SOCIEDAD

EFECTOS DEL CORONAVIRUS

La nueva normalidad de los restaurantes y bares post pandemia

Al igual que muchos otros sectores, deberán ajustarse a una nueva realidad en donde el foco sanitario será primordial. Empleados y clientes con barbijos, paneles de separación entre mesas, cámaras térmicas para detectar temperatura, son sólo algunas de las nuevas soluciones que se estudian para volver a recibir al comensal en un incierto futuro muy distinto al pasado que conocemos.

La vida después del coronavirus sin duda será muy distinta y muchas de las cosas que antes hacíamos con total naturalidad serán dejadas a un lado para cumplir con las nuevas reglas: las que implican precaución extrema en el contacto entre personas.

Así es como en Europa, que se encuentra en plena transición hacia la nueva normalidad, se van abriendo los mercados y levantando las medidas de confinamiento. 

Mientras que en muchos países de América aun parece lejano lograr tal apertura, parece oportuno mirar cómo se van dando en el Viejo Continente estos levantamientos de las restricciones, ya que seguramente sean copiadas por las autoridades en esta parte del mundo cuando llegue el momento de dar mayores flexibilizaciones.

Y en lo que concierne a bares a restaurantes, puede decirse que la experiencia sufrirá un cambio radical. Basta ver cómo se preparan en España, en dónde algunos establecimientos ya disponen de todo tipo de herramientas impensadas en un lugar así apenas dos meses atrás.

Allí, los bares y restaurantes pueden recibir a un tercio de su capacidad de aforo e implementaron severas medidas de higiene: en la entrada, se provee a los clientes de gel desinfectante y guantes; en algunos establecimientos, se dispone de arcos desinfectantes que dispensarán una solución que incluye ozono para desinfectar de cuerpo entero; también será normal ver cámaras térmicas que muestran la temperatura corporal del cliente. Si éste supera los 38 grados, emitirá un sonido y así se detecta a un paciente enfermo; en otra de las medidas preventivas, hay establecimientos que colocaron paneles de separación entre mesas, que cuyo número máximo de personas será de cuatro.

Ya en la fase avanzada, que como muy pronto comenzará el 8 de junio, se extenderá el aforo de los locales al 50% de la capacidad y se permitirá que los clientes consuman en la barra con una separación mínima de 1,5 metros. En las terrazas también se ampliará la capacidad al 50% de las mesas permitidas en años anteriores, o más si el ayuntamiento permite más espacio respetando la proporción. Llegará también el momento de abrir las discotecas y bares nocturnos, que podrán hacerlo si garantizan un tercio de su aforo, como máximo. 

Así las cosas, desde la instalación de mamparas de metacrilato a la recogida y envío de comida (el llamado take away) pasando por la toma de temperatura a la entrada de los locales, las cartas desechables y los geles hidroalcohólicos en las mesas en el lugar de los servilleteros, son algunas de las soluciones que se estudian para volver a acoger al comensal. La mismas son múltiples en un incierto futuro muy distinto al pasado que conocemos.

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