Resultan impredecibles los alcances de la onda expansiva que disparó la difusión de las imágenes de Martín Insaurralde en un ostentoso viaje de placer en Marbella. El que era jefe de Gabinete de Axel Kicillof, mandamás de Lomas de Zamora y una de las figuras políticas de más peso en el conurbano bonaerense, fue capturado en una situación que se puede emparentar con extravagancias de algunos futbolistas de las ligas europeas: en un yate, rodeado de champagne, frutos de mar y acompañado de una voluptuosa modelo, que fue la que publicó las postales en sus redes sociales. La primera pregunta es cómo hace Insaurralde, que lleva décadas en la función pública, para pagar semejante opulencia. La 2da es qué impacto político tendrá la trascendencia de este episodio sobre un peronismo muy debilitado a poco más de 20 días de las elecciones presidenciales. Para atenuar los efectos, Insaurralde anunció su renuncia. Lo hizo sin autocrítica y alegando que lo hacía para evitar un uso político.
PANORAMA
Una impredecible onda expansiva
Qué costo electoral tendrá para el peronismo es la pregunta que dejó el affaire Insaurralde.
El estallido del affaire Insaurralde no pudo ser más inoportuno para el oficialismo. Por un lado, se conoció en la misma semana en la que el INdEC confirmó que al finalizar el primer semestre de 2023 el 40% de la población del país se encontraba bajo la línea de pobreza, y que si se trata del universo de menores de edad, abarca al 56%. Todo es producto del daño que ha hecho la inflación a los ingresos, devolviendo la situación de vulnerabilidad social a un nivel parecido al de la salida de la pandemia. En un contexto de mucha sensibilidad por la publicación de los datos oficiales, las imágenes bajo el sol de la costa española del ahora exjefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires y hombre del GBA -donde la pobreza alcanza a casi el 50% de su población- cayeron como una bomba atómica.
Por otro lado, la irrupción del escándalo se produjo 24 horas antes del primer debate presidencial, que se realizará en la Universidad Nacional de Santiago del Estero. ¿Aprovecharán este episodio los candidatos opositores para herir al oficialista Sergio Massa? El primer candidato en reaccionar fue Javier Milei, a quien el exhibicionismo del yate le sirvió para respaldar su prédica anti-casta y de pasar “la motosierra” al gasto público. En el kirchnerismo el primer reflejo fue temer una capitalización del escándalo por parte de La libertad avanza. “Por estas cosas la gente luego vota a un loco”, disparó Roberto Navarro, periodista consustanciado con Unión por la Patria y la candidatura de Massa. Otros comunicadores referenciados en Cristina Kirchner directamente reclamaban que Kicillof eche a Insaurralde como única acción posible.
Kicillof, que busca su reelección, actuó rápido al solicitar la renuncia de Insaurralde, a diferencia del silencio que mantiene sobre el grave hecho de corrupción que involucra a la legislatura bonaerense con el caso ‘Chocolate’ Rigau, el electricista y empleado de la Cámara de Diputados provincial que fue sorprendido haciendo reiteradas extracciones de un cajero automático a través de 48 tarjetas de débitos pertenecientes a personas registradas como empleadas del cuerpo legislativo y desnudó el financiamiento espurio en la política. El presidente de la Cámara Baja bonaerense es Federico Otermín, mano derecha de Insaurralde y su delfín para sucederlo en la intendencia de Lomas de Zamora, donde el removido jefe de Gabinete gozaba de una licencia. Insaurralde es además primer candidato a concejal, por lo que su rostro aparece junto al de Otermín en la boleta que en las PASO sacó el 42% de los votos.
¿Hay un hilo que une al affaire de Marbella con el caso ‘Chocolate’? Es una pregunta que se hace la política, desde la que también surgió el rumor no confirmado sobre un supuesto acuerdo multimillonario y en dólares al que Insaurralde habría llegado con su exesposa Jésica Cirio por la separación. Demasiadas coincidencias.
