El presidente Alberto Fernández se encuentra cada vez más solo y acorralado por la vicepresidente Cristina Kirchner y el ministro de Economía, Sergio Massa.
MASSA Y LOS K PRESIONAN
Entre Zabaleta y Moroni, Alberto Fernández cada vez más expresidente
Con un pie afuera de la Casa Rosada, siendo hoy Sergio Massa la última bala del Frente de Todos para lograr estabilidad, el presidente Alberto Fernández vuelve a estar acorralado.
Ahora, ambos intentan acelerar nuevas modificaciones en el gabinete. Por caso, se sabe que el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, dejará la cartera para volver a Hurlingham de cara al calendario electoral 2023 que viene. Como se sabe, a través de las presidencias de los Consejos Deliberantes, La Cámpora intenta ganar terreno en las intendencias del conurbano bonaerense y jefes comunales como Zabaleta intentan ponerle un freno a la organización partidaria.
El líder del Frente Renovador busca ganar el territorio perdido a manos del presidente Fernández cuando salió Daniel Arroyo para postularse como diputado nacional en 2021. Si bien no da nombres en privado, su intención de sumar carteras en el Gabinete es evidente.
Hoy por hoy, Fernández prefiere que no haya cambios porque no tiene cómo reemplazarlos, algo que viene ocurriendo desde que comenzó la gestión. Cada modificación es un dolor de cabeza porque no tiene estructura partidaria para completar los cargos en comparación con el Frente Renovador y La Cámpora.
Claudio Moroni también se defiende
En tanto, el kirchnerismo quiere ir contra otro ministro: Claudio Moroni, de Trabajo. La ola de paros está creciendo, el funcionario no logra desactivarlos a tiempo y en varios casos los conflictos llevan meses.
Allí Fernández también tiene un enorme problema para poner a alguien porque, además, Moroni es el puente con Armando Cavalieri, los Moyano y otros sindicalistas importantes. Tampoco tiene otro nombre para reemplazarlo antes que el resto de la coalición le imponga uno.
De hecho, ayer (5/10) se defendió en Diputados por la estructural crisis salarial de la Argentina, desligándose responsabilidades:
"La Argentina es el país que menos perdió salarios en el mundo pero estamos con un problema inflacionario severo. Quisiéramos recuperar los 20 puntos que se perdieron de salario pero la pandemia existió y se perdieron 10 a 12 puntos de empleos reales pero Argentina perdió 3 puntos; muy poco", completó.
El mensaje fue directamente a CFK por haber "revoleado" funcionarios, que derivó en la salida de Martín Guzmán, crisis total del gobierno y una disparada fenomenal del dólar y la inflación; crisis que Massa pudo controlar justo a tiempo.
Moroni, además, se defendió repasando la asistencia a las empresas y los trabajadores en tiempos de pandemia, y habló de continuidad en medio de acusaciones K por "déficit de gestión":
"Vamos a poner mucho más esfuerzo en programas como el Fomentar Empleo, que es asistencia para las contrataciones y formaciones profesionales; largamos el Portal Empleo, que permite cargar el curriculum al que está buscando empleo, ver las ofertas de formación que hay, permite a las empresas inscribirse y contratar a través del portal con una serie de beneficios. Lo que estamos trabajando muy fuerte es la asistencia y la regulación al teletrabajo".
En su diagnóstico sobre el mercado laboral, destacó:
"Al mes de julio y agosto 2022, la tasa crecimiento de asalariados privados es de 0,6%. Es muy alta para Argentina teniendo en cuenta que son 36.000 puestos de trabajo mensuales.
Tenemos la mayor cantidad de mujeres trabajadoras desde que hay estadísticas. Si bien es una población más afectada por el desempleo que los hombres, hoy la reducción en la tasa de desempleo de mujeres es muy marcada y hoy es el mayor número en cantidad de mujeres ocupadas.
Pese a la acelerada inflacionaria que hemos tenido, al mes de agosto la inflación acumulada estaba en 56,4% y el promedio de los convenios colectivos estaba en 57,1%. La realidad es que frente a un fenómeno como inflaciones altas y poco previsibles, la negociación paritaria viene demostrando que va ajustando salarios con la inflación, aunque quizá con alguna demora.
En un panorama en el que el empleo y la actividad económica están creciendo, tenemos que apuntar a concentrar esfuerzos, como Fomentar Trabajo destinado a mujeres, mayores de 45 años, diversidades sexuales, discapacitados y empleo joven. En poblaciones específicamente más afectadas".
Así las cosas, no son los ministros los que están en serios problemas porque son fusibles sino el propio presidente de la Nación, que no sale del pozo y vacío de poder que su pésima gestión se encargó de consolidar.
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