Apagones en AMBA: El Gobierno culpa a Edesur, no da soluciones y se vienen más cortes

Después del doble apagón que golpeó AMBA este 5/3, el Gobierno promete sanciones a Edesur. Sin inversión y pese a tarifas récord, son inminentes nuevos cortes.

Por GERMÁN MOLKUC

Más de un millón de personas en el AMBA sufrieron dos apagones masivos este miércoles en plena ola de calor. Mientras el Gobierno culpa a Edesur y promete sanciones, la falta de inversiones y una infraestructura obsoleta hacen temer nuevos cortes de luz en los próximos días, con tarifas altísimas y un servicio cada vez peor.

Los apagones que sacudieron al AMBA

El miércoles arrancó con un corte de luz que dejó a 550.000 usuarios sin servicio a las 5:50 de la mañana. Para cuando la situación se normalizó, pasadas las 9, ya se sentía en el aire que no iba a ser un día tranquilo. Y no lo fue: a las 12:40, otro apagón aún más masivo dejó sin electricidad a 622.000 usuarios, afectando a zonas clave del conurbano bonaerense y la Ciudad de Buenos Aires. Trenes parados, semáforos apagados y un caos en plena ola de calor, con sensación térmica de 44 grados. Comercios sin refrigeración, edificios sin ascensores y hospitales con generadores funcionando al límite completaron un panorama de emergencia.

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Dos cortes masivos dejaron a más de un millón de personas sin luz en AMBA por fallas en líneas de alta tensión. La falta de mantenimiento y la infraestructura obsoleta aumentan el riesgo de nuevos apagones.

¿La causa? Aún se investiga, pero las miradas apuntan a Edesur y a su falta de mantenimiento en dos líneas de alta tensión que transportan 220 kV de potencia eléctrica en el corredor Costanera-Hudson. Según fuentes del sector, el colapso de estas líneas produjo un efecto en cadena que sacó de servicio a varias centrales térmicas, como Central Puerto, Costanera, Dock Sud y Ensenada Barragán. Además, algunos expertos sugieren que el sistema de protección no actuó correctamente, lo que dejó a la red vulnerable ante el incremento de la demanda.

Desde el Gobierno deslizan la posibilidad de un sabotaje, pero los especialistas apuntan a un problema más simple (y preocupante): el sistema eléctrico está en estado crítico. Las turbinas térmicas que sostienen la red tienen entre 50 y 60 años y cualquier falla en la transmisión puede tumbar la generación eléctrica de toda la zona. El resultado: cortes más frecuentes, más prolongados y sin soluciones inmediatas.

¿Quién paga los platos rotos (además de las facturas)?

El Ejecutivo de Javier Milei salió a despegarse rápido del problema y puso a Edesur en la mira. La Secretaría de Energía y el ENRE anunciaron una investigación para determinar responsabilidades y aplicar sanciones, pero en los despachos oficiales ya reconocen que el problema va más allá de una sola empresa. Después de 20 años de congelamiento tarifario, la infraestructura quedó obsoleta y la recomposición de precios de 2024 llegó tarde y sin un plan real para garantizar mejoras en el servicio.

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El Gobierno culpa a Edesur y promete sanciones, pero la falta de inversiones y trabas en las obras energéticas muestran que el problema es estructural. Con tarifas altísimas, los usuarios siguen sufriendo cortes constantes.

Mientras los usuarios pagan facturas cuatro veces más caras que el año pasado, la infraestructura sigue siendo la misma. La licitación de nuevas obras de transmisión sigue trabada por internas dentro del Gobierno, y la ampliación de la capacidad de generación está en pausa tras la cancelación de la licitación TerConf, heredada del mandato anterior.

Con temperaturas extremas previstas para los próximos días y un récord de consumo eléctrico a la vuelta de la esquina, los especialistas advierten: lo peor todavía no llegó. Sin inversiones inmediatas, los cortes de luz van a ser moneda corriente en cada pico de demanda, tanto en verano como en invierno. Y mientras los apagones se vuelven parte del día a día, los usuarios siguen esperando que alguien se haga cargo.

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