primario al 1,9% del PBI. Por supuesto, medido el PBI a precios corrientes, es decir aumentado por el efecto de la inflación."
La política
Hay un tema que debe resolver el FdT y es su falta de memoria sobre la acción política. Las elecciones no sólo se ganan con 'la platita'. Es cierto que un día Bill Clinton instaló lo de "Es la economía, estúpido" para ganarle a George Bush padre. Pero no es una 'regla de oro'.
En 1995, Carlos Menem logró su reelección en 1ra. vuelta en medio de una crisis económica, por lo tanto no es imposible. La acción política no puede circunscribirse a la cantidad de dinero que tiene el Tesoro Nacional. Es una grave incompetencia, propia de gente que vive de la política pero que desconoce sus principios.
En vez de pedirle a Massa que castigue a los empresarios porque no consigue 'luz verde' para disciplinar al gran formador de precios, que es el Estado, CFK, Larroque y los otros ex jóvenes deberían concretar un plan político, si es que realmente quieren competir con posibilidades en 2023.
Pero la acción política no consiste en encontrar conexiones que no existen de los marginales de la Banda de los Copitos con los adversarios del FdT o pelearse con la Corte Suprema de Justicia de la Nación o enojarse con los medios de comunicación que simpatizan con otras fuerzas político-partidarias. Nada de eso es 'hacer política'.
En definitiva, el reclamo de CFK, Larroque y su gente es consecuencia de su doble impotencia:
- Le tienen miedo a pagar costos políticos por reducir más el gasto público, algo imprescindible para ordenar el desorden; y
- No saben hacer política aún cuando se asumen como políticos profesionales.
Entonces, los consejos y las amenazas que vayan por otro lado.
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