ROSARIO. El pasado 14 de octubre finalmente llegaron a Rosario los 575 agentes federales anunciados por Aníbal Fernández para combatir la narcoviolencia instalada desde hace años en Santa Fe.
INSEGURIDAD
Las fuerzas federales generan controversia en Rosario
La llegada de agentes de las fuerzas federales a Rosario iba a suponer un alivio para los habitantes, pero lejos de eso, generó polémica y disconformidad.
La llegada de las fuerzas federaleshabía sido prometida por el ministro de Seguridad el 28 de septiembre, luego de una reunión entre Aníbal Fernández y Omar Perotti. "Venimos haciendo un análisis de la situación en Santa Fe y Rosario. Concluimos en que no podemos estar mirando esta situación como una situación pura y exclusiva de una ciudad, es un problema que nos compete a todos los argentinos. O resolvemos esto o vamos a ver desarrollarse estas complicaciones", había dicho el funcionario de Nación.
Y acto seguido anunció: "Hemos decidido crear la Unidad Móvil número 7 en Rosario con 1.000 efectivos. Y además, sumar 575 agentes que estarán en Santa Fe entre 15 y 20 días, el traslado es inmediato y estarán ademas de Rosario y Santa Fe, en vías que llegan a ambas ciudades y en las que vienen desde el norte. De acá a marzo habrán 1575 efectivos en la provincia".
El gobernador Omar Perotti expresó luego de este anuncio que "es una noticia muy importante para la provincia de Santa Fe. Una señal concreta de una decisión del Gobierno Nacional de tomar este tema como propio, con la responsabilidad y definición que el presidente Alberto Fernández dejó establecido cuando visitó Rosario. Las definiciones que explicó el ministro de Seguridad van en esa dirección".
Y si bien los agentes arribaron a Rosario para combatir la inseguridad desatada por la narcoviolencia, lo cierto es que los habitantes de la ciudad están disconformes con la coordinación, ya que casi todo el personal está distribuido en el centro y microcentro mientras que los barrios aledaños quedan -como siempre- desprotegidos.
Esta disconformidad llegó a su punto máximo luego del asesinato del arquitecto Joaquín Pérez, ocurrido el miércoles 20/10 por la madrugada, cuando el hombre de 34 años fue sorprendido por delincuentes que lo abordaron para robarle el automóvil en el barrio de Arroyito. Le pegaron 3 tiros y el joven no sobrevivió.
La muerte de Joaquín fue la gota que rebalsó el vaso y generó la movilización de casi 3 mil personas en una marcha donde, entre muchas otras cosas, se pidió que ubiquen estratégicamente a las fuerzas federales y no solo en el centro para la foto.
En consonancia con la petición de los habitantes de Rosario se manifestó el exjefe de la Policía, Víctor Sarnaglia, quien en diálogo con Radio2 aseguró que “uno de los problemas que tenemos en Santa Fe es la selección e ingreso de entrenamiento de los policías. Antes, el personal de suboficiales se seleccionaba y entrenaba en cada departamento, con lo cual se aseguraba medianamente que (los policías de Rosario) fuesen gente de Rosario".
"Hoy, con un sistema diferente, tenemos la mayor parte de la policía de Rosario que no son de Rosario, no hay conocimiento de la cultura de la ciudad, ni integración”. Según Sarnaglia, esto se traduce en “apatía y abulia respecto de lo que ocurre en una ciudad donde yo no vivo, no me importa demasiado y lo único que quiero es volverme a mi casa, y tal vez casa es Vera, San Cristóbal...”.
Si bien la llegada de las fuerzas federales es en líneas generales muy bien recibida por los ciudadanos, la ubicación que les disponen genera disconformidad. Sumado a eso, las problemáticas que enumeró Sarnaglia sobre la policía de Rosario hace que los habitantes de la ciudad se sientas completamente desprotegidos.