Tenis

ABIERTO DE FRANCIA 2020

Nadal alcanzó la marca de 100 victorias y levantó su 13er Roland Garros

El español Rafael Nadal conquistó este domingo (11/10) su título número 13 de Roland Garros tras derrotar al serbio Novak Djokovic por un aplastante 6-0, 6-2 y 7-5, en menos de tres horas de juego, e igualó al suizo Roger Federer como máximo ganador de torneos de Grand Slam con 20 laureles. Con este logro, el mallorquín sumó 100 victorias a lo largo de una carrera ATP Tour es meritorio; hacerlo únicamente en un mismo torneo es algo fuera de lo común. Muy pocos jugadores han podido convertirse en centenarios en un mismo escenario, y esa es precisamente una de las marcas que celebró Nadal, después de levantar título número 13 en París. El español tiene un récord de 100-2 en París.

En un escenario atípico marcado por la pandemia del coronavirus, con público limitado y techo cerrado en la cancha central Philippe-Chatrier, Rafael Nadal ratificó su poderío en el torneo parisino con una contundente victoria contra el número uno del mundo.

En 2 horas y 41 minutos, Nadal se sacó de encima a un desconocido Novak Djokovic y celebró su título número 13 de Roland Garros.

El mallorquín, de 34 años, alcanzó su vigésimo Grand Slam y logró igualar la marca del suizo Roger Federer, quien no compite en el circuito desde el Abierto de Australia por una lesión en la rodilla derecha. Djokovic, en tanto, se mantiene con 17 “majors”.

Por tercera vez, el serbio no pudo contra el poderío de “Rafa” Nadal en el polvo de ladrillo de París y por ahora se conforma con haber sido uno de los dos tenistas que pudieron ganarle.

Nadal acumula un increíble récord de cien victorias en Roland Garros y solo perdió con el sueco Robin Soderling (2009) y con Djokovic (2015).

A 15 años del primer título que le ganó al argentino Mariano Puerta, Rafael Nadal no perdió su espíritu competitivo y redondeó una final perfecta ante el número uno del mundo. Solo cometió 14 errores no forzados contra 52 del serbio. 

Con este logro, el mallorquín sumó 100 victorias a lo largo de una carrera ATP Tour es meritorio; hacerlo únicamente en un mismo torneo es algo fuera de lo común. Muy pocos jugadores han podido convertirse en centenarios en un mismo escenario, y esa es precisamente una de las marcas que celebró Nadal, después de levantar título número 13 en París. El español tiene un récord de 100-2 en París.

El balear tardó en debutar en la tierra batida francesa. No obstante, fue el último Grand Slam en el que participó. Wimbledon en 2003 (con 17 años) lo vio estrenarse en los torneos de esta categoría. También jugaría el US Open 2003, el Abierto de Australia 2004, el US Open 2004 y el Abierto de Australia 2005 antes de jugar por primera vez en la capital que custodia la Torre Eiffel.

Todo empezó un 23 de mayo de 2005. Ese día frente al alemán Lars Burgsmuller disputó su primer encuentro en la tierra batida francesa y lo hizo con una convincente victoria por 6-1, 7-6(4), 6-1 en una hora y 45 minutos. A partir de entonces, empezaría a escribir la historia más grande jamás contada en Roland Garros hasta este mismo domingo (11/10), donde se convirtió en centenario. 

Ahora bien, entre tantos partidos ganados, ¿con cuáles se quedaría el propio Nadal? Aunque le cuesta decantarse por alguno, el español distingue estas victorias por encima del resto bajo un único criterio: “Quizás, las victorias después de momentos complicados siempre son las que a uno le llenan más”, respondió el trece veces campeón.

De todos los partidos que ha ganado Nadal en Roland Garros, sólo en dos de ellos se había visto obligado a llegar hasta el quinto set. Uno de ellos fue la semifinal de 2013, donde se impuso en una batalla épica a Novak Djokovic por 6-4, 3-6, 6-1, 6-7(3), 9-7 en cuatro horas y 37 minutos. “Pues, quizás, si tuviese que quedarme con uno sería la semifinal contra Djokovic en 2013. Tuvo un valor importante para mí”

El español completó una actuación impecable hasta la final de 2012 sin ceder un solo set. En su vitrina lucía ya seis Copas de los Mosqueteros y, probablemente, se enfrentaba en esa edición a uno de sus mayores desafíos en París: derrotar a Djokovic en la última ronda, que le había ganado las últimas tres finales de Grand Slam. No falló y en cuatro mangas celebró su séptimo título, tras imponerse por 6-4, 6-3, 2-6, 7-5.

