La jueza, María Servini, está internada en terapia intensiva en el Sanatorio Otamendi, por un cuadro de baja saturación de oxígeno. Se contagió de coronavirus la semana pasada, según ella misma confirmó, en una entrevista televisiva en la que reprochó el manejo del plan de vacunación.
CONTAGIOS EN LA JUSTICIA
La jueza Servini, en terapia intensiva por coronavirus
La magistrada permanece internada en un sanatorio privado por un cuadro de baja saturación de oxígeno; estaba vacunada con la primera dosis y a la espera de otra aplicación que fuera postergada. La funcionaria criticó la marcha del cronograma de vacunación y pidió que inoculen a todo el personal de su juzgado para garantizar el desarrollo de las elecciones primarias.
La magistrada federal recibió una dosis y dijo que le cancelaron el turno que tenía para la segunda.
Según pudo saber LA NACION, la jueza con competencia electoral a nivel nacional fue internada en la tarde del miércoles (14/04) en el sanatorio porteño. Servini tiene 84 años y está a cargo del Juzgado Federal Nº1. Tras ingresar le empezaron a realizar una batería de análisis para detectar si tiene problemas pulmonares que podrían derivar en una neumonía, una de las complicaciones típicas del coronavirus.
La semana pasada, la magistrada confirmó que se contagió, criticó la marcha del cronograma de vacunación y pidió que inoculen a todo el personal de su juzgado para garantizar el desarrollo de las elecciones primarias.
“Si me hubieran dado la segunda dosis, no me haría contagiado”, dijo Servini el viernes, en declaraciones al canal América. “Estoy muy enojada porque este tema de las vacunas se está manejando muy mal y se lo estoy diciendo al señor presidente también: se ha manejado irresponsablemente, no como debía haberse manejado”, completó. Tras confirmar su contagio la jueza afirmó que tenía tos y un “cansancio brutal”.
Servini pidió la vacunación de los empleados de su juzgado en varias ocasiones. “No los voy a exponer a que se enfermen los 25. Mi equipo son como 300 personas, estos son los 25 urneros, como los llamamos, que preparan las urnas con lo que debe contener en cada mesa”, explicó la semana pasada.
La jueza había sido vacunada con la primera dosis de Sputnik V en febrero pasado y según contó, el 26 de marzo pasado le tenían que aplicar la segunda dosis en el Club Italiano en el barrio porteño de Caballito pero le suspendieron el turno. "Estoy enojada. Si me hubieran dado la segunda dosis, a lo mejor no me hubiera contagiado", protestó Servini el jueves pasado cuando confirmó que tenía coronavirus.
Incluso contó que se quejó ante las autoridades de la Ciudad y que llamó al vicejefe de Gobierno Diego Santilli. "Después llamé a Diego Santilli. Le pedí que si estaban haciendo alguna excepción, trataran de darme la segunda dosis, porque yo estoy trabajando. Quedó en ocuparse, no me llamaron", cerró.