CÓRDOBA. Patricia Bullrich sigue su camino firme a ser una de las precandidatas a presidente para competir en las PASO de Juntos por el Cambio. La ex ministra de Seguridad de la Nación está inmersa en una lucha codo a codo con otros integrantes de su alianza, como Gerardo Morales y Horacio Rodríguez Larreta, para quedarse con la oportunidad del 2023.
CÓRDOBA
Patricia Bullrich tiene comandante radical y Morales arde
Patricia Bullrich lanzó un fuerte operativo en Córdoba para sumar radicales a su armado. El jujeño Gerardo Morales esperaba apoyo total en la provincia.
En ese orden, Bullrich aceleró en los últimos días una fuerte campaña para atraer integrantes de la Unión Cívica Radical a su armado. Si bien su núcleo es el PRO, la ex funcionaria reconoce que el partido más antiguo de Juntos por el Cambio tiene la base electoral más grande, haciendo imposible prescindir de ese factor.
Por ello, la precandidata aceleró conversaciones con distintos dirigentes y ya comenzó a anotar nombres para su tropa. Eso tuvo especial lugar en Córdoba (capital radical por excelencia) donde un sector del radicalismo confirmó el apoyo a Bullrich.
Se trata del ex ministro de Defensa, Oscar Aguad, y el intendente de Jesús María, Luis Picat. Detrás de ellos dos se encolumnaron otros dirigentes que confirmaron su apoyo, aunque muchos comparten algo en común: vienen del ala de Evolución.
Bien sabido es que el radicalismo sufrió una fuerte fractura en el último tiempo, que fue especialmente evidente en el Congreso. Si bien la campaña fue borrando algunas diferencias, todavía se reconocen agrupaciones dentro del mismo partido.
En Córdoba, Evolución es representado por el candidato a intendente Rodrigo De Loredo. El hombre más cercano a Martín Lousteau no confirmó aún su apoyo a ningún candidato presidencial, por lo que los radicales de Bullrich estarían actuando de manera autónoma.
Sin embargo, el movimiento despertó suspicacias. Precisamente, De Loredo es yerno de Aguad, hombre del radicalismo que encabezaría el apoyo a Bullrich en Córdoba.
Con ese mapa interrelacionado, algunos actores nacionales comenzaron a ver con tensión el armado que Patricia Bullrich desató. Sobre todo el radical Gerardo Morales, quien esperaba un apoyo completo de los radicales cordobeses a su precandidatura.
El jujeño centró su discurso para la campaña interna en el radicalismo recobrando el protagonismo. Sin embargo, el panorama parece estar lejos de ese plano.
Tan solo en Córdoba, un peronista como Luis Juez se quedó con la candidatura de Juntos por el Cambio a gobernador. El máximo exponente radical, De Loredo, tuvo que conformarse con la candidatura a intendente de la capital provincial.
Eso, naturalmente, dejó “tirados” a varios dirigentes que Bullrich se ofreció a levantar. De hecho, muchos de los que apoyarán a la ex ministra de Seguridad justificaron su apoyo señalando la actitud de Morales, quien se acercó demasiado a Juan Schiaretti.
Las constantes reuniones entre ambos dirigentes, puso en duda el apoyo del jujeño al armado cordobés. Claro, el oficialismo es el rival a vencer, por lo que las fotos conjuntas no cayeron bien.
Así las cosas, los desencantos y enojos podrían terminar nutriendo a Patricia Bullrich de un brazo radical bien armado. Un punto completamente necesario para la ex funcionaria en caso de querer superar las PASO.
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