"He aquí vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto.
Y tras ellos seguirán siete años de hambre; y toda la abundancia será olvidada en la tierra de Egipto, y el hambre consumirá la tierra.
Y aquella abundancia no se echará de ver, a causa del hambre siguiente la cual será gravísima.
Y el suceder el sueño a Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de parte de Dios, y que Dios se apresura a hacerla.
Por tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.
Haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de la abundancia.
Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo.
Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de hambre. (...)",
Génesis 41:20 a 36,
la Biblia.
MODELO PARA ESTUDIAR
25 años sin recesión: Australia ahorró en tiempos de vacas gordas
Hace un cuarto de siglo que Australia, una economía rica en recursos, no sufre una recesión. El país está en crecimiento desde junio de 1991, a diferencia del resto del mundo que sufrió una sucesión de ciclos económicos muy breves y contrapuestos. Según dijo el economista independiente Saul Eslake al semanario británico The Economist, Australia es -a excepción del pueblo chino-, el país que “ha sacado mayor beneficio del crecimiento e industrialización de China.” Para remontarse a la última crisis económica que Australia sufrió, hay que retroceder hasta la época en que “la selección argentina encabezada por Diego Maradona era la campeona Mundial de Fútbol”, explica la BBC (siempre ha surgido la comparación entre Australia, Argentina y Canadá por sus similitudes en su geografía económica). “Los pocos teléfonos móviles en existencia eran del tamaño de un ladrillo grande” y “la Unión Soviética estaba en el proceso final de su desintegración”, explica la BBC. A menos que sucediera una catástrofe inesperada, el año que viene Australia superará el récord moderno de Holanda en cantidad de años consecutivos de crecimiento, llegando la ex colonia británica a los 26. Esto se dio a pesar de la crisis financiera que liquidó a varios de los países más ricos del mundo y sorteando las dificultades que le presentó la ralentización de su primer socio comercial, China. ¿Cómo lo hizo? Ahorrando cuando le iba bien, explica The Economist. Ross Gittins escribió en el diario The Sydney Morning Herald que “si el manejo económico fuese un evento olímpico, (Australia hubiese) ganado el oro en Río y en muchas olimpiadas antes”.
Ahorrar en tiempos de vacas gordas fue lo que le permitió a Australia responder de manera eficaz cuando fue golpeado, como el resto del mundo, por la crisis financiera global en el año 2008.
“A diferencia de la mayor parte del mundo rico, navegó a través de la crisis financiera global, y a diferencia de la mayoría de los exportadores de commodities, ha superado la caída de los precios de las materias primas. Su PBI de 3,1% deja chico al de Estados Unidos y al de la eurozona”, explica The Economist.
“Australia es a menudo llamado ‘el país con suerte’, y la suerte, particularmente en la geología y en la geografía, ha representado un parte de su éxito.”
Pero la clave para Australia ha sido saber capitalizar las 2 caras de la moneda del boom chino: el surgimiento en la demanda de materias primas mientras duró, y más recientemente, el deseo de la clase media china de comer bien, viajar y educar a sus hijos en inglés.
“La historia del éxito de Australia empieza por lo que el Gobierno no hizo: gastar más de lo que tenía. Los presupuestos ajustados de fines de los ‘90 y principios de los 2000, combinados con la mejora de los términos del comercio, significaron que cuando la crisis financiera golpeó, el Gobierno tenía superávit fiscal (aunque el país en su totalidad tiene un déficit en la cuenta corriente de larga data). Pudo costearse paquetes de estímulo a fines de 2008 y principios de 2009 de más de 56.600 millones de dólares australianos (US$ 42.800 millones)”, explica el semanario británico.
El boom chino y el auge en la minería
El incremento de la demanda china reverberó en Australia como el mayor boom de la minería en su historia. Entre 2002 y 2012, el valor de sus exportaciones en minería se triplicó y la inversión en minería creció de 2% del PBI al 8%, señala The Economist.
De enero del 2003 a febrero del 2011, el precio del mineral de hierro -que hoy representa el 17% de las exportaciones de Australia en valor-, subió de US$ 13,8 a US$ 187,2 por tonelada. El carbón para centrales térmicas australiano, que representa el 12% de sus exportaciones, subió de US$ 26,7 a US$ 141,9 (en 2008 hubo un pico de US$ 192,9).
Durante ese período, la minería subió la renta familiar disponible por un 13% y los salarios por un 6%, impulsando el poder de compra doméstico. El valor del dólar australiano también subió, lo que perjudicó a las otras exportaciones.
Pero como la demanda de Asia mantuvo los precios altos para las commodities de agricultura australiana, tales como la carne vacuna y el trigo, y debido a que Australia exporta relativamente pocos bienes manufacturados, el daño pudo ser contenido.