El arribo de Insaurralde al gabinete del gobernador fue una imposición de Cristina Kirchner que ejecutó su hijo, Máximo Kirchner, después de la derrota en las PASO de 2021. Insaurralde lideró el desembarco de intendentes en reemplazo de personas de confianza de Kicillof, empezando por su mano derecha, Carlos Bianco. Máximo y Kicillof protagonizan una fuerte disputa por la sucesión de la conducción del kirchnerismo ante lo que parece ser una retirada en fade su líder. Esa pelea incluso llegó hasta la esfera pública. Algunos especulan con que el affaire de Marbella pudo ser resultado de esa interna, pero la posibilidad de que todos paguen altos costos desalienta esa hipótesis. Pero es difícil no leer el devenir del episodio como una victoria de Kicillof sobre el líder de La Cámpora.
Kicillof decidió echar a Insaurralde antes de que se desarrolle el debate, donde los candidatos de la oposición, especialmente Patricia Bullrich, utilizarían el caso como una munición contra Sergio Massa, que sería más gruesa si el desplazado jefe de Gabinete bonaerense mantenía su cargo. Bullrich le disputa al ministro de Economía el lugar para meterse en el balotaje contra Milei, según lo que indican las encuestas. Las mediciones siguen ubicando al candidato libertario al tope de las preferencias, pero sin evitar un escenario de 2da vuelta. Massa buscaba sorprender en el debate con el anuncio de quiénes ocuparán el ministerio de Economía y el Banco Central bajo su eventual mandato. Este último sería ocupado por Leonardo Madcur, quien hoy es su jefe de Gabinete en Economía. En tanto, hubo rumores sobre la posibilidad de que Martín Redrado o la consultora Marina dal Poggetto asuman la titularidad del Palacio de Hacienda. También reapareció el nombre de Roberto Lavagna como posible jefe del equipo económico de un gobierno massista. El misterio se develará durante el debate y habrá que ver si tiene el impacto que el candidato de UP espera, que estaría dirigido más hacia el mercado y el ‘círculo rojo’ que a los electores.
Es un anuncio que el ministro candidato querría en las tapas de los diarios. No lo había logrado con la sanción de la ley que cuasi elimina el impuesto a las Ganancias al llevarse el foco la aprobación en el Senado del pliego de Ana María Figueroa para que vuelva a la Cámara de Casación luego de que la Corte Suprema decidiera por unanimidad que la abogada dejó de ser jueza cuando cumplió los 75 años y, a esa fecha, no contaba con el acuerdo para extender su mandato. En el Senado el oficialismo argumentó que esa prórroga estaba en trámite, por lo que el acuerdo es válido. Como jueza del máximo tribunal penal, Figueroa intervenía en causas sensibles para Cristina Kirchner, como Hotesur-Los sauces, por presunto lavado de dinero; y la del memorándum con Irán, por el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. La Vicepresidente fue enviada a juicio oral en ambas. Los expertos sostienen que el caso Figueroa indefectiblemente llegará a la Corte y que ésta ya ha sentado su postura al respecto.
Massa, en tanto, reflotó el festejo por Ganancias en un acto que le organizó la CGT frente al Congreso el viernes y en el que fue el único orador. Allí aseguró que “lo peor ya pasó” y se mostró como impulsor de un “tiempo nuevo”. De fondo, se producía un nuevo temblor cambiario que llevó al dólar blue a superar los $800, además de fuertes subas en los dólares financieros. La corrida amenaza con trasladarse a los precios, condicionante final de las posibilidades electorales del ministro de Economía, que se explican más por los defectos de sus adversarios que por sus propias virtudes. Como antídoto, el ministro dispuso la extensión de la 4ta edición de ‘Dólar Soja’ y la implementación de un ’Dólar Vaca Muerta’ para estimular exportaciones petroleras y recolectar más divisas para las reservas.
Del lado del gasto, Massa dispuso una serie de medidas de compensación, como bonos para desempleados y trabajadores informales, entre otras, que requerirían de una mayor emisión monetaria que terminarían por fogonear la inflación, que será un tema central del debate presidencial en Santiago del Estero.
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