“También la final de 2012 tuvo un valor importante, por el hecho de que llevaba perdidas tres finales de Grand Slam consecutivas contra Novak. Tanto la semifinal de 2013 como esta final de 2012 fueron dos partidos importantes. Ha habido muchos otros, es difícil quedarse con uno”, confesó Nadal.

La cuarta final de 2013 fue íntegramente española en Roland Garros fue otro de los grandes momentos que el manacorí ha vivido en París. Es cierto que en cuanto al marcador no fue uno de sus partidos más batallados, ya que logró derrotar a David Ferrer por 6-3, 6-2, 6-3 en dos horas y 16 minutos, pero tuvo un matiz especial. “Ganar en 2013 significó mucho para mí porque venía de una lesión muy larga, después de muchos meses sin jugar. Fue un año muy especial para mí”, destacó el No. 2 del FedEx Ranking ATP.

Tres años más tarde de levantar su última corona en 2014, regresó en 2017 a la Philippe Chatrier para tratar de conquistar su décima Copa de los Mosqueteros. En sus participaciones anteriores en 2015 había cedido en cuartos de final, mientras que un año más tarde tuvo que retirarse sin poder jugar en tercera ronda. En 2017 completó uno de sus mejores torneos en Roland Garros, ganando sin ceder un set. En la última ronda batió a Stanislas Wawrinka por 6-2, 6-3, 6-1. “Ganar aquí en 2017 fue algo increíble, porque en 2017 también venía de una lesión muy dura”, cerró el español. 

En el primer set, Nadal minimizó a Djokovic, lo paseó de un lado a otro y en 48 minutos se llevó un histórico 6-0.

Nadal ganó 6-0 un set de una final por primera vez en su carrera y logró repetir algo que solo había sucedido cinco veces en la historia de los grandes abiertos.

Nadal le quebró tres veces el servicio y también fue implacable con un 76% de efectividad en su primer saque en una actuación que difícilmente se pueda volver a repetir en una final de este calibre.

Djokovic no tuvo ninguna respuesta y recién pudo reaccionar en el inicio del segundo set cuando arrancó 1-0 arriba. El serbio tardó 54 minutos en ganar su primer juego.

Esto no cambió los planes de Nadal ya que lo igualó rápido, volvió a quebrar para ponerse 2-1 y luego defendió su saque para el 3-1.

Djokovic la pasaba mal y se desahogó con un gesto aliviador cuando se puso 2-5.

Con ese envión intentó cambiar la historia en el tercer set cuando empezó 1-0 con su saque y por primera vez en el partido pudo defender su servicio dos veces seguidas y ponerse arriba 2-1.

La alegría le duró poco al serbio porque Nadal igualó y nuevamente le quebró el saque para el 3-2.

El mejor y único momento de Djokovic al nivel de número uno fue cuando logró el primer quiebre del partido luego de cinco oportunidades y puso el partido 3-3 en el tercero.

Allí, Djokovic, quien venía de una batalla de casi cuatro horas con el español Pablo Carreño, se desahogó, gritó y levantó al público que se ilusionaba con una final más larga.

Novak Djokovic logró mejorar su primer servicio y emparejó el partido pero no supo aprovechar las pocas oportunidades que le dio Nadal.

Con el juego 5-4 a favor, Djokovic tuvo la oportunidad de ganar el set e intentar torcer la historia pero Nadal defendió su servicio para el 5-5 y quebró para el 6-5 que terminó con suspenso por una bola mala del serbio.

Nadal sacó para el título y se llevó un nuevo trofeo sin ceder sets ya que en las rondas previas había sacado al argentino Diego Schwartzman, al italiano Jannik Sinner, al estadounidense Sebastián Korda, al italiano Stefano Travaglia, al estadounidense Mackenzie McDonald y al bielorruso Yegor Guerásimov.

En una edición que se presentaba complicada por las dificultades que marcó durante el torneo en cuanto al clima y las pelotas, Nadal se reafirmó como el “Rey de Roland Garros”.

Roland Garros, tercer y último Grand Slam de la temporada, finalizó este domingo 11 de octubre, se disputó sobre polvo de ladrillo y repartió 38 millones de euros en premios. 

 

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