Cómo Australia logró sortear la crisis de las commodities
Cuando los precios de las commodities comenzaron a caer, otros países exportadores como Rusia, Sudáfrica, Argentina y Brasil, cayeron en recesión. Australia, a pesar de haber sufrido una caída en la inversión en negocios, sostuvo su PBI cerca del 3%, que mantiene desde hace 25 años (y como un beneficio adicional, la caída en el precio de las commodities sofocó la inflación).
Para The Economist, esto se debió a 2 factores:
> ”Primero, el crecimiento en la inversión minera durante los años gordos llevó al incremento de la producción. Las exportaciones de commodities han continuado creciendo (aunque más modestamente y con menor rentabilidad). A pesar de que los precios del mineral de hierro y el carbón están muy por debajo que los picos de la década pasada, se mantienen por encima de los niveles previos al boom.”
> “Y aún más importante, Australia dejó que el dólar se depreciara, lo que hizo que sus exportaciones fuesen más atractivas. Hoy Australia se beneficia de un número creciente de consumidores chinos, que compran alimentos australianos que son percibidos como mucho más seguros que sus equivalentes domésticos”.
Además, los chinos de clase media ven a Australia también como una opción muy atractiva para obtener educación en lengua inglesa, más cercana y barata que la británica o la norteamericana. Los graduados a veces se quedan durante un tiempo o para siempre, lo que provee a Australia una base joven, multicultural y educada para su fuerza de trabajo.
Los inmigrantes necesitan viviendas nuevas, lo que ha hecho que aumente la construcción de viviendas. Este sector ha reemplazado el empleo que se había perdido cuando la inversión en minería se redujo (construir una mina requiere mucha más gente que administrarla, explica The Economist).
Pero esto, al mismo tiempo, ha hecho que se vuelva difícil detener el crecimiento alarmante de los precios de las vivienda, que algunos analistas consideran es una burbuja que podría explotar en cualquier momento en Australia. Esa es la principal nube que se cierne sobre el horizonte del país.
Otros desafíos son una dependencia excesiva en las fortunas de los chinos y las consecuencias a largo y mediano plazo que podría tener la salida del Reino Unido de Europa para los australianos.
El riesgo de una burbuja inmobiliaria en Australia
En 2015, las inversiones chinas en Australia crecieron un 33% hasta alcanzar los US$ 11.000 millones, según publicaron medios de ese país. Esta cifra sitúa las inversiones chinas durante ese año como las segundas más altas registradas durante su relación comercial con Australia, solo por detrás de las realizadas en 2008, cuando los inversores del gigante asiático aprovecharon el bajo precio de la divisa australiana, reportó la agencia de noticias AAP. Dentro de las inversiones, casi la mitad estuvo destinada al sector inmobiliario, alcanzando los US$ 5.160 millones (45% del total de las inversiones chinas en Australia).
Existe un debate permanente desde el año 2001 respecto de si el mercado inmobiliario australiano está cargado de sobreprecios o no, y si por lo tanto sufre riesgos de colapsar de un momento a otro o no, ya explica Wikipedia.
Lo cierto es que el precio de la propiedad en Australia no cesa de aumentar. Algunos comentadores, incluido un oficial del Tesoro, advierten de una burbuja inmobiliaria australiana. Otros consideran que no se trata de una burbuja, y sostienen que el precio de la vivienda tiene el potencial de seguir creciendo a la par del PBI.
“El precio de la vivienda en Australia subió fuertemente en relación al ingreso y la renta durante fines de los ’90 y principios del 2000; de todos modos, de 2003 a 2012, la relación entre el ingreso y la renta y el precio de la vivienda, comenzaron a mantenerse estables, con los precios de las casas siguiendo al ingreso y la renta durante una década. Desde 2012, los precios han otra vez subido fuertemente en relación al ingreso y la renta”, participa Wikipedia del debate actual.
En junio de 2014, el Fondo Monetario Internacional advirtió que los precios de la vivienda en varios países desarrollados estaban “muy por encima de los promedios históricos”, y que Australia tenía el 3er. porcentaje entre precio de la vivienda e ingreso más alto del mundo. Asimismo, más recientemente, en junio de 2016 la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) dijo que el auge inmobiliario en Australia podría terminar en un “dramático y desestabilizante” aterrizaje forzoso del mercado inmobiliario.
Ante un problema hay diferentes formas de abordarlo. A Australia lo ayuda su historia reciente, período en el que prevaleció la racionalidad. Ahora deberá demostrarlo una vez más para consolidar lo que consiguió.
Mientras tanto, la Argentina que también se benefició con el tiempo chino de vacas gordas, transcurre su 5to. año consecutivo de estanflación.
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Secret City, thriller político en Australia, que recomienda Ignacio Fidanza, director de La Política Online. Es una adaptación de las novelas "The Marmalade Files" del reportero Chris Uhlmann y el veterano de prensa Steve Lewis, y la recién publicada secuela "The Mandarin Code" (HarperCollins). En medio de la creciente tensión entre China y USA, la periodista política Harriet Dunkley, descubre una red de conspiraciones
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