Desde el sábado 02/07 a la tarde, Cristina Fernández de Kirchner (CFK) tiene lo que anhelaba hace tiempo: la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía. Tanto en sus cartas como en cada una de sus apariciones públicas, la jefa política del Frente de Todos había dejado claro que no compartía el rumbo económico adoptado por el ex ministro que, en definitiva, era lo mismo que decir el camino que Alberto Fernández apoyaba. La tensión se aceleró a finales de enero cuando se anunció el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La renuncia de Máximo Kirchner a la titularidad del bloque oficialista nunca estuvo desenganchada de su madre. Había comenzado entonces la embestida final para tomar las riendas de la política económica que, a criterio del 'ala dura K', los llevaba a una derrota en 2023.
CRUJE EL FDT
Por ahora, CFK no logra frenar el sálvese quien pueda en GBA
Muchos no entienden la decisión de CFK y crece la idea del "sálvese quien pueda" en la dirigencia territorial PJ luego de la semana más difícil del gobierno.
Nadie puede asegurar ahora que la situación vaya a mejorar para el oficialismo. Al contrario. Las primeras consecuencias del fin de semana muestran el crecimiento de una crisis política en la que se pone en duda, tal como nunca antes hasta aquí, la continuidad del presidente Alberto Fernández. Se apilan las especulaciones en torno a la reunión que mantuvieron ambos el lunes 04/07 por la noche en la Quinta de Olivos. Se habló de amenazas de renuncias y 'carpetazos'. Sólo ellos saben qué pasó realmente allí.
De todas formas, la sintomatología de la crisis la evidencian respuestas como la del dirigente de los movimientos sociales y funcionario en la Casa Rosada, Fernando Navarro, 'Chino', al desmentir la dimisión del Presidente de la Nación. Alberto Fernández ingresó en un terreno similar al de Sebastián Battaglia tras la eliminación de Boca Juniors en la Copa Libertadores. La ratificación permanente de su continuidad es su principal debilidad. Nadie ratifica lo que está firme. Battaglia se terminó cayendo.
Factor Massa
Aún restan por evaluarse los daños de un fin de semana muy particular. Dejó heridas el manoseo del nombre de Sergio Massa para ocupar la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación con amplios poderes y luego la no concreción. ¿Fue una estrategia de Alberto Fernández para ganar tiempo? En el Frente Renovador ya venían marcando su enojo con la situación del Frente de Todos y el 15/07 se iba a exponer en un Congreso el rumbo a tomar. Por ahora, reina el silencio.
Sin embargo, no podrán olvidarse las palabras de dirigentes muy ligados a Massa como Jorge D'Onofrio, quien abiertamente expresó hace unas semanas atrás: “Estamos cansados que Massa tenga razón, pero que después no le hagan caso en nada”.
¿Quién no quería a Massa en el gabinete? Las versiones son múltiples.
Sin embargo, por la dinámica del funcionamiento en el oficialismo, si CFK hubiera estado convencida, Massa ingresaba al gabinete de Alberto Fernández.
En lo de Massa aseguraron que sin una reestructuración del gabinete y del FdT, él eligió quedarse en Diputados, a pesar de las ofertas que recibió de parte del Presidente.
En sectores importantes del 'círculo rojo' lamentaban que no haya sucedido ese ingreso. Aún con diferencias, veían en Sergio Massa lo más cercano a un recambio de peso, acompañado por Martín Redrado en el Banco Central y Emanuel Alvarez Agis en el Palacio de Hacienda.
También se iba a convertir en un problema para la oposición porque el presidente de la Cámara de Diputados iba a convocarlos a un gran acuerdo. De yapa, aceleraba la fractura y las internas de Juntos por el Cambio. Varios referentes importantes estaban dispuestos a aceptar el convite en nombre de la Patria. Por ahora, todo ello quedó en el terreno de las especulaciones y la anécdota.
Sin embargo, la idea no habría que archivarla porque la dinámica de la crisis no terminó.
Mientras evalúa los pasos a seguir, Massa se mostró en línea con la agenda que siempre quiso mantener y mostrar en el oficialismo: lejos de las internas y enfocado en “dar soluciones”.
Por eso, él exaltó la aprobación de la ley automotriz en la Cámara Baja que venía dormida hace varios años. Y antes, el alivio fiscal que terminó de sancionar de manera unánime el Senado.
