Fuerzas de Seguridad bajo control de las FFAA: Superministerio, Bullrich espera y adiós Petri

Silencio de Patricia Bullrich y Luis Petri

Desde los ministerios de Defensa y Seguridad dicen que no hay información sobre la versión de un proyecto que estaría preparando el Gobierno nacional para el traspaso de las fuerzas de seguridad a la órbita de las Fuerzas Armadas.

Es decir, tanto Patricia Bullrich (Seguridad) como Luis Petri (Defensa) no confirman ni desmienten los rumores de un proyecto o decreto de Milei para el traspaso de la Gendarmería al Ejército, Policía de Seguridad Aeroportuaria a la Fuerza Aérea y la Prefectura Naval Argentina a la Marina. Es sabido que cuando alguien calla, otorga…

Si las versiones son ciertas, en la práctica Bullrich se quedaría sin ministerio al perder el control de las fuerzas de seguridad…salvo que haya un desplazamiento del muy cuestionado Luis Petri y ella lo reemplace.

De concretarse las fusiones mencionadas, sería poner a las Fuerzas Armadas al mando operativo de la seguridad interior, algo que no ocurría desde 1984 cuando el gobierno de Raúl Alfonsín hizo las divisiones tal y como se las conoce hoy en día.

En suma: sería volver al paradigma de la dictadura.

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Luis Petri, un ministro mal visto en las FFAA donde lo acusan de falta de gestión e histrionismo.

Especialistas de la Marina recuerdan que, al menos para el caso de la Prefectura Naval Argentina, los únicos países con guardia costera y armada separadas son -al menos en el continente americano, Canadá, Estados Unidos y la Argentina.

Luego, acotaron a Urgente24 que en esos países no existen instrumentos legales que prohíban a las FFAA involucrarse en temas de seguridad interior y las guardias costeras de EE.UU y Canadá solo hacen tareas específicas de policía marítima.

En cuanto a la Gendarmería Nacional y la Prefectura, tienen procedimientos y legislación específica propia. La primera ya tiene estado militar con lo cual, de concretarse la medida, se estaría poniendo a una fuerza con estado militar bajo dependencia de otra con el mismo estado. En este caso sería una fusión y la Gendarmería desaparecería tal y como se la conoce ahora.

En el caso de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) sería todo lo contrario al caso de la Gendarmería: se retrotrae todo lo hecho desde lo que fue la Policía Militar Aeronáutica cuando ésta se separó de la Fuerza Aérea y se disolvió dando paso a la PSA.

FFAA, cargos y política

Según fuentes de la Armada, el rumor que circula por estas horas en ese ámbito es una unificación de los ministerios de Defensa y Seguridad donde saldría perjudicado Petri, quien sería echado del Gobierno ya que no tiene sostén político y sus apariciones artísticas de estilo cosplayer han irritado al mundo militar, además de que lo acusan por falta de gestión.

La movida se completaría de dos maneras: o bien Patricia Bullrich queda al frente de Defensa y Seguridad desaparece o bien se crea un Superministerio fusionando ambas carteras y con el control de todas las FFAA, lo que le redundaría a la ministra en un respaldo político que la impulsaría dentro del PRO.

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Si se crea un superministerio de Defensa/Seguridad al mando de Patricia Bullrich, ella cumpliría el ‘sueño’ de la vicepresidenta Victoria Villarruel, quien pretendía mandar a todos los uniformados y por la interna gubernamental con Karina Milei se quedó sin nada.

Además, Bullrich cumpliría el ‘sueño’ de la vicepresidenta Victoria Villarruel: ser una súperministra con todas las fuerzas armadas a su mando.

Sin embargo, otra fuente confió a este medio que ninguna fuerza armada tiene vocación de tener bajo su órbita a fuerzas policiales ya que, aún conservando su independencia organizacional, siempre habrá un oficial superior militar con responsabilidad en el accionar policial y atento al caso Rosario, nadie quiere involucrarse en cuestiones que ven como estrictamente civiles, además de difícil resolución.

Por último, si todo ocurrieria como se rumorea, Bullrich quedaría también en manejo total de la adquisición de armas. Por otro lado, existe la posibilidad de que los rumores se dejen correr para luego bajar los ánimos y que las fusiones de fuerzas se transformen en algo más viable y menos polémico.

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