ATENCIÓN MOYANO/BERALDI

Terrible fracaso del Plan Basura 0, y se incineraría la basura

Volverán a quemar basura en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Si bien hay que quitarse de la cabeza la imagen de la quema lindera al estadio de Huracán, el tema genera controversia por las plantas de termovalorización que busca instalar el Gobierno porteño. El Ejecutivo asegura que es un proceso sofisticado que se usa en grandes urbes de Europa y son totalmente seguras. Quienes están en contra sostienen que las plantas contaminan y que cada una costará hasta US$ 800 millones. Son 7 las que quieren instalar. El uso de la energía también sería más caro. Además, que la Unión Europea no recomienda usarlas porque no fomenta en el reciclaje. El tema pone en evidencia el fracaso del Plan Basura 0 pero también roza el ámbito político, ya que afecta el negocio de Hugo Moyano (y de conocidos de Mauricio Macri como el transportista boquense José Beraldi) con los camiones que trasladan basura a los rellenos sanitarios, que en 5 años ya no tendrán más lugar para residuos.

A fines de marzo, el Gobierno de la Ciudad presentó en la Legislatura un proyecto que impulsa la incineración de basura en hornos controlados, a través de un sistema de "termovalorización energética". La idea sería instalar 7 plantas en el área metropolitana, en principio una en CABA (Villa Riachuelo) y 2 en la provincia de Buenos Aires.

El proyecto en cuestión busca modificar una serie de artículos de la Ley N° 1.854, de Basura Cero y se estima que se vote el próximo jueves 03/05. Por ejemplo, dispone que las metas de reducción de desechos sólidos urbanos "serán de un 50% para el 2021, de un 65% para el 2025 y un 80% para el 2030".

Con esto, el gobierno atrasa 10 años el objetivo de Basura Cero, que había fijado para 2020 y que ahora será para 2028. El PRO lleva gobernando Ciudad de Buenos Aires precisamente algo más de 10 años.

En ese sentido, mientras que en la Ciudad apenas reciben tratamiento el 10% del total de los residuos, lejos de la promesa de Mauricio Macri de “Basura Cero”, el otro 90% directamente va a rellenos sanitarios, por lo que para el Ejecutivo porteño esta iniciativa es una oportunidad de debilitar a Hugo Moyano, quien maneja la recolección de las 18 mil toneladas diarias que luego van al CEAMSE en camiones del transportista Jorge Beraldi, dirigente de Boca Juniors.

Otra cuestión a tener en cuenta es si esta termovalorización para obtener energía quemando basura será redituable. Según especialistas en materia energética, el Megawatt producido de basura se pagaría US$ 150. Sería la alternativa más cara, ya que el mega que produce la energía eólica se paga US$ 50. A eso se suma la instalación de las plantas, ya que cada una podría costar hasta US$ 800 millones.

 

Voces a favor y en contra

El ministro de Ambiente y Espacio Público porteño, Eduardo Macchiavelli, defendió la iniciativa, al proyectar que la incineración de basura se transformará en energía, algo necesario en la Ciudad. "Los que estamos debatiendo en la Legislatura tiene que ver con levantar la prohibición de la termovalorización, que es la combustión de basura para la generación de energía. Hay más de 2200 plantas alrededor del mundo, en las grandes ciudades europeas, Estados Unidos y Asia".

El ministro también destacó, en diálogo con Telefé, que "esto permitirá dos cuestiones, por un lado qué hacemos con la basura una vez que se cumplen los procesos de recuperación y reciclado y por el otro la generación energía, un problema recurrente, sobre todo durante el verano. En cinco años el relleno sanitario de José León Suárez se termina, no habrá donde poner más basura".

En cuanto a si estas plantas implican un riesgo de contaminación, Macchiavelli argumentó "absolutamente ninguno, nadie está pensando en volver a las imágenes de la quema cerca de la cancha de Huracán, eso ya no existe en el mundo. Por el contrario, se trata de un proceso muy sofisticado que cumple estándares internacionales. En París, la planta que procesa la basura está a 15 cuadras de la Torre Eiffel. Son absolutamente seguras".