Los intendentes
Todo este panorama aún tiene desconcertados a muchos de los intendentes del conurbano bonaerense.
Ellos observan, con demasiada preocupación, las desavenencias en el oficialismo y temen por sus territorios. Cuando se los consulta sobre el estado de las cosas, la respuesta que más se escucha es “peor de lo que se ve”.
Incluso hay quienes están alarmados porque entienden que aún hay dirigentes nacionales y provinciales que no parecen darse cuenta de la gravedad de la situación. “Todavía creen que así se puede mantener la provincia de Buenos Aires, a este paso, va a ser muy dificil”, sostiene un experimentado legislador de la 3ra. Sección Electoral.
Empieza a profundizarse el sentimiento del 'sálvese quien pueda'. Es más, no terminan muchos de ellos de entender la jugada de CFK. Un alcalde lo resume así:
Sin dudas, no está claro que esa sea la mirada de CFK. En el último tiempo aceleró los encuentros con referentes del empresariado, la economía y los medios de comunicación que no le son afines.
Tal como explicó uno de los hombres que la visitó por estos tiempos, “el único momento donde el país pudo ganar tranquilidad y crecer fue cuando se alinearon los planetas del 'círculo rojo' y la política. La última experiencia clara fue con Néstor Kirchner cuando estaba acordado lo que le tocaba a cada uno. Pues bien, ahora CFK entiende que se debe recrear aquello, aunque no le gusten alguno de sus interlocutores”.
Un problema son los políticos que no entienden la economía. Los políticos convencionales creen que pueden mandar y los economistas lo concretarán. ¿Cómo? No importa. Eso es mentira. Néstor Kirchner pudo hacerlo entre 2003 y 2006 (ya no 2007) porque la economía heredada no tenía la inflación que luego provocó CFK; aún había superávits 'gemelos' (fiscal y comercial); y la estructura de precios relativos aún no sufría la distorsión del presente.
Luego, el 'viento de cola' del precio de la soja con un tipo de cambio que aseguraba la rentabilidad: cuando para repartir, todo es más sencillo. No es la situación 2022, ni por asomo. En parte, culpa de CFK, también Mauricio Macri y Alberto Fernández.
Máximo Kirchner
La realidad es que, en sus expresiones recientes, la Vicepresidente dejó algunas pistas en esa línea.
Varios de sus interlocutores recientes no dejaban de sorprenderse por los epítetos que le dispensaba a Alberto Fernández. Razones por las que concluyen que, más allá de cenas en Olivos, la relación está rota.
Cristina Kirchner reaparecerá en un acto en El Calafate, Provincia de Santa Cruz, su lugar en el mundo. Pero antes, este jueves 07/07, Máximo Kirchner irá al Conurbano bonaerense para participar del acto del PJ de Escobar donde asumirá Ariel Sujarchuk su mandato como titular del partido local.
El jefe comunal en uso de licencia lo esperó en vano a Alberto Fernández el lunes 04/07 en un acto en su distrito. Para sus pares, el momento representa a la perfección este momento donde se miran de reojo unos y otros. Nunca lograron confiar en sus movimientos y terminales.
"Antón Pirulero... Cada cual, cada cual, atiende su juego y el que no, el que no, una prenda tendrá". Aquel juego infantil representa de manera exacta lo que está sucediendo en estas horas en la política argentina. Con un agravante importante que definió muy bien un operador bonaerense: “Se ha perdido la confianza entre todos”.
Música para los oídos de quienes, como Javier Milei, ponen su mirada en la 'casta' política y el intento de preservación de sus propios intereses. Al parecer, se observa una ruptura también de esa dinámica. Y crecen los pases de facturas y rencores hacia adentro y afuera.
Conclusión: Hay una sociedad que agota su paciencia pero por ahora lo demuestra con cuentagotas. Lo reflejan las encuestas pero las reacciones aún son muy tímidas. Algunos de los flashes se observan en hechos puntuales. En La Plata el miércoles 06/07 por la mañana. El gobernador Axel Kicillof tuvo que irse de un acto sin hablar porque los familiares de los cadetes del Servicio Penitenciario se cansaron de esperarlo y lo silbaron. La política debería tomar nota de estas reacciones. Siempre el fuego se inicia desde una pequeña chispa.
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