POLÍTICA

GUZMÁN VS. PESCE SIGUE

Alberto F. confirmó: Activar swap con China y completar los US$57.000 millones que el FMI prometió a Macri

A través del periodista de Página12, Mario Wainfield, con quien tiene contacto directo, el presidente Alberto Fernández ratificó que "no devaluará" el tipo de cambio oficial y filtró detalles de su estrategia para abastecer de dólares al mercado interno.

Ya lo advirtió Urgente24 durante la semana: el presidente Alberto Fernández espera tener cuanto antes el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para conversar desembolsos. Meses atrás, el mandatario explicó en la entrevista con el periodista Horacio Verbitsky que aspiraba a conseguir créditos a tasa cero que el organismo estaría dispuesto a otorgar. "Es como una especie de subsidio y a la Argentina le corresponderían unos US$3.500 millones", detalló en aquella oportunidad.

Ocurre que cuando vino la misión semanas atrás, la Casa Rosada no tenía elaborado un plan económico, que todavía está elaborando. Un papelón.

El pasado viernes (23/10), el ministro de Economía Martín Guzmán anticipó que el Gobierno diseña un programa plurianual para bajar el déficit fiscal y lo enviará al Congreso. Bajar el déficit es clave para los bonistas y el FMI, a quienes habrá que empezar a pagarles dentro de tan sólo 4 años y medio.

El funcionario detalló que el programa fiscal plurianual tendrá "como mínimo tres años" de duración y se da en el marco del programa sobre el que se trabaja con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Concretamente, se trata de un plan económico, que la Argentina no tiene, aunque el economista no lo quiera reconocer.

"Nunca se hizo un programa con el Fondo y nunca se mandó al Congreso", resaltó el titular del Palacio de Hacienda, quien indicó que eso implica tratar a "la sostenibilidad fiscal, no como una política de gobierno sino como una política de Estado, que es lo que la Argentina necesita".

Aunque aclaró que llegar a déficit cero “va a llevar varios años”, Guzmán adelantó que "en las próximas semanas" habrá "noticias positivas" y precisó: "Es posible que haya más financiamiento de la deuda pública para la parte de gasto de capital”.

En ese sentido, el director del Departamento Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, había manifestado días atrás en conferencia de prensa que "eventualmente, una vez que evaluemos que ese programa tendrá una probabilidad significativa de éxito, lo apoyaremos con el financiamiento que viene con un programa del FMI; estamos en ese proceso".

El periodista Mario Wainfield, quien conversa directamente con el presidente Alberto Fernández lo confirmó:

" 'Tenemos instrumentos para dar la pelea financiera pero estamos en desventaja para dar la pelea mediática', dice el presidente Alberto Fernández a quien pueda oírlo. Está convencido de que el Estado podrá resistir una colosal corrida cambiaria promovida por jugadores diversos, todos poderosos. El diario Clarín juega a fondo en sentido contrario. Su edición del viernes opera a favor de la devaluación y la vaticina. Asegura que Fernández le dio quince días al ministro de Economía, Martín Guzmán, para que arreglara la situación. Un ultimátum, reseñan. La única duda para el multimedio es quién devaluará: si Guzmán, su sucesor o 'el mercado'.

Fernández replica con bronca desde Olivos que son todas mentiras, que 'Martín' está firme, que cambiarlo sería un despropósito. El mandatario y el ministro concuerdan: no habrá devaluación. Están decididos, lo bien que hacen. La coalición que empuja en sentido inverso aduce que “los mercados” actúan frente a la incertidumbre política. Los gurúes charlatanes de quincho niegan el componente especulativo, atribuyen afán constructivo a 'los mercados'. Alegan que es necesario consensuar un plan económico, reducir el gasto social. Y saber quién gobierna 'si Alberto o Cristina'. La novedad de la etapa es el bullshit referido a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner a quien cuestionan si habla, si calla, si tuitea o si respira. Las movidas devaluatorias son, por el contrario, un clásico que incluye un programa económico: pérdida del valor adquisitivo del salario, inflación, transferencia regresiva de ingresos, gasto público en picada. Un golpe tremendo al contrato social prometido en campaña e insinuado en los primeros meses de gestión.

El Gobierno adoptó tácticas intermitentes, comandadas de modo sucesivo por el titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, y por Guzmán. Esta columna política no entra en tecnicismos que se confían a colegas especializados. Pesce apeló a lo que los economistas graduados en Harvard llaman 'el palo', pero sin conseguir disciplinar a los especuladores o inversores. Guzmán sustituyó al hombre y al sesgo. 'Más zanahoria', dirían los doctorados en Yale, incentivos o facilidades para que salgan los dólares y se descomprima la demanda. También creación de propuestas de inversión rentables en pesos, algunas linkeables con el precio del dólar. El efecto se palpará en los próximos días. La brecha cambiaria récord es nociva, el Gobierno pulsea con fuerza. Confía en ir bajando las cotizaciones no oficiales del dólar, llegar a un acuerdo temprano con el Fondo Monetario Internacional (FMI), activar el swap con China", comenzó.

Líneas más abajo, agregó: 

> Los importadores adelantan compras imaginando que el blue traccionará al oficial. O, jugando dentro de los plazos legales, sacan anticipos de financiaciones para importar, los retienen.

Por doquier, en cualquier nivel, se stockea en gran escala, los negocios están atiborrados de mercaderías. Paolo Rocca, dueño y CEO de Techint, le comentó a Fernández que Siderca vendió en semanas recientes su récord histórico de chapa para mercado interno. Los corralones de materiales se nutren pensando en que hacen una diferencia y que ya vendrá la demanda. Fue durante un almuerzo en Olivos.

> La dupla Fernández -Guzmán, desde su llegada se mostró refractaria a recibir el pago pendiente que el FMI tenía pactado con el gobierno de Mauricio Macri. Pero la necesidad tiene cara de hereje, tal vez cambien de criterio. Hasta el cierre de esta nota, el Presidente insistía en que no lo desea. Pero ocurre que los meses venideros parecen eternidades. Los exportadores liquidan divisas masivamente en marzo, larguísimo plazo. El mes en que el oficialismo anhela tener la vacuna contra la covid-19, antes de que se produzca la segunda ola de contagios. Para amortiguarla, a diferencia de lo que sucede ahora en Europa.

Activar el swap con China forma parte de la hoja de ruta de AF.

Los fondos servirían exclusivamente para comercio con ese país dejando resto en las arcas fiscales para otras necesidades.

> En el equipo económico conviven pensamientos distintos, con un tronco común. Sus integrantes cuentan que se debaten orgánicamente, con espíritu de equipo y sin estridencias. La excepción, claro, son las discusiones entre Guzmán y Pesce.

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