INVESTIGACIÓN

IMPACTO DE LA PANDEMIA

2020, año negro para la generación de electricidad (y 'bye bye' carbón)

La tragedia de la pandemia deja algunas contribuciones importantes. Por ejemplo, para la economía digital, incluyendo el teletrabajo y el comercio electrónico. También para la industria sanitaria y la ciencia médica. Y para la energía limpia, que ahora tiene una avenida para su masificación. De paso, por fin la realidad le impone un cepo al carbón, que tan agrandado lucía desde el arribo de Donald Trump al poder. En la Argentina, el tema también impondrá redefiniciones mal que les pese a los gobernadores con escasa visión de futuro.

La caída global en la demanda de electricidad se prolongará mucho después de que las naciones levanten los pedidos de quedarse en casa, lo que lleva a la mayor caída anual desde la Gran Depresión y la remodelación fundamental de los mercados de energía.

Es necesario comprender dónde estamos parados.

El Centro de Exportación de Rusia reproduce el informe emitido el 15/05 por el Banco de Desarrollo de Asia, advirtiendo que debido al COVID-19 la economía global puede reducirse en 9,7%, lo que duplica la anterior evaluación hecha por esa institución financiera.

En el pronóstico se reflejó negativamente la situación vinculada con el comercio internacional y el crecimiento de la desocupación en el mundo.

La incidencia en valores de la pandemia puede costarle a la economía mundial US$ 8,8 billones aunque, por la evaluación del Banco, el respaldo estatal de parte de los gobiernos puede, en cierta medida, aliviar las pérdidas de la economía en condiciones de crisis.

En todo el mundo, el desempleo crecerá hasta los 242 millones de personas, lo que es 7 veces más que las pérdidas de puestos de trabajo durante la crisis financiera global de 2009. Las pérdidas en salarios laborales ascenderán a US$ 1,8 billón.

Según las evaluaciones del Banco, USA perderá US$ 2,2 billones, equivalente al 10% de su PIB, mientras que la economía de China perderá US$ 1,6 billón, el 11% de su PIB.

El aerocomercio de pasajeros será el sector que más sufrirá la pandemia. Muchas compañías aéreas han producido masivas cesantías de su personal o los han enviado a un descanso sin goce de sueldo.

Las limitaciones al tránsito provocarán un daño a la economía mundial de US$ 2,6 billones. Y es una economía que sin pandemia ya venía sufriendo el impacto de las guerras comerciales entre USA y China, la disminución del crecimiento global y la caída del índice de la confianza comercial.

Energía

A medida que las economías luchan por recuperarse, el consumo mundial de electricidad disminuirá 5% en 2020, la mayor cantidad en más de 8 décadas, según la Agencia Internacional de Energía. 

En USA durante la semana pasada, los analistas del gobierno proyectaron la mayor caída jamás registrada en la nación. Y en Europa, los analistas dicen que una recuperación completa podría llevar años.

La prolongada desaceleración aumentará la presión económica sobre las centrales eléctricas antiguas y antieconómicas, especialmente las que queman carbón, y ayudará a acelerar la transición hacia una energía eólica y solar más limpia y barata. 

También contribuirá a la mayor disminución anual de los gases de 'efecto invernadero' jamás registrada. Las emisiones de energía disminuirán un récord de 8% este año, según la AIE.

"Esta caída sin precedentes de la demanda presagia la grilla del futuro", dijo Steve Cicala, profesor de Economía de la Universidad de Chicago. El mundo está "observando lo que pueden hacer las altas penetraciones de energías renovables".

La menor demanda enfrenta a los generadores entre sí en una lucha para producir la energía más barata posible. Los parques eólicos y solares tienen una ventaja en muchas regiones porque no necesitan comprar combustible. 

El gas natural, que se negocia cerca de mínimos históricos, sigue siendo competitivo. La energía del carbón, que es más cara, está asumiendo la mayoría de los recortes a medida que los generadores disminuyen.

"Las energías renovables serán los mayores beneficiarios", dijo Joshua Rhodes, investigador de la Universidad de Texas en el Austin Energy Institute.

El final del carbón

Pero hay problemas fiscales inevitables y la sospecha de exceso de generación en el corto plazo.

Entonces, subastas de energía se están suspendiendo en Francia, Brasil, Arabia Saudita y en otros lugares, lo que socava la necesidad de proyectos adicionales de energía limpia. 

Por primera vez en 2 décadas, el número de nuevas 'granjas eólicas' y 'granjas solares' (así se les llama a los parques de generación) a nivel mundial disminuirá este año, dijo la AIE en un informe.

En Alemania, compañías como RWE AG y Uniper SE están utilizando menos generadores de carbón y dependen más de las plantas de gas. 

Electricite de France SA advirtió que la baja demanda significará que la producción de sus reactores nucleares disminuirá en más de 20% en 2020.

Se está produciendo una dinámica similar en las ventas minoristas de energía en los 50 estados de USA, que se hundirán  4,5% este año, una caída que nunca había ocurrido desde que la Administración de Información Energética comenzó sus registros, en 1949. 

El carbón está en camino por primera vez para producir menos electricidad a nivel nacional que las energías renovables.

Asia, la esperanza

En Asia, se pronostica que el consumo de energía se recuperará más rápido. Las naciones donde la producción industrial representa una gran parte de la economía, tal como China e India, también tuvieron algunas de las cuarentenas más estrictas, una combinación que perjudicó la demanda, según el analista de BloombergNEF, Ali Asghar. 

Si bien la AIE ve una demanda en China, el principal usuario de energía del mundo, que cayó en lo que va del año, las estimaciones oficiales ubican el consumo en mayo 2020 por encima de los niveles de mayo 2019 y en curso de crecer hasta +3% en lo que resta de 2020.

Eventualmente, la demanda mundial de energía continuará creciendo a medida que las naciones recurran más a la electricidad para alimentar automóviles, calentar hogares y más, dijeron analistas. 

Pero, por ahora, el sector eléctrico enfrenta una recuperación larga y lenta.

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