Otra cuestión que generó polémica por estos días fue la de los recicladores de basura y si estas plantas generarían perjuicios a sus labores. "La relación con los recicladores seguirá igual, creciendo como lo hemos hecho en estos años", aclaró el ministro.

Asimismo agregó "estamos haciendo inversiones para que cada vez más vecinos separen más basura, creemos que es bueno como fin social pero también para generar procesos de economía circular. A modo de ejemplo, las baldosas que se usarán para reparar veredas tienen un 10% de vidrio que reemplaza la arena, y es el que recolectan los cartoneros".

En otro punto de vista al del Gobierno porteño aparecen organizaciones en contra como Greenpeace, que fomentó la Ley de Basura Cero, sancionada en el año 2005 por la Legislatura porteña.

Reclamo de Greenpeace al Gobierno porteño.

Lionel Mingo, Coordinador del Área de Campañas de Energía de Greenpeace, le respondió a Macchiavelli al afirmar "desde Greenpeace estamos en contra de esta tecnología por varias razones, en primer lugar es contaminante, potencialmente peligrosa para la vida humana. Lo que dice el ministro es una verdad a medias. Es cierto que las capitales de Europa cuentan con estas plantas, pero el año pasado la Unión Europea sacó una reglamentación que insta a aquellas que no las tienen a seguir así y pongan una fecha de cierre aquellas que la posean, porque atentan contra el reciclaje, que es la verdadera solución al tema de la basura".

Junto al predio donde se emplazaría el incinerador de basura, en Villa Riachuelo, Mingo se refirió a los costos de estas plantas. "La energía que generan estos incineradores es la más cara del mercado. La construcción de las plantas oscila entre US$ 500 millones y US$ 800 millones cada una y quieren construir 7 en el área metropolitana".

Asimismo atribuyó la idea de instalar plantas por un fracaso en la Ley de Basura Cero por parte del Gobierno porteño. "La verdadera solución para la basura es el reciclaje. La Ley de Basura Cero lleva 12 años de vigencia, para el año 2010 estaba estipulado alcanzar un 30% de la reducción de basura para el 2010, pero en 2018 estamos recién en un 26%, no se cumplió ni una meta".

"Es cierto lo que dice el ministro en cuanto a los rellenos sanitarios, la situación es alarmante, pero eso es porque no se cumplió con la ley", añadió finalmente.

Por el lado de los recicladores, también hay mucha incertidumbre. Días atrás comenzó a debatirse la modificación a la Ley Basura Cero que podría sancionarse la semana que viene. "Invirtiendo solo el 4% de lo que cuesta una planta incineradora, se podrían instalar múltiples plantas de reciclado", advirtió Victoria Montenegro, legisladora de Unidad Ciudadana y agregó que "cuando los funcionarios fueron a Europa para recorrer centros de incineración no pasaron por centros de epidemiología donde existen casos de malformaciones congénitas y cáncer provocadas por las incineraciones. Además no hay certezas respecto a dónde van a funcionar los centros de incineración aunque todas las especulaciones apuntarían a la Comuna 8 cuyas condiciones ambientales son acuciantes".

Sobre el método que planea utilizar el GCBA, se sabe que existen dos tipos de tecnologías para convertir flujos de residuos: térmico y biológico. La conversión de residuos a energía térmica se crea por la incineración de basura, mientras que los procesos biológicos se centran típicamente en la digestión anaeróbica.

Según lo explica la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, "la recuperación de energía de los residuos es la conversión de materiales de residuos no reciclables en calor utilizable, electricidad o combustible a través de una variedad de procesos, incluyendo la combustión, gasificación, pirólisis, digestión anaeróbica y recuperación de gas residual (LFG, por sus siglas en inglés). Este proceso se denomina conversión de residuos a energía (WTE)".

Lo cierto es que la política de reciclado en CABA avanzó en los últimos años, pero muy lentamente. Apenas se recicla el 10% de las 6000 toneladas diarias de basura que generan los vecinos. La política de Basura Cero nació tras la sanción de la ley en 2005 y busca la progresiva reducción de la cantidad de basura que se entierra mediante el crecimiento de las industrias asociadas al reciclado y recuperación de residuos.

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