Transcurridos los 60 días de plazo que Alberto Fernández le diera al Ministerio de Transporte de la Nación para elaborar un plan de acción que permita salvar del naufragio a los restos de la Marina Mercante Nacional, desde la Cámara Naviera Argentina los principales referentes del sector denuncian la inacción gubernamental.
ESA MANÍA DE PROMETER...
Alberto Fernández incumplió su promesa a la Marina Mercante
Gremialistas y empresarios navieros dicen que Alberto Fernández y el Ministerio de Transporte deberían unificar su discurso porque es "muy confuso".
Una cordial pero lapidaría misiva dirigida al ministro Alexis Raúl Guerrera fue remitida por Jorge Álvarez, presidente de la Cámara Naviera Argentina, dando por terminada la tregua de 60 días (más algunos días de prudente margen) que Alberto Fernández había solicitado a empresarios y gremialistas para comenzar a revertir la crisis de la actividad.
Otra batalla perdida
“Vamos a dar batalla para recuperar la Marina Mercante”, les dijo Alberto Fernández a sus colaboradores al terminar una reunión multisectorial en la que se “comprometió fuertemente” con el sector marítimo y fluvial.
Otro capítulo de la saga de 'Waterloos' presidenciales: “En 60 días quiero sobre mi escritorio un plan”.
Nada cambió. Mejor dicho, todo está peor, al decir de los gremialistas y empresarios vinculados a la actividad. Ellos afirman que nadie les confirmó que exista un plan.
En el capítulo siguiente, un grupo de gremios oficialistas junto a algunos navieros salieron al rescate del Gobierno intentando redactar un proyecto de ley para la actividad. Pero la poderosa CNA (Cámara Naviera Argentina) decidió romper lanzas con la siguiente afirmación:
Los navieros creen que, con humildad, falta conocimiento específico. Fue lo que ofrecieron a Mario Meoni cuando era el ministro. Y se lo ofrecen a Alexis Guerrera hoy.
Un sindicalista que no participa del grupo oficial afirmó: “No entiendo. Los compañeros que trabajan en una ley de Marina Mercante son los mismos que impulsaron la que promulgó Mauricio Macri (Nº27.419) y que este gobierno se reglamenta. Todavía recuerdo al titular del gremio de capitanes abrazar al ex ministro (Guillermo) Dietrich y llamarlo 'Guillo'”.
Sindicato de Dragado y Balizamiento:
20 años ya desde que el expresidente Carlos Menem asesorado por el equipo económico qde Domingo Felipe Cavallo liquidó la actividad naviera de ultramar.
“Con todo en manos privadas y sin la insoportable presión de los sindicatos tendremos una Marina Mercante mejor”, sostenía el por entonces superintendente de Seguros de la Nación (Alberto Fernández) ante los numerosos marinos mercantes que tenía por aquel entonces en su entorno familiar.
Frase histórica en tertulias familiares: “Con 20 años más de menemismo este país será potencia”.
Más allá de la anécdota, la debacle iniciada en los '90, no pudo ser revertida. Néstor Kirchner, ataviado con un simpático gorrito de 'Capitán de Ultramar' anunció desde el Salón Blanco de la Casa de Gobierno el 6 de agosto de 2004, la promulgación del Decreto Nº1010/04. A su lado, su jefe de Gabinete de Ministros, Alberto Fernández, aplaudía con similar entusiasmo al demostrado 10 años antes... pero al revés. No resultó.
Nadie sueña ya con recuperar la actividad marítima de ultramar: los grandes navieros ahora son pymes y los gremios marítimos (excepto el SOMU) son reducidos guettos de profesionales con masas societarias que no alcanzan al millar de afiliados.
El resto o abandonó la profesión o la ejerce en el exterior del país merced al carácter internacional de los títulos que expide la Armada Argentina.
Los esfuerzos de los jugadores más cuerdos del sector del transporte por agua se enfocan en no perder el cabotaje nacional a manos de flotas extranjeras. De ser posible, recuperar una porción del tráfico regional a través de la Hidrovía (o Vía de Navegación Troncal) y el tráfico a Brasil.
Cuidado con éste último: muy afectado porque el gobierno de Jair Bolsonaro dispuso rescindir en forma unilateral el convenio de transporte marítimo bilateral de 1959, que reservaba para las banderas argentina y brasilera el comercio entre ambos países.
¿Cuál es el supuesto estratégico y geopolítico de Alberto Fernández en 2022? No es una preguna 'chicanera' sino el reclamo de que lo explicite porque él es el Presidente y porque todo lo vinculado a la Marina Mercante tiene que ver con eso.
Comentario: la verdadera soberanía de la Hidrovía la concederá una cada vez mayor presencia de buques de bandera argentina en sus aguas.
No hacen falta recetas mágicas sino adecuar las exigencias impositivas, laborales y reglamentarias a lo que hace el resto de los países socios en la explotación del cauce fluvial. Comentario en la Liga Naval Argentina: “Estamos perdidos si no conseguís que entiendan que no le podés cobrar IVA a un buque de bandera argentina y eximir del tributo al mismo buque cuando enarbola la bandera paraguaya”.
“Una Nación que deja hacer por otra una navegación que puede realizar por si misma, compromete su futuro y el bienestar de su pueblo”, escribió un tal Manuel Belgrano en 1799. Funcionario del Virreynato del Río de la Plata, tenía en claro el concepto de “Soberanía”.
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