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Sin respaldo opositor, el proyecto para blanquear los dólares del colchón quedó en suspenso en el Congreso

El Gobierno busca los votos para destrabar el proyecto que apunta a blanquear los dólares fuera del sistema. Por ahora no tiene el apoyo necesario.

Si bien en la Casa Rosada en un primer momento imaginaban la posibilidad de avanzar en el Congreso sin tantas trabas, ahora dependen de una negociación milimétrica con distintos sectores de la oposición para poder avanzar en el proyecto que hoy por hoy quedó en stand by.

El proyecto no suma los votos necesarios

Por el momento, La Libertad Avanza no se anima a poner fecha para el debate formal en comisiones. Aunque deslizan como posible la última semana de junio, la falta de acuerdos concretos los obliga a manejarse con extrema cautela.

“Está difícil. Las comisiones están trabadas, pero queremos convocar lo antes posible”, reconoció un operador del oficialismo sobre la iniciativa impulsada por el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, que apunta a atraer parte de los más de 250.000 millones de dólares que los argentinos mantienen fuera del circuito formal.

En un principio, en la Casa Rosada confiaban en que el respaldo de los gobernadores bastaría para facilitar el trámite legislativo. Catorce provincias adhirieron al Régimen Simplificado de Ganancias, y el Ejecutivo entendió que eso era un buen punto de partida. Pero el panorama en Diputados mostró ser bastante más complejo.

Dólares seguirán bajo el colchón (por ahora)

El proyecto fue girado a tres comisiones: Presupuesto, Legislación Penal y Legislación General. Mientras en estas dos últimas el oficialismo tendría chances de reunir los votos necesarios, el mayor escollo aparece en Presupuesto, donde el número todavía no cierra.

La comisión de Presupuesto está integrada por 49 diputados y se necesitan 25 votos afirmativos para emitir dictamen de mayoría. Hoy, el oficialismo cuenta con 22 firmas: 6 propias de La Libertad Avanza, más los apoyos de aliados como el PRO (7), la UCR (3), el MID (2), la Liga del Interior (1), Innovación Federal (2) y Producción y Trabajo (1). Del otro lado, Unión por la Patria ya confirmó su rechazo y suma 20 votos, mientras que el Frente de Izquierda aporta uno más en contra.

Así, los libertarios necesitan al menos tres votos adicionales para poder avanzar. Las miradas están puestas en los espacios dialoguistas: Encuentro Federal —referenciado con Miguel Ángel Pichetto—, Democracia para Siempre —ligado a Facundo Manes y Martín Lousteau—, y la Coalición Cívica, de Elisa Carrió.

Dentro de este grupo, algunos diputados aparecen como más permeables a las gestiones oficiales. Por caso, el radical jujeño Jorge Rizzotti, cercano al gobernador Carlos Sadir, podría acompañar. En el caso de Encuentro Federal, el cordobés Ignacio García Aresca —alineado con Martín Llaryora— también es una pieza clave. Este espacio incluso cuenta con un proyecto propio sobre el mismo tema, elaborado por Oscar Agost Carreño y Ricardo López Murphy, que ya tuvo dictamen favorable tiempo atrás pero nunca llegó a votarse.

Otra alternativa es lograr el acompañamiento de la Coalición Cívica. Aunque el espacio de Carrió reclama avances en el Presupuesto y expresa reparos sobre la reforma al Procedimiento Tributario, mantiene canales de diálogo abiertos con el Ejecutivo.

Renegociar con los gobernadores

Incluso si logra destrabar el dictamen en comisiones, el oficialismo tampoco tiene garantizada la mayoría en el recinto. Allí volverán a tallar los gobernadores, que en los últimos meses dieron señales de apoyo parcial al proyecto a cambio de mayor intercambio de información financiera. Entre las provincias que ya suscribieron acuerdos con la Casa Rosada están Chaco, Jujuy, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan y San Luis.

Otros mandatarios aún no definieron su postura. Jorge Macri (CABA) mantiene su posición en suspenso, mientras que Maximiliano Pullaro (Santa Fe) reclama modificaciones que resguarden a los sectores productivos de su provincia. Axel Kicillof (Buenos Aires), en cambio, ya expresó su rechazo al régimen simplificado y advirtió que podría aplicar impuestos provinciales a quienes blanqueen sus ahorros guardados.

Por ahora, el proyecto sigue en stand by. En el oficialismo saben que, para avanzar, necesitan seguir negociando voto por voto.

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