SALUD

SEGÚN NATURE

Las causas del síndrome de Covid prolongado

En pocos meses pasó de ser una curiosidad, a un problema de salud pública. Hasta el momento, no hay una explicación clara y la mayoría de los investigadores sospechan que hay varios mecanismos en funcionamiento.

El síndrome de Covid prolongado, o “long Covid”, ha pasado de ser una curiosidad rechazada por muchos, a un problema de salud pública reconocido. Aún hay múltiples incógnitas, pero la revista Nature publicó la evidencia disponible hasta el momento.

Luego de convivir un año con la enfermedad, en enero la Organización Mundial de la Salud (OMS) revisó sus pautas para el tratamiento de coronavirus y pidió que todos los pacientes tengan acceso a un seguimiento médico.

El Covid prolongado consiste en un trastorno de larga duración que surge después de la infección por SARS-CoV-2. La lista de síntomas es extensa e incluye fatiga, tos seca, dificultad para respirar, dolores de cabeza y dolores musculares.

De hecho, un equipo de investigadores del University College London encontró 205 síntomas en un estudio de más de 3.500 personas. Al sexto mes, los más comunes fueron “fatiga, malestar pos esfuerzo y disfunción cognitiva”.

Dado que el número de casos confirmados de COVID-19 supera los 175 millones en todo el mundo, es posible que millones de personas experimenten síntomas persistentes y busquen respuestas.

Las causas subyacentes

Aunque los investigadores han examinado exhaustivamente los diversos síntomas del Covid prolongado, no existe una explicación clara para ellos, afirma Nature.

Los estudios han demostrado que muchas personas con el síndrome tienen problemas en múltiples órganos, lo que sugiere que se trata de un trastorno multisistémico.

Parece poco probable que el virus en sí siga funcionando, dijo Rachael Evans, científica de la Universidad de Leicester (Reino Unido) y miembro del estudio COVID-19 poshospitalario (PHOSP-COVID).

"La mayoría de los estudios han demostrado que después de unas pocas semanas se elimina, por lo que dudo mucho que sea una consecuencia infecciosa".

Sin embargo, existe evidencia de que los fragmentos del virus, como las moléculas de proteína, pueden persistir durante siete meses, en cuyo caso podrían alterar el cuerpo de alguna manera incluso sin infectar células.

Otra posibilidad es que sea causado por un sistema inmunológico descontrolado, que termina atacando al resto del cuerpo. En otras palabras, podría llegar a ser una enfermedad autoinmune.

“El SARS-CoV-2 es como una bomba nuclear en términos del sistema inmunológico”, dice Steven Deeks, médico e investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco.

"Simplemente explota todo".

Aun así, es demasiado pronto para decir qué hipótesis es correcta, y podría ser que cada una sea cierta en diferentes personas: los datos preliminares sugieren que el "long Covid” podría consistir en varios trastornos agrupados en uno.

La evidencia disponible

El estudio PHOSP-COVID ha reclutado a más de mil pacientes y ha tomado muestras de sangre para buscar evidencia de inflamación, problemas cardiovasculares y otras alteraciones.

El equipo ha encontrado niveles alterados de citocinas (moléculas que ayudan a regular las respuestas inmunes) en la sangre de personas que han tenido coronavirus. Esto sugiere que el sistema inmunológico está realmente desequilibrado.

Otro de los principales resultados preliminares del estudio fue que hay poca relación entre la gravedad de la fase aguda de la infección, los niveles de daño orgánico y la gravedad del COVID prolongado.

La realidad fue más complicada. El análisis identificó cuatro grupos de pacientes cuyos síntomas eran distintos. Tres de los grupos tenían deficiencias físicas y de salud mental en diversos grados, pero pocas o ninguna dificultad cognitiva. El cuarto grupo mostró solo deficiencias físicas y de salud mental moderadas, pero tenía problemas cognitivos pronunciados.

La mayoría de los investigadores sospecha ahora que hay varios mecanismos en funcionamiento, por lo que podría variar profundamente entre una persona y la otra.

Una mejor comprensión de la biología subyacente señalará el camino hacia los tratamientos y medicamentos, explica Evans a Nature. Pero parece poco probable que pronto haya una única explicación clara para el Covid prolongado.

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