Mauricio Macri subió el lunes hasta el piso 21 del Hotel Libertador, donde está instalado hace semanas Javier Milei. Allí el presidente electo no sólo duerme sino que montó su búnker, primero de campaña y, ahora, de operaciones. Y si bien tras la reunión desde el entorno del líder del PRO le bajaron el tono a que la conversación giró alrededor del armado del gabinete del libertario, otras fuentes aseguraron que la integración del staff presidencial que asumirá el mando el 10/12 fue parte ineludible de la charla.
EL NUEVO GOBIERNO
Todos los 'NO' de Javier Milei a Mauricio Macri
Los nombres del universo macrista para integrar el gabinete de Milei se desinflan. El libertario busca despejar el fantasma de que Macri gobernará a través de él.
Macri firmó una alianza con Milei luego de que Patricia Bullrich se quedara fuera del balotaje contra Sergio Massa en las elecciones generales. A partir de allí el expresidente se volvió un ferviente militante del "cambio" que proponía Milei con el fin de derrotar a Unión por la Patria. Así, la facción del PRO que le responde cerró filas detrás de Milei, acuerdo que se materializó especialmente en la fiscalización de la segunda vuelta que consagró al presidente electo con el 55% de los votos.
Milei asegura que Macri prestó un apoyo "incondicional", por el que no pedía nada a cambio. Pero la aparición de nombres del universo macrista como posibles integrantes del gabinete del futuro gobierno de La libertad avanza profundizaba la sospecha -surgida en el mismo momento del acuerdo- de que el partido amarillo reclamaría cargos como contrapartida del respaldo, el pedido del voto y la movilización del 'aparato' macrista.
Luciano Laspina, en Economía. Javier Iguacel, en YPF. Federico Pinedo, en Defensa. Germán Garavano, en Justicia. La lista sigue. Sin embargo, con el correr de las horas Milei fue confirmando nombres propios para muchos de los cargos solicitados por el macrismo. La nominación del abogado penalista Mariano Cúneo Libarona en el ministerio de Justicia parecía un desaire a Macri, quien estaría muy interesado en el área judicial del próximo gobierno.
Milei fue recibido este martes por Alberto Fernández en la quinta de Olivos para dar inicio formal a la transición. Allí el presidente electo, de acuerdo al canal TN, le habría confirmado al saliente que Florencio Randazzo, exministro de Cristina Kirchner, hoy diputado nacional es su elección para la presidencia de la Cámara de Diputados. Según esa fuente, el libertario ponderó al dirigente peronista bonaerense como por su muñeca política, cierta estabilidad en su discurso y su buena reputación entre todos los espacios que integran el parlamento.
Resta saber si el hombre de Chivilcoy aceptará el pedido, pero aún así se trata de otro desaire a Macri, quien habría querido ese lugar para Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO en la Cámara Baja y uno de los primeros en alinearse tras la decisión de Macri de socorrer a Milei para el balotaje.
En tanto, Javier Iguacel no ocuparía la presidencia de YPF ya que, como consignó Urgente24, para ese lugar se nominó a Horacio Marín, titular de Exploración y Producción de Tecpetrol, la petrolera del Grupo Techint. Marín aparece por recomendación de Nicolás Posse, quien fue ratificado como jefe de Gabinete del próximo gobierno, lo que quiere decir que Patricia Bullrich no ocupará esa oficina junto a la del Presidente en la Casa Rosada, como se especuló.
Tampoco Milei aceptaría la recomendación de Macri de poner a Luciano Laspina al frente del ministerio de Economía. Prefiere a Federico Sturzenegger, aunque restaría -según la versión de TN- que el exBCRA sintonice bien con quien será presidente de la entidad monetaria desde el 10/12, Emilio Ocampo, militante de la dolarización y a quien señalan como el verdadero cerebro del plan económico libertario.
Se dice también que Macri también impulsaba a Fulvio Pompeo, su referente en temas internacionales, para la Cancillería, pero que Milei confirmó su apuesta por Diana Mondino en ese cargo.
Cubrir los casilleros con nombres propios y repeler una colonización macrista de su gobierno, es una forma con la que Milei, por un lado, ejerce su autoridad y, por el otro intenta espantar un fantasma: que Macri será el hombre fuerte de su administración y que gobernará a través de él.
El libertario se muestra dispuesto a evitar que le caiga el mote de 'presidente títere'.
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