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DUROS DE ROER

Movimientos sociales, tras alianzas que no borran tensiones

Tras el malestar generado por los pocos y casi nulos lugares en las listas del FdT, desde el Gobierno hicieron concesiones que no calman las aguas.

Tras el fuerte aval del Gobierno a los movimientos sociales, con la decisión del Ministerio de Trabajo de aprobar los estatutos de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), que reconoce a la organización que lidera Esteban 'Gringo' Castro como representante de los trabajadores informales (más de seis millones de personas en el país), desde la Casa Rosada buscan descomprimir tensiones.

"Esto significa un salto institucional enorme. Es un reconocimiento que nos integra formalmente a la clase trabajadora argentina", celebró Gildo Onorato, referente del Movimiento Evita y secretario gremial de la UTEP, entidad que nuclea a personas que se dedican a distintas actividades no registradas, desde cartoneros hasta feriantes o vendedores ambulantes.

Es que los pocos lugares que les cedieron en las listas del Frente de Todos generó malestar entre sus filas. "Esperábamos más", dijeron en los últimos días. Es una recriminación que se escucha en las bases y entre los dirigentes de mayor peso, que pretendían ubicar al subsecretario de Políticas de Integración y referente de Barrios de Pie, Daniel Menéndez, al menos entre los primeros 15 puestos de la boleta de diputados en la provincia de Buenos Aires.

Menéndez irá 16° y ya confirmó que dejará su cargo para la campaña. Menéndez irá 16° y ya confirmó que dejará su cargo para la campaña.

La medida surgió horas antes de la movilización del 7 de agosto de San Cayetano, y luego de un año y medio sin salir a las calles.

La UTEP marchó desde la Iglesia de San Cayetano (Liniers) hasta Plaza de Mayo en "defensa de la agenda marcada por Tierra, Techo y Trabajo", con eje en la creación de "trabajo genuino en todo el país".

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En su balance sobre la marcha, Menéndez habló de la campaña electoral rumbo a las PASO: "Se define si volvemos a las recetas que Macri y Vidal llevaron adelante en la Argentina y la Provincia de Buenos Aires, o si hay un voto de confianza al gobierno de Alberto-Cristina-Axel para seguir dando vuelta esas políticas", aseguró.

No le marcó la cancha al Gobierno sobre el rumbo económico pero tampoco mostró su inconformidad con el cierre de listas.

Las alianzas políticas a veces aplacan pero no eliminan tensiones Las alianzas políticas a veces aplacan pero no eliminan tensiones

Quien sí tensó aún más su vínculo con el oficialismo (en este caso, provincial) fue el dirigente social Juan Grabois al enfrentarse en las últimas horas con el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque.

"Reproducís el estereotipo denigrante que promueven los gorilas", fue el mensaje que le envío el líder de la UTEP a través de las redes sociales.

"Estimado Cuervo. Leí tus declaraciones. Tenés razón. Hay que tener cuidado con las palabras. Como cuando decís que la UTEP es un "sindicato de pobres" reproduciendo el estereotipo denigrante que promueven los gorilas contra los trabajadores de la economía popular. Es muy ofensivo", comenzó Grabois a modo de respuesta a través de su cuenta de 'Twitter'.

Y agregó: "La UTEP agrupa trabajadores que se rompen el lomo. Son pobres porque su trabajo está mal pago y poco reconocido. Con tu lógica, la mitad de los sindicatos en Argentina son "de pobres" porque la mediana salarial está en 60 lucas (SIPA) y la canasta básica en 66 (INDEC)".

"Todos queremos recuperar la producción y el empleo. Es una verdad de Perogrullo. Pero todos sabemos que la recuperación no va a absorber en el mercado laboral formal al conjunto de la clase trabajadora. Cualquier proyecto que busque la justicia social en la Argentina de hoy tiene que mejorar las condiciones laborales de los que están en la economía popular, crear formas alternativas de trabajo y ampliar la seguridad social", remarcó el líder de la UTEP.

Y, expresó: "coincido con vos en que se necesita un salario universal para ampliar el sistema de seguridad social con la lógica de la AUH". "Hace un tiempo te dejé nuestro proyecto. Lamentablemente no pudimos discutirlo", chicaneó.

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Juan Grabois (UTEP) disparó contra Larroque.

Juan Grabois (UTEP) disparó contra Larroque.

"Demos ahora un debate serio, con números, sin prejuicios, sin poner por delante disputas estúpidas de aparato, porque si no resolvemos correctamente este tema, aunque se ganen las elecciones por paliza, 'la vida que queremos' no va a llegar", concluyó.

Con sus diferencias, Grabois, Menéndez y otros dirigentes con calle reclaman un debate serio y profundo sobre la agenda de recuperación pospandemia. Unos reclaman un "salario básico universal", que complemente los magros ingresos de los trabajadores informales; otros, la modificación del programa Potenciar Trabajo, e incluso "un gobierno dispuesto a darle protagonismo político a los últimos", con figuras que no sean exclusivamente "de la clase media profesional", en palabras de Grabois.

Para el abogado, cercano al Papa Francisco, el equipo del presidente "es muy blanco, muy porteño, muy progre".

Sin embargo, el gesto del Ministerio de Trabajo que aprobó los estatutos de la UTEP fue valorado pues es el paso previo a aprobar como gremio a la entidad que representa trabajadores informales.

Cabe recordar que esta semana, el Gobierno también transfirió $ 3.000 millones a obras sociales para atender el malhumor sindical cegetista por la misma causa: el cierre de listas que los tuvo casi sin representantes propios.

Para la CGT estos movimientos sociales también son un problema. Para la CGT estos movimientos sociales también son un problema.

Golpe duro

Una de las primeras cosas que hizo Alberto Fernández como presidente fue bendecir la creación de la UTEP. Les mandó un video desde Olivos, donde les decía: "Ustedes, como fuerza son parte de este Gobierno y muchos de ustedes ocupan cargos. Hay un Estado que los reconoce. Los abrazo. No aflojen y feliz Navidad".

La pandemia, que profundizó aún más la crisis dieron fuerza a los movimientos sociales (esencia de la UTEP) en los territorios donde estaban, alrededor de los comedores populares y de una ayuda oficial que en estos tiempos se extendió hasta casi la mitad de la población, en sintonía con los índices de pobreza.

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Los movimientos sociales nucleados en la UTEP hicieron una movilización que pegó duro al gobierno de Alberto Fernández.

Los movimientos sociales nucleados en la UTEP hicieron una movilización que pegó duro al gobierno de Alberto Fernández.

Al anunciar la gran marcha por San Cayetano, Grabois dio un pronóstico sombrío: "La relativa estabilidad que se mantuvo durante el tiempo de la pandemia, lograda por algunas medidas del Gobierno y la formidable red de cohesión comunitaria que por décadas tejimos movimientos sociales e iglesias, no podrá evitar por mucho más tiempo el estallido del pueblo pobre que quiere algo más que el plato de comida que nuestras ollas populares ofrecen cotidianamente".

Tanto sus palabras como la marcha fueron un golpe duro al Gobierno sobre todo porque las propias agrupaciones piqueteras siguen teniendo representantes en el Estado nacional y hasta en las municipalidades, sobre todo en el conurbano.

Y además, generan al presidente una tensión extra, entre las tantas que tiene al interior del FdT, porque sus representantes quieren conquistar sillones en la CGT, cuyos principales dirigentes se resisten con todas sus fuerzas.

Pero los políticos saben que hoy más que nunca ignorar los movimientos sociales no es el mejor camino a seguir...

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