Javier Milei fue este martes a los estudios de LN+, una señal amiga, para ser entrevistado por Antonio Laje. La definición más importante que dejó el Presidente fue la de confirmar la continuidad de la universidad pública y sin aranceles. Tal como funciona hasta ahora.
MODERACIÓN
Universidades: Milei fracasa en instalar un relato y recalcula
Luego de insinuar que no tenía propósito financiar las universidades, Javier Milei tuvo que ratificar su calidad de públicas y no aranceladas.
15 de octubre de 2024 - 13:46
Asamblea en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA.
@alejandrocsomeLa declaración implica una bajada de tono respecto del discurso provocador que el Presidente brindó el sábado, en la reinauguración del exCCK, rebautizado 'Palacio Libertad Domingo F. Sarmiento'.
Allí dio a entender -palabras más, palabras menos- que no tenía propósito sostener una universidad pública a la que sólo asistían ricos financiados por pobres que no acceden a la educación superior, algo que reiteró este martes. En el exCCK Milei consideró además a la universidad como "un obstáculo para la movilidad social ascendente".
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Esos comentarios siguieron a la confirmación del veto en el Congreso a la ley de presupuesto universitario. A pesar de haberse salido con la suya, el Presidente sintió por algún motivo la necesidad de insistir en tensar la relación con las universidades, a las que acusa de no dejarse auditar (aunque fueron sus aliados del PRO los que desnudaron que es el propio Gobierno el que no articula los mecanismos para hacer efectivos esos controles).
Claramente, Milei , aprovechando el envión de la ratificación del veto, buscaba instalar una narrativa en un ambiente adverso. En primer término, la universidad pública y el concepto general de educación estatal tiene una alta aceptación en la opinión pública como factor de movilidad social. De acuerdo a una encuesta de Zuban-Córdoba que Urgente24 publicó el domingo, el 80% de los consultados reconoce como factor de ascenso social a la universidad pública.
Por otro lado, distintos especialistas se dedicaron a desmentir que, como afirmó el Presidente, no hay pobres en las universidades. Por su parte, según datos del INdEC procesados por el portal Infobae, 43% de la población que asiste a universidades, terciarios y posgrados corresponde a los sectores más bajos de la pirámide social.
El relato de Milei para generar una animosidad contra la universidad pública comienza a mostrarse poco sólido.
Pero hay otro factor que pudo ser decisivo en la decisión del Presidente de salir a bajar 'un cambio' en su retórica: la proliferación de tomas en las casas de estudios. Hay facultades tomadas en las universidades de distintos puntos del país.
Algunas tuvieron algunos episodios preocupantes. En Caleta Olivia, Santa Cruz, policias armados ingresaron a la sede de la Patagonia Austral (UNPA) para identificar a quienes estaban realizando la protesta. Por ley, las fuerzas de seguridad no pueden ingresar a las universidades nacionales sin una orden de un juez. De acuerdo a las crónicas, el repudio generalizado de los estudiantes obligó a los uniformados a retirarse.
Otro episodio se registró en la Universidad de Quilmes, donde hubo un choque entre facciones de estudiantes, una de ellas libertaria, con versiones cruzadas sobre cómo fueron los incidentes, que involucraron golpes y gas pimienta.
Con este trasfondo, Milei salió a bajarle el tono a la posición confrontativa, asegurando que "no está en discusión la universidad pública", cuando en el exCCK dio a entender todo lo contrario.
La dificultad de instalar aquella narrativa hace al Presidente recalcular